Si ¿Por?

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Pensé que podría con todo, pero no es verdad, a veces se me olvida que, entre las dos, yo soy la inexperta y eso me causa dudas ¿He hecho bien? Y si lo he hecho bien... ¿Por qué duele tanto?

Me gustaría decir que no me arrepiento de la decisión que tomé, pero lo hago, me arrepiento de no haber aceptado sus disculpas cuando estaba dispuesta a dármelas tras el primer golpe. Pero no lo hice, y por mucho que me arrepienta sé que, de volver atrás, tendría que volver a tomar la misma decisión, aunque no quisiera.

Apenas estuvo un mes dentro de mi vida, y, sin embargo, el vacío que ha dejado al alejarla es increíblemente doloroso. Habían pasado varios días desde nuestra pelea, una semana para ser exactos, y las dudas y conflictos se acumulaban en mi cabeza.

Su ausencia dolía, dios claro que dolía, pero tenerla cerca también, dolía cada que me alejaba, cada que me dejaba a oscuras, cada que no confiaba en mi para hablar y ya no sé cómo estoy mejor, con o sin ella.

-Hiciste bien, por mucho que me duela admitirlo, bueno... pudiste hacerlo de otra manera, pero era obvio cual era el mensaje. - Scorpia y yo nos encontrábamos sentadas en un banco en medio del parque, llevábamos tanto tiempo en silencio que sinceramente me sorprendió cuando interrumpió mi hilo de pensamientos.

- ¿Cómo está?

- Te mentiría si te dijera que lo lleva bien, le marcaste mucho para tan poco tiempo.

-Lo siento.

-No lo hagas, le ayudaste de maneras en las que yo nunca hubiera podido. - Y mientras decía esas palabras pude ver una inmensa tristeza reflejada tanto en su mirada como en su gesto. Me miró, con un cariño tan cálido, casi maternal, que casi olvido que esa chica tan protectora y gentil solo me lleva 2 años. - ¿Qué vas a hacer ahora? - Y un gran suspiro fue mi respuesta.

- ¿Qué debería hacer? - Scorpia negó levemente con una sonrisa melancólica.

-Esa no es mi cruzada, ni mi decisión. - No me digas, no pude evitar reír levemente.

-No me vendría mal una opinión.

-No creo que mi opinión sea imparcial. - Le miré con diversión mientras me devolvía la mirada con inocencia.

-Ninguna opinión lo es, creo que en eso consisten las opiniones. - Una gran carcajada surgió de su garganta mientras comenzaba a golpear levemente su propio regazo.

-Cierto, perdón, perdón. En ese caso... emmmm, mi opinión es que ninguna supo interactuar bien con la otra, es decir, - La mayor se quedó pensativa unos segundos intentando conseguir las palabras correctas para poder explicarse. - Las dos esperabais un tipo de relación diferente ¿Se entiende? No creo que se entienda ¿Se entiende? - La albina parecía hablar consigo misma más que conmigo por lo que simplemente decidir no intervenir, aunque en mi rostro mi confusión era obvia y es por eso que ella no tardó en notarla. - Ella...- Tropezaba con las palabras intentando encontrar la forma más fácil y simple de explicarlo. - Tu...- Un grito de frustración se llegó a oír en lo que su autora se levantaba para ponerse frente a mí. - Tu querías cercanía ¿No?

- ¿Si? - Pregunté con cierta cautela sin saber a dónde se dirigía. - ¿Creo?

-Tu querías poder estar cerca, conocerla, saber y ayudar, querías estar a su lado ¿Me equivoco?

-Si lo miras en retrospectiva... supongo que sí.

-Pues ella no.- Palabras secas y directas, que me dolieron más de lo que quería admitir y claramente debido al abrupto golpe, no me dio tiempo a disimular mi reacción, causando que Scorpia entrara un poco en pánico.

Típica chica mala. (Catradora AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora