Solo quiero verte.

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Eran las dos y media de la mañana, estaba sentada en el borde mi cama, con el móvil en la mano, mirando aquella pantalla apagada con confusión.

Catra me había llamado, ni una sola palabra, solo golpes sordos y quizás algún gruñido gutural que no pude discernir en su momento, pero no estaba segura, fuera como fuese, algo me daba mala espina, algo no estaba bien.

Me levanté prácticamente de un salto, me guardé el móvil en el bolsillo del pantalón de mi pijama y me dispuse a girar el pomo de mi habitación, me detuve ¿Cuál era mi plan exactamente? ¿Qué iba a hacer? ¿Qué tenía que hacer? Recapitula, piensa con cuidado que viene a continuación, Catra te ha llamado, pero no te ha dicho nada, no sabes lo que quiere, pero esos golpes sonaban muy mal, pero... ¿Tengo potestad de hacer algo? Cerré los ojos con fuerza, necesitaba una respuesta y no sabía cómo encontrarla.

"Puedes... alejarte de ella."

"Le haces bien."

"Adora... Tu relación con Catra ¿Merece la pena?"

"¡No hay ninguna relación que no te traiga cosas malas!"

"Si la amistad ya es de por si un camino escabroso ¿Qué te pensabas que sería el amor?"

"Merece la pena."

"Va a visitar a su tutora y cuando eso pasa... digamos que no vuelve muy bien."

De repente la conversación con DT hace una semana volvió a mi cabeza y algo me dijo que ahí estaba la respuesta, aunque no estaba ya muy segura de a qué.

"-Lo que más nos preocupa es el próximo viernes, va a visitar a su tutora y cuando eso pasa... digamos que no vuelve muy bien y.... no sabemos qué pasaría si eso pasara con el estado emocional en el que se encuentra ahora.

- ¿Su tutora?

-Fuera de límites señorita

-De que me sorprendo.

-Solo queríamos que supieras eso, sé que no estáis en las mejores condiciones, pero ahora eres la que más cerca vive.

-Lo comprendo, situaciones desesperadas, medidas desesperadas.

-De todos modos, dudo mucho que llegues a tener que intervenir, pero en caso de que ocurra algo quizás debamos recurrir a ti.

-Si no queda más remedio y realmente hablamos de algo grave..., obvio que no me voy a negar."

Algo iba mal, algo iba muy mal y como siempre no sabía que era, pero algo dentro de mí me decía que debía actuar y debía actuar ahora. Abrí la puerta de mi habitación, con un objetivo fijo.

"Solo como emergencia."

Y de repente era la voz de Scorpia la que entraba en mi cabeza.

"-Solo como emergencia.

-No te prometo nada.

-Eso es suficiente para mí y.... gracias."

-Las llaves. - Susurré aun en el umbral de la puerta, aun a sabiendas de que nadie me oía. Mire a mi alrededor sin saber muy bien a donde. - Mierda. - Nuevamente mascullé y no era para menos, suelo ser bastante ordenada, pero digamos que estas semanas si bien he mantenido estéticamente el orden dentro de mi cuarto, digamos que los objetos en el ya no estaban tan ordenados y localizables.

Comencé a rebuscar en todos lados, cajones cajas y cofres que hubiera en la habitación eran abiertos y escudriñados sin el más mínimo cuidado, sin preocuparme por el ruido que estuviera ocasionado, pue ya no era la hora lo que preocupaba, sino el pasar de los minutos.

Típica chica mala. (Catradora AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora