Hay cosas que tienen sentido y cosas que no, hay cosas que se entienden y cosas que no, cosas con lógica y cosas sin sentido. He visto a muchas personas odiar cosas con sentido y lógica, cosas que se entienden y he visto a personas adorar cosas que no tiene ni pies ni cabeza, sin orden claro o un sentido único. Me gustan las cosas lógicas, que algo tenga una explicación es algo que me tranquiliza, si tiene un comportamiento entendible, significa que podré entender su próxima acción, sus consecuencias y represalias, es simple, si tiene una razón de ser y un orden en su actuar, me cae bien, me hace sentir incluso en cierto aspecto segura.
Incluso las personas tienen una lógica dentro de todo lo que es, la ira, tristeza y alegría, así como las demás variantes sentimentales de estas que nos mueven y limitan en cierto modo la reacción de una persona a una situación y aunque esas opciones puedan llegar a ser increíblemente contrapuestas, son limitadas y cuando llegas a ver ciertos patrones es cuando sabes cómo actuar, aunque eso no ha evitado que diga cosas fuera de lugar en incontables ocasiones ¿A que quiero llegar con todo esto? En realidad, me he ido un poco demasiado por las ramas, pero a lo que quiero llegar es que la lógica, en cierto modo, me da capacidad de control sobre lo que pasa a mi alrededor, la lógica evita sorpresas, la lógica evita cambios impredecibles y yo odio los cambios, los impredecibles los que más, tengo un horario y prefiero mantenerlo así, gracias.
Aunque en realidad había otro punto al que quería llegar, quizás el más importante de todo este razonamiento sin sentido, aunque en realidad es un punto bastante lógico y es que, si me gustan las cosas lógicas, entonces eso significa que odio las ilógicas ¿Significa eso que esta forma de pensar se contrapone con mi filosofía de vida? Lo dudo, una cosa es tu visión de vida y otra tu visión sobre las cosas que la componen, pero ese no es el punto, el punto es que, realmente odio las cosas ilógicas, entonces... ¿Por qué no puedo odiar el amor? Los sentimientos limitan acciones y las acciones, palabras y sucesos, desenlazan sentimientos y hasta cierto punto se entiende por qué los sientes ¿Pero el amor? Surge de donde le da gana, cuando le da gana y con quien le da la gana ¡Y no consigo odiarlo! ¡Es el sentimiento más aleatorio de todos, el más impredecible y más malditamente ilógico y no consigo odiarlo! Pocas cosas son tan ilógicas como el amor y aun así consigue que, irónicamente, lo ame con todas mis fuerzas ¿Me hace daño? Indudablemente, pero eso no hace que quiera alejarme de él. Acaso... ¿He desarrollado una relación toxica con el amor? ¿Se puede tener una relación sana con el amor si quiera? ¿Estoy divagando demasiado? Nunca lo sabremos, pero ahora entiendo mejor que antes que nunca podré entender el amor.
- ¡Maldito caprichoso ilógico! - Grité, tumbada en la cama mientras miraba al techo y seguramente con la vena de la frente hinchada.
- ¿Adora? - La voz de la morena sonó desde el centro de la sala, más específicamente, sentada en la mesa con el ordenador y unos papeles mientras hacía ejercicios, aunque ahora mismo más que centrarse en los ejercicios me estaba mirando con bastante confusión.
-Dime. - Mencioné con total normalidad, lo que claramente la confundió aún más.
- ¿Todo bien?
-Sip, todo genial- Mencioné mientras volvía a mirar al techo.
- ¿Okay? - Fue su respuesta mientras, seguramente, volvía a centrarse en sus ejercicios.
- ¿Alguna duda? - Pregunte manteniendo mi vista fija en el techo.
-Nop, las matemáticas son bastante fáciles.
-Mientras entiendas la teoría- La castaña rio por lo bajo.
-Sí, mientras entiendas la teoría ¿Te apetece entrar a biología dentro de un rato? Se te ve aburrida de no tener que hacer nada. - Suspiré.
-No es mi culpa, desde que nos peleamos todo el grupo decidió quedar todos los viernes para repasar lo de la semana y eso me hace quedarme los fines de semana totalmente libre, lo que aprovechan para quedar y tener una excusa para no dejarme sola.
-Eso es bueno ¿No? - Nuevamente suspiré, saqué mi móvil del bolsillo y se lo lancé con una parábola fácil de atrapar, Cat, como era de esperar, lo atrapó y encendió la pantalla, solo para poner una cara de espanto, la verdad que no esperaba una reacción tan exagerada, pero fue divertida. –Dos... ¡¿Qué cojones?!
-Todos los fines de semana, el sábado por la mañana, pongo el móvil en silencio, por esto básicamente, hasta que llegan Glimmer y Bow a la puerta de mi casa y me sacan a patadas si hace falta, aunque, dado que hoy no estoy en mi casa, seguramente habrán acabado todos reunidos en mi salón intentando sonsacarle a mi abuela donde estoy y dada la falta de gente en tu apartamento, mi abuela no ha querido soltar rienda y para mi suerte, Perfuma tampoco. -
-Deberías llamarlos, aunque sea y explicarles.
-No te conviene. - La mayor alzó una ceja.
- ¿A mí?
-Si les digo que nos hemos reconciliado ¿Dónde crees que acabaran esas ocho personas? - Miré de reojo a la castaña, solo para ver como esta se ponía rígida.
- No llames a nadie, que se jodan. - Una pequeña carcajada fue mi respuesta.
-Que rápido cambias de opinión.
-Tu culpa, por atacar puntos estratégicos de mi personalidad. -Y nuevamente respondí con una pequeña carcajada.
Tras volver al silencio desistí de volver a inducirme en aquel debate sin final definido y en el cual solo cabía la opción de acabar aún más confundida sin opción a una respuesta clara.
- ¿Y Milog? - Pregunté, más que nada porque si voy a aburrirme, mejor aburrirme mientras acarició un gato.
-Seguramente debajo de la cama, como de costumbre. - Me respondió la mayor la castaña mientras apuntaba algo en el folio. Haciendo caso a su indicación asomé la cabeza bajo la cama, solo para encontrarme con unos enormes ojos verdes, completamente abiertos, a menos de un centímetro de mi cara.
- ¡AH! - Y la castaña volvió a reír.
- ¿Esta? - Y como si fuera una señal el felino me lamió la punta de la nariz tras sus palabras, para acto seguido soltar un suave maullido.
-Esta. - Milog me observó y torció su cabeza, yo entrecerré los ojos. - Te encanta asustarme ¿Verdad? - La única respuesta que tuve fue un maullido, la única que podía recibir en verdad, porque si me empezara a hablar seguramente comenzaría a gritar y correr por todo el apartamento.
-Terminé. - Vaya, justo ahora que encontraba a alguien con quien aburrirme.
Bajé de la cama y me dirigí hacia la castaña, me puse a su lado y observé sus ejercicios, fue fácil darme cuenta de que ya había pillado el tranquillo de ese tipo de ecuaciones. - Con esto ya podemos decir que te has puesto al día con las matemáticas. - Y tras un momento de silencio pude notar como la morena me daba un beso en la mejilla, no era el primero y créeme que no iba a ser el último, al parecer Cat había encontrado un nuevo pasatiempo. Como pasaba siempre que me besaba, simplemente me sonrojé mientras aparataba la mirada enfurruñada. - ¿Dónde está la Catra que no es cariñosa? - Pregunté, ya harta de no encontrar un contrataque hacia su estrategia. La mayor se carcajeo suavemente.
-No soy cariñosa con mis amigos, con mi novia ya es otro cantar. - ¿Es normal que vuele cuando dice eso? - Se levantó de la silla. - Además...- Puso su mano sobre mi cabeza. - He descubierto que me encanta molestarte. - Reí ante la verdad de sus palabras.
-Me he dado cuenta. - Y tras eso posó un tierno beso en mi frente. - Tengo hambre ¿Qué te apetece almorzar?
-Lo que sea me vale. - Cat asintió en silencio para dirigirse a la cocina, pero tras unos pocos pasos pudo oír como llamaban al timbre.
La mayor paró en seco y me miró interrogante, yo por otro lado le miraba de una forma similar mientras me encogía de hombros ante la falta de información sobre quien podría ser.
¿Capitulo de transición filosófica? Capitulo de transición filosófica. Se siente.
Un saludo.
Finn
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Típica chica mala. (Catradora AU)
RomanceAl final todos pasamos por una etapa en nuestra vida en la que nos atraen los chicos o chicas malas, los típicos macarras. El día a día en el instituto de Adora se verá severamente cambiado debido a la presencia de una nueva alumna que, a pesar de s...