🔹Romper 🔹

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Virgo

Aún está en mi memoria el día en que todo llegó a su fin, camisa blanca y jeans azules fue como te presentaste a mi esa vez.

Tu expresión cargada de tristeza me advirtió que lo que ibas a decirme, no debía ser bueno, y no me equivoque.

"creo que deberíamos terminar"

Dijiste viéndome directamente a los ojos con esos luceros color miel provocando que cualquier rastro de sonrisa que halla dirigido hacia a ti, desapareciera completemante.

Pregunté ¿por qué? Y en mi mente sólo cursaba una palabra para responderte y esa era no.

No queria acabar con lo nuestro, no sin una explicación de tu parte, ¿había hecho algo mal? me cuestione a mi mismo.

Estába tan confundido y mientras negaba con mi cabeza dispuesto a no aceptar lo que decias, distes pasos hasta llegar a mi, sujestaste mi rostro entre tus manos y uniste nuestras frentes mientras cerrabas tus ojos fuertemente.

Parecías luchar contra algo, te veías tan retraído e indeciso pero terminaste por contarme cuál era la razón que te llevó a tomar esa decisión.

Y lo digo así porque no importaba lo que dijiera o cuanto sufriera por eso, no ibas a cambiar de parecer.

Con tu pulgar diste una caricia a mi mejilla y entonces dijistes que habías obtenido una beca en la universidad que querías pero esta estaba en otro estado.

Me comentaste que ese era tu sueño y que no podías rechazarlo, pero que también odiabas la idea de tener que dejarme.

Recuerdo mirar mis zapatos mientras seguías hablando de que una relación a distancia para los dos no iba a funcionar y que no ibamos a tener tiempo para los dos.

Un frío se asentó en mi corazón cuando comprendí, que nunca fui una opción para ti, entendía que aquella oportunidad era importate para ti y no podía ser egoísta con algo que podía favorecer tu futuro.

un nudo se asentaba en mi garganta con cada palabra que tus labios pronunciaban y por esa razón di media vuelta y me aleje de ti mientas escuchaba un " lo siento" seguido de un " te amo".

Después de tres meses sin saber de ti, me pregunté si irme de esa manera había sido la correcta, ni siquiera pude despedirme y muy en fondo no quiero hacerlo de todas maneras.

Sin siquiera darme cuenta los años habían pasado para mi, toda había cambiado y ya no era más ese niño que apenas empezaba su etapa de adultez.

Con una carrera y un trabajo estable vivía mis días tranquilamente, me gustaba estar en mi apartamento en completo silencio mientras veía las encendidas luces de la ciudad a través de mi balcón.

El sonido de mi móvil anuncio una notificación, y captando mi atención vi que era un correo de un antiguo compañero de clase donde me invitan a un reencuentro de curso.

Lo pensé por un momento, ya que no había sido tan cercano con ellos, pero al final decide ir porque no tenía ningún compromiso que me impidiera asistir a dicha encuentro.

Soltando un suspiro, el aire helado de noviembre me recibió cuando abrí aquella puerta que me llevaría al reencuentro de mis antiguos compañeros de clases.

Arregle mi boina que ocultaba una parte de mi rubia cabellera, cuando las miradas calleron en mi dirección, sonríe a medias sintiéndome incómodo porque a penas podía reconocer a algunos de las personas que estaban ahí.

Algunas llegaron a saludarme amablemente y otras sólo ignoraron que estába ahí. Mordí mi mejilla interna sintiéndome fuera de lugar estando con ellos, así que cuando la opción de irme vino a mi, unas risas y silbidos se escucharon en ese momento llamando mi atención.

Un grupo de hombre y mujeres rodeaban algo o alguien, pero no podía ver quien era porque no era tan alto y además aquel gentío  parecía como abejas rodeando un panal.

Resignado tomó los chocolates que habían en aquella mesa y los metí a mi boca mientras los masticaba lentamente y les daba una mirada aburrida a todos.

Hasta que alguin se posicionó a mí lado, alzando la mirada no pude evitar toser cuando vi de quien se trataba.

Me obligue a tragar los chocolates mientras daba dos pasos hacia atrás, estabas ahí, y esta vez no era mi imaginación jugando una broma.

Tus facciones habían maduro haciéndote lucir un hombre atractivo y tu gran porte te daba un aire elegante, después de mucho tiempo te volvía a ver y no sabía cómo reaccionar.

Asi que mi opción más valiente fue salir huyendo de ahi sintiendo mi corazón palpitar descontroladamente.

Pero parecias conocer cuál sería mi reacción ya que tomaste mi brazo cuando apenas cruzaba la puerta de salida, te mire directamente y traté de que mis ojos reflejarán neutralidad.

Mis piernas temblaron cuando me deje arrastrar hacia donde sea que me llevabas y una vez deteniendonos, no esperaste para  llenarne de preguntas que tenían que ver como había vivido todo este tiempo.

Respondí todas ellas con frases cortas y en algunos momentos nos quedamos en silencio solo viéndonos mutuamente, pero entonces me sonreiste calidamente mientras tu dedo índice dejo una caricia en la punta de mi nariz, apreté mis manos en puño porque aquel gesto lo hacias muy a menudo cuando éramos novios.

Pero entonces cuando alejabas tu mano pude ver el anillo que rodeaba tu dedo anular, y algo en mi pareció romperse.

Reuniendo valor te felicite por tu matrimonio rogando por estar equivocado, pero cuando observaste tu mano una mirada brillante fue reflejada a través de tus orbes, terminado con cualquier ilusión que en mi se hubiera formado.

No quise estar ahí, ni un minuto más, así que poniendo una excusa acabe con la conversación, me dedicaste un hasta luego y yo solo sonríe tristemente mientras me acercaba a ti y te envolvía en mis brazos tomandote por sorpresa.

Mi cabeza descanso en tu hombro y me regale solo unos segundos más contigo, me separe y entonces mis labios soltaron lo que Debí haber dicho años atrás

"Adiós"



Pará : Tauro

LIMERENCIA ~Signos Zodiacales Gay~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora