I'm truly yours. - Benedict Bridgerton

Lillie.

Capítulo dedicado a ursemey_ por darle me gusta a todos los capítulos y a ortiz6acosta por ser el segundo comentario.

🌻🌻🌻

Lillie estaba sentada en la mesa donde estaban mis herramientas. Tenía una manzana en la mano que  giraba con cierta gracia.

Ella era una de mis amigas mas cercanas en toda la escuela, era una musa. 

Había estado comprometida con un Lord que le doblaba la edad, este murió poco antes de su boda. Lillie nunca se había sentido atraída a la idea del matrimonio realmente, menos después de que él único hombre que había querido ya no estaba.

Sus padres quisieron buscarle un esposo de nuevo, cosa que ella no quería. Lillie escapó un día a la media noche, tomó el dinero de su dote de la oficina de su padre y salió por la puerta trasera con unos bocadillos, sin nada de equipaje.

El viaje a Canterbury fue dificultoso para ella, que nunca había salido de la ciudad, tardó una semana en entrar al señor Lamprou que la acogio con todo el amor como si fuera su hija.

Al inicio Lillie se encargaba de la limpieza y de ayudar en la cocina, hasta que un día, un riquillo le ofreció dinero para desnudarse y utilizarla para practicar, ella tenía vergüenza, ¿una señorita de sociedad que provenia de una buena casa mostrandose ante un hombre que no era su esposo?

Después de aquello vez, Lillie encontró una manera más fácil de conseguir el dinero necesario, si bien, Lord Lamprou nunca le cobró la estancia, su vestuarios y gustos no se pagaba solos, además de eso, había encontrado el placer de sentirse admirada y robar suspiros de los hombres que la veían. Con el tiempo, también empezó a entregarse con los que más atractivos le parecían o con los que más dinero ofrecían.

--Entonces, ¿Me dirás por que estás así?-Preguntó la morena.

Suspire. El joven Bridgerton llevaba varios días en mi mente, no podría sacar esos ojos risueños de mis pensamientos, cada vez que lo veía, mi corazón se aceleraba como nunca antes. Se había vuelto un deleite verlo salir de su cuarto por las mañanas, con su libreta bajo el brazo y un lápiz en su mano, siempre pensativo, siempre tan galante y atractivo.

Tenía dos días sin venir a verme, seguramente se había asustado de que lo había encarado.

Era cierto, estaba rara, incluso papá me había preguntado al respecto. Estaba atascada, había suma intención pero mis manos no coperaban en los absoluto y la imagen constante de Benedict en mi mente era el mayor impedimento, no había terminado ninguna de mis esculturas.

--Creo que le tengo afecto a un joven de la academia.--Solté en voz baja, mientras sacudía un poco de polvo de la mesa en donde estaba Lillie.

--¿El joven nuevo?--Preguntó curiosa, me reí. Ella era una buena observadora, medito unos segundos más.-- ¡El joven  Bridgerton!--Gritó mientras se bajaba de la mesa rápidamente.

--No alces la voz.--replique firme.--podría escucharte.

--¿cómo podría escucharme?--resoplo, incrédula a mis palabras.

--A veces viene y se queda mirando desde afuera.--acomode mi cabello y empecé a ponerme mis zapatos.

--Lo he visto, me tocó ser musa en una de sus clases.--Comentó mientras se detenía a ver uno de mis muchos inconclusos trabajos.

Me sentí molesta, unos celos me invadieron, no me gusta imaginarlo mirando a otras mujeres. Era desagradable. Imaginar a Benedict mirando las prominentes curvas de mi amiga, me hacia querer gritar.
Mi mente empezó a divagar, ¿cuántas musas habrá visto Benedict en su estancia en Lamprou? Aún peor, ¿Cuántas mujeres habrá tenido en su cama?

Cerré mis ojos y contuve la respiración. Cada pensamiento nuevo era más ridículo qué el anterior. Me sentía tonta. Miré a Lillie y esta se estaba riendo, seguramente mi cara era una mueca gigantesca.

--Iré a ver a papá, te veo después.-solté mientras me acerba a la salida.

--Te gusta un riquillo.--Gritó antes de que saliera por la puerta. Volteé a mirarla y ambas nos reímos.

🌻🌻🌻
Gracias por leerme hoy.

Ya saben que si quieren que les dedique un capítulo, tienen que comentar y dar me gusta, los escogeré al azar o dependiendo del continúo apoyo que vea.

Cuídense.