I'm truly yours. - Benedict Bridgerton

Jardín morado.

Capítulo dedicado a  lextomlinsonx  gracias por votar.. 

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Después de pasar toda la mañana trabajando a su máximo, Victoria se encontraba sentada en el jardín descansando. 

A veces le gustaba pasar las tardes ahí, tan solo admirando el cielo y escuchando a los pájaros. 

Suspiró y cerró los ojos para dejar que el sol tocará la piel de sus párpados, respiró profundo, no había nada mejor que respirar aquella brisa natural en la que se podían sentir los aromas que el jardín podría ofrecer. 

Victoria era fan de toda la vegetación natural, su flor favorita era la flor azulejo o aciano, era una flor exótica proviniente del oriente. Aun cuando solo había tenido una en su vida cuando su padre la pidió exportada para su cumpleaños numero 14, estaba embelesada por aquella morada planta y le gustaba recordarla mientras estaba en aquel colorido lugar imaginándose como sería un jardín repleto de ellas.  

Cada que llegaba el otoño ella y su padre trataba de conseguir una, algunas veces era complicado traerla y que sobreviviera el viaje de un continente a otro, algunas otras veces el costo era demasiado elevado que tenía que desisitir de aquel deseo y decirle a su padre que no era necesaria para que el hombre no gastara el dinero por algo que duraría pocos días de vida. 

El sol desapareció  abruptamente de su rostro y abrió los ojos confundida, encontrándose con Benedict delante de ella. 

--Esta lindo el día, ¿verdad?-Preguntó Benedict mientras apreciaba a la joven con la mirada.

--Lo está.--Contestó Victoria con una sonrisa que Benedict atesoro en su corazón.

--¿Puedo acompañarla?--La chica asintió mientras veía al Bridgerton sentarse a lado, no tan lejos de ella pero tan poco tan cerca como para invadir su espacio personal.

Admiraron el paisaje sin cruzar palabra alguna.

Estaban sentados en el pasto, la joven tenía los pies descalzos como ya parecía costumbre y traía un platón de cristal con varias frutas.

--¿Le gustan las uvas?--Preguntó Victoria mientras se metía una a la boca.

Llevaban varios minutos juntos, aunque aún no indagaban en la vida del otro, les empezaba a gustar estar sentados juntos en silencio. Coexistiendo, juntos.

El chico asintió y en un arrebato lleno de valentía, Victoria tomo una uva pequeña y la acercó a los labios del Bridgerton, el joven abrió la boca y la chica buscó rozar aquellos labios con sus dedos. Ambos suspiraron y se dedicaron a mirarse a los ojos.