Benedict.
Despertar con Victoria entre sus brazos, era una de las cosas que más disfrutaba en la vida, si no es que, era la que más amaba.
Se sentía revitalizado, el haber dormido a su lado lo había llenado de una paz incomparable y después de tantos días sin descansar, había dormido perfectamente bien.
No necesitaba más, siempre y cuando estuviera ella en mi vida.
-Victoria.-Hablé mientras acariciaba su espalda, ella arrugo la nariz ante mi acción.-Tienes que despertar si quieres despedirte de Theo antes de que se vaya.-Explique con un tono de voz suave.
-Tiene suerte qué sea mi mejor amigo, de otra forma no quisiera levantarme nunca.-Respondió aún con los ojos cerrados, acurrucandose hacía él.
Me reí, amaba todo de ella.
La note abrir sus ojos, frotarlos con sus manos mientras soltaba un sonoro suspiro.
-Dormí como una bebé.-Exclamó estirando los brazos.-Eres una excelente compañía en la cama.-Mencionó levantandose.
-¿Lo soy?-Pregunté con una cara picara.
Victoria, negó con la cabeza y una media sonrisa.
-Sí, lo eres.-Respondió mientras comenzaba a cepillarse el cabello.-Así que espero que estés en mi cama siempre.
Me encantaba, verdaderamente, me encantaba.
Ella era todo sinceridad y era tan refrescante qué ella no estaba atada a la norma social, no era aburrida y sabía como ser atrevida.
Me sentí apenado pero asentí, ella se rió, con una de sus tan deliciosas carcajadas.
Después de estar un mes lejos de ella esto se sentía nuevo, otra vez, pero, me sentía tan feliz de volver a redescubrila en todos los sentidos.
Mirarla era increíble, como se arreglaba el cabello, se ponía aquel tono de labios color cereza qué solo lograba resaltarlos y que tanto me gustaba.
Desde la última vez, había notado que había comenzado a usar más vestidos qué antes y había dejar de usar sus pantalones. No era qué me desagradara, ella se veía muy bonita siempre pero sentía que había dejado esa parte de ella.
Me pidió ayuda con su corsette y aunque era más bueno para quitarlo qué para ponerlo, dí mi mejor esfuerzo y seguí sus indicaciones.
-¿Vas a acompañarme?-Preguntó cerca de la puerta.
-¿Quieres que vaya?-Le comenté mientras me acerba a ella.-Porque si quieres, me quedo y les doy su espacio.
-Mejor ven conmigo.-Afirmó mientras me tomaba de la mano.
Cuando llegamos a la entrada, el carruaje de Theo ya estaba listo para salir.
-Te voy a extrañar mucho, Victoria.-Mencionó el hombre mientras la abrazaba.
Mentiría si dijera que no me sentí incomodo pero entendía qué él era una persona importante para ella, me lo habían dejado saber y si el contribuia a su felicidad, siempre estaría dispuesto a colaborar para que fueran cercanos.
-Oh, Theo.-Habló mientras acaricia su cabello.-Yo te voy a extrañar más, espero poder visitarte pronto junto con Benedict.
Cruzamos miradas, unas tranquilas, más bien amable.
-Serán más que bienvenidos.-Afirmó educado.
Hablaron un poco más y se marchó en el carruaje. Ella se había ofrecido a que lo acompañaremos a el embarcadero pero insistió en que no era necesario.
Hoy era un día libre para las actividades del instituto y estaba muy contento por ello, significaba un día completo para estar con Lamprou.
Fuimos al comedor a desayunar, no había tantas personas pero los pocos hombres y mujeres que estaban ahí nos miraban.
-Extrañaban vernos.-Susurró divertida Victoria mientras posaba su mano en mi rodilla.
-Eso parece.-Respondí y me dispuse a besar su mejilla.
-Creo que debemos hablar con mi padre, quisiera que estuviera enterado de que estamos juntos de nuevo.-Su mirada era fija, curiosa y esperando una respuesta de mi parte.
-Si así lo quieres, así será, mi vida.-Le sonreí y la sentí relajarse.
Terminando de tomar el desayuno nos dirigimos a la oficina del Señor Lamprou.
-Papá, queremos hablar contigo.-Habló mi amada mientras se sentaba en la silla de cuero, frente a su padre.
-Dime, mi niña.-Respondió con un tono tan dulce, era obvio que era su adoración.-Díganme.- corrigió al mirarme.
Victoria me miró, esperando que yo hablara y aunque me sentí nervioso, acepte dándole una corta sonrisa.
-Su hija y yo hemos decidido estar juntos de nuevo.-Comencé a relatar ante la atenta mirada de William Lamprou.-Entendí qué no deseo vivir mi vida sin ella y que quiero compartir todo con ella.-Me sincere y Victoria tomo mi mano.-Esperamos que esté de acuerdo, prometo no volverle a fallar.-Suspiré aún nervioso.
-¿Qué hay de tu familia?-Preguntó con una voz firme.
-Victoria es más valiosa para mí que un apellido, más que mi vida misma.-La voz salió tan decidida, aliviando mi nerviosismo.
-Nos elegimos papá, sobre todo y todos.-Afirmó sonriente.-Haremos todo lo necesario para estar juntos, sabemos que corremos un gran riesgo porque su hermano Anthony podría dejar de pagar sus estudios y sé que los plazas de becarios están llenas, pero podemos buscar alternativas e incluso estoy dispuesta a pagar su estancia con mis ahorros y los pagos de mi trabajo.
Su padre nos miró con detenimiento.
-Entiendo, y si es lo que quieren los voy a apoyar.-Una sonrisa acompaño su rostro.-Eso sí, no quiero que gastes tú dinero en pagar la estancia de Benedict, el dinero no nos sobra y cubrimos muy apenas los gastos.-Soltó mientras miraba a Victoria, podía sentir como el agarre de la misma en mi mano era más fuerte, incluso percibí qué contuvo la respiración.-Ya nos las ingeniaremos, el que mi hija te ame es la unica garantia que necesito, serás como un hijo más para mí.-Afirmó.
Victoria me miró, notaba nada más que emoción y felicidad en ella, su mirada brillaba y una preciosa sonrisa acompañaba su rostro.
-Tiene mi palabra que su hija es lo más importante para mí, no le voy a fallar.-Volví a repetir mientras estiraba mi mano hacía él.
-No podemos vivir de promesas Bridgerton, quiero que tus palabras sean respaldadas por tus actos.-Sentenció con una mirada fija en mi.-Ya vi a mi niña pasarlo mal una vez, no quiero que eso pase de nuevo.-Note qué su labio tembló un poco y yo sentí una vergüenza con él por haber dañado a su querida una hija.
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I'm truly yours. - Benedict Bridgerton
FanfictionDonde Benedict Bridgerton fija toda su atención en Victoria, la chica que no es precisamente una dama de sociedad. ó Donde Victoria tiene que decidir entre seguir su camino como artista o aferrarse a su amor por Benedict y la alta sociedad londinen...