𝗙𝗔𝗡𝗕𝗢𝗬𝗦 𝗜𝗻 𝗟𝘂𝘃 ➤ [ᴾᴶᴹ⁻ᴷᵀᴴ]

19° - Her & I

Horas Antes
Cafetería "Little Secret"
5:39 PM

Park Jimin

          Hyejun y yo aprovechamos muy bien nuestra estadía en la cafetería. Estando sólo nosotros dos, no nos importaba si hacíamos mucho ruido ó sí nuestras risas eran demasiado escandalosas.

          Solo éramos ella y yo.

          En verdad estábamos pasándola muy bien. Me encantaba ver a Hyejun de este modo, esta faceta despreocupada, libre y algo atrevida era algo que nunca había visto en ella. Me sentía dichoso de ser una de las pocas personas que pueden ver como ella era realmente.

          Otra cosa increíble era la gran cantidad de aciertos que tuve mientras jugábamos, en verdad Hyejun era una chica muy genuina, casi ninguno de los datos que sabía de ella estaban errados, pero debo admitir que tuve que mentir varias veces y fingir que desconocía la respuesta solo para hacer más emocionante el juego. Sino lo hacía Hyejun terminaría comiéndose la charola de dulces ella sola, y la verdad era que estaban muy deliciosos.

          Hyejun se estaba divirtiendo, pero odiaba ser la que estuviera perdiendo.

          —¡Es que no es justo! —dijo dándole una mordida con rabia al panecillo de mantequilla—. Tú ya sabes cuales son mis respuestas. Yo tengo que adivinar y yo soy muy mala en eso.

          —¡Eso no es cierto! —Me defendí enseñándole la tarjeta en la que había fallado—. ¿Cómo iba a saber yo que le tienes miedo a la oscuridad? Nunca lo habías mencionado en ninguna entrevista.

          —¡Me da vergüenza! A demás, lo dice el chico que sufre de lepidopterofobia —reprochó haciendo un tierno puchero—. ¿Por qué? ¡Son muy lindas! A mi encantan las mariposas monarcas.

          —No digo que no sean lindas, y tampoco les tengo miedo, simplemente no las quiero cerca de mi.

          —¡Igual! Es ridículo.

          —Como tú miedo a la oscuridad.

          Mientras jugábamos, el tiempo se nos fue volando y entre risas y aciertos, no nos dimos cuenta de en que momento la cafetería se había llenado a nuestro alrededor. Esa fue nuestra señal de que era hora de retirarnos. Mientras más personas hubiera, más posibilidades habían de que descubrieran a Hyejun.

          No quería que nadie lograra reconocerla, por lo que le pase mi chaqueta para que se cubriera mientras me dirigía a la caja a pagar.

          —No te preocupes, joven. Va por la casa. —dijo la amable señora rechazando el dinero que le ofrecía.

          —Pero no fueron nada más los cafés... —Traté de decirle, pero me paró agitando sus manos restandole importancia.

          —Lo sé —Volvió a colocar en el dinero en mi mano y su palma se cerró sobre la mía—. Pero yo invito. ¿Sabes? Tú novia es muy bonita. Y verlos pasar la tarde en mi café me hizo recordar a la época en la que salía con mi esposo. Él ya no está conmigo, murió hace unos años, pero veo en sus ojos el mismo amor que él y yo nos teníamos. ¿Cuánto llevan juntos?

          Yo bajé el rostro y me reí avergonzado.

          —Ella... Ella no es mi novia, pero espero que lo sea algún día.

          —Sí lo que esperas es a que esté enamorada de tí, déjame decirte hijo, que ya lo está —Miró por encima de mi hombro y saludo amablemente a alguien a mis espaldas. Me giré y Hyejun, ya con mi chaqueta puesta, le devolvió el saludo con una sonrisa—. No ha dejado de mirarte desde que estás aquí. Confía en mi, y no pierdas tanto tiempo en pedirle que sea tú novia. Una chica así no se encuentra todos los días.