12. It's better to feel

12.7K 1.1K 424
                                    

Holaa!! ¿Es muy temprano para ponernos 🔥? 

No olviden dejar su 🌟 y comentarios 

Cuando llegamos a la habitación, está casi oscureciendo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cuando llegamos a la habitación, está casi oscureciendo. La tarde se nos fue tan rápido entre almorzar, caminar y si, besuquearnos. No pudimos mantener nuestras bocas o manos quietas. No es como que hubiéramos puesto mucho empeño en hacerlo.

Apenas alcanzo a cerrar la puerta y Sebastián toma el control. Me agarra de las piernas, impulsándome a rodear su cuerpo y me lleva hasta la cama.

Por fin.

Me besa desenfrenado y hambriento, ambos hemos acumulado suficientes ganas después de tantas insinuaciones por la tarde. Con torpeza al ir tan acelerados, nos vamos quitando la ropa, como si fuera el mayor estorbo en este momento.

Nadie creería que hace unas cuantas horas lo hicimos en la ducha.

En cuestión de minutos estamos desnudos, muerdo mis labios al ver su deslumbrante cuerpo, su torso marcado y lleno de tatuajes, la longitud de su miembro; largo y grueso.

La boca se me hace agua y mi sexo pulsa con necesidad.

Lo empujo para que se acueste y me pongo encima, repartiendo besos húmedos por su mandíbula, bajando despacio por su cuello.

Su mano sujeta la parte trasera de mi cabeza, enredando sus dedos en mi cabello. A medida que voy bajando, voy besando y lamiendo sobre sus tatuajes, deleitándome con la vista. Su cuerpo se tensa y un gruñido escapa de él cuando mi lengua recorre una línea fija desde su ombligo hasta los oblicuos bien marcados.

Su polla se endurece bajo mis senos en cuanto muerdo a cada lado, levanto mi rostro y lamo mis labios sin apartar mis ojos de los suyos.

Estoy sobre mis rodillas, mi cuerpo rozando el suyo y a propósito, me muevo frotando la punta de mis senos contra su erección. El agarre en mi pelo se intensifica, pero no me inmuto, me froto un par de veces y es que, me excita sentirlo tan tenso, tan duro, con la mirada perdida y jadeando. Como si quisiera reprimir sus gemidos.

—Dahlia —gruñe.

Me levanto un poco y por un par de segundos observo su miembro y lamo mis labios, sintiendo la necesidad de saborearlo.

Me sorprende lo que estoy por hacer; no es mi primera vez, pero nunca antes había tenido la iniciativa o el deseo de hacerlo. No como lo tengo ahora.

Sin pensarlo demasiado, lo rodeo con mi mano y lamo la cabeza, deslizando mi lengua por la pequeña hendidura en su punta. Saboreo el líquido preseminal que ya se había acumulado ahí.

—Mmmm—gimo.

—Joder, Dahlia—le sale como un jadeo.

Siento como la humedad se desliza por mi entrepierna al escucharlo. Meto todo lo que puedo en mi boca y me centro en chupar la punta, pasando mi lengua por la parte inferior.

En los brazos de otro [COMPLETA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora