Capítulo dedicado a María que estuvo de cumpleaños ayer!! Felicidades hermosa 🥰
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Me dejo llevar por Mark hasta la salida. Voy temblando; siento que me quemo por dentro, que mi corazón y la sangre en mis venas arden... Me siento de alguna manera; ahogada.
Todo esto es demasiado.
Cuando mi abogado se detiene de manera abrupta, alzo la mirada y Benjamín está frente a nosotros, sin su abogado.
—Necesito hablar con Dahlia... a solas—le dice a Mark.
No tengo fuerza ni para responder. Mark me pregunta con la mirada y le doy un leve asentimiento, aun aturdida con todo lo que ha pasado. Me dice que va a estar esperando o algo así, la verdad es que tampoco le presto mucha atención.
Tomo una bocanada de aire y lo expulso lentamente, tratando de armarme de valor.
Lo miro.
Miro a quien creía que era el amor de mi vida; al padre de mi hija. Al hombre por el que estaba dispuesta a todo y jamás le importó, jamás fui suficiente... Sencillamente porque nunca me amó.
Él hombre que me hizo sufrir más que nadie. Podría reprocharle tantas cosas... pero, no puedo.
No puedo decir nada. Ya no me salen palabras.
Es como si algo muy dentro de mí, supiera que todo esto es en vano; que pase lo que pase, él ya ganó.
—Cariño... —susurra, acercándose y poniendo su mano sobre mi mejilla—. Perdóname, no quería que llegáramos a esto.
Levanto la cabeza y decido enfrentarlo. Quito su mano de mi rostro.
—¿Y a qué querías llegar? Me has sido infiel una, otra y otra vez... —golpeo con mi índice su pecho—. ¿Y ahora me vienes con esto? ¡No tienes ningún derecho a reclamar! Y el que uses a mi madre, manipulándola, es demasiado bajo; incluso para ti.
Resopla.
—No estoy manipulando a nadie; tu madre tiene las cosas claras—sonríe—. Tienes que dejarte de tonterías, Dahlia—chasquea su lengua—. Piensa bien las cosas...
—No tengo que pensar nada, lo único que quiero es el divorcio—digo con firmeza—. Eso es todo lo que quiero.
—¿Incluso más que a tu hija? —pregunta con la voz fría.
—Sabes que no—digo con la voz y el corazón roto.
—Puedes seguir con tu amante—encoge sus hombros—. Mientras hagas las cosas bien y no llames la atención, no tengo problemas—sonríe—. Puedes trabajar y hacer todo lo que tú quieras, Dahlia... —vuelve a acercarse y susurra en mi oído—. Y lo más importante... Mantener a Anne contigo.
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En los brazos de otro [COMPLETA]
Storie d'amoreNo era nuestro momento, lo sabíamos... Estar juntos no era lo correcto. Pero, ¿Qué pasa cuando el deseo es más fuerte que la razón? Hay cierto placer en lo prohibido...