¿Cómo no me di cuenta?, ¿Cómo pude ser tan Imbécil?
Joder, era tan obvio, ahora me doy cuenta. Las señales estaban ahí.
Me empino la botella de whisky una vez más. Ya no me genera ninguna molestia.
¿En qué momento dejo de ser solo sexo para mí? Porque está claro que para ella solo es eso. Un buen polvo.
¡Maldición! ¿Desde cuándo soy tan patético?
—Te estuve llamando —dice Mark saliendo a la terraza.
Se sienta a mi lado y bufo. Debería quitarle mi llave.
Nos sumimos en un silencio que no es incómodo, es mi mejor amigo y sabe que no hablaré hasta que me dé la gana. Los minutos pasan y trato de poner orden en mi cabeza. Dios, me siento tan jodido en este momento.
—Me vio la cara—rompo el silencio—. Joder, Mark... Me siento como un idiota.
—No creo que lo haya hecho a propósito—contesta y entrecierro mis ojos hacia él—. Ustedes tienen que hablar. No todo es blanco o negro Sebastián, hay otra parte en la historia.
Resoplo.
—¿Sí? Pues para mí es muy simple; ella está casada y aunque este divorciándose o lo que sea, tendría que habérmelo dicho. Yo TENÍA que saberlo.
—¿Y qué hubieras hecho? —pregunta—. ¿La hubieras dejado?
No contesto.
—Puedes decir lo que quieras Sebastián, pero ella te importa. Tu no repetías hasta que la conociste... Joder, amigo, te conozco bien. Si no importara, no te afectaría tanto.
—Lo único que me afecta es que me haya visto la cara, nada más. Y no, no siento nada por ella, el sexo era bueno, sí, pero hay más mujeres en el mundo.
—Di lo que quieras amigo, pero ambos sabemos que por muchas mujeres a las que puedas follarte, ninguna será ella.
—Esa es la idea, ¿No? —me mira y niega con un movimiento de cabeza.
—Por mucho que lo niegues, ibas en serio con ella y cómo tu amigo te digo que deberías escucharla y dejar que te explique.
❅❅❅
Desde ayer cuando salí furioso de la oficina, no he vuelto a saber de Dahlia. Me imagino que eso es todo. La jodida punzada en mi pecho no se va y aunque trate de concentrarme en el trabajo, la maldita verdad es que no puedo sacarla de mi cabeza.
Odio que me importe, pero odio más el que no haya sido honesta.
El día en la oficina es una tortura, en cuanto tengo algo de tiempo libre, me paso por la oficina de Mark.
Mi mejor amigo no quiso contarme nada anoche, lo único que hace es insistirme en que hable con Dahlia, como si el que debiera explicaciones fuera yo.
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En los brazos de otro [COMPLETA]
RomantizmNo era nuestro momento, lo sabíamos... Estar juntos no era lo correcto. Pero, ¿Qué pasa cuando el deseo es más fuerte que la razón? Hay cierto placer en lo prohibido...