En los brazos de otro [COMPLETA]

34- Pausa

La mediación fue un completo desastre. Fue imposible llegar a un acuerdo con Benjamín y esas palabras, casi amenaza, me pusieron la piel de gallina.

Tal como dijo Mark, la reunión no duró mucho.

Hoy me informó que ya empezó la Etapa Probatoria que es un plazo de tiempo para que ambos abogados se encarguen de reunir las pruebas que presentarán al juez antes de ir a juicio, ya que tienen que ser validadas por él.

Como cada año, desde el cumpleaños de Anne, se me pasan los días volando; acción de gracias, navidad, año nuevo.

Esta será la primera navidad en que Anne estará sin su padre así que quiero que lo pase increíble. Martha estará con nosotras.

Quedan pocos días, así que hoy decoraremos el arbolito y el departamento.

Benjamín pidió el año nuevo con ella y no me opuse. Es su padre y como ya le dije, no tengo problemas en que este con su hija. La llevará a Nueva York y estará aquí para la Audiencia Preparativa con el juez.

Martha viajará para ver a su hija esos días y yo... Yo no tengo planes.

No iré a ver a mi madre, ni siquiera le he contado del divorcio y me sorprende más el que Benjamín no lo haya hecho. Supongo que aún espera que me retracte.

Cosa que no pienso hacer.

—¿Comenzhamosh mamí? —me pregunta Anne, revisando las bolsas con decoraciones que compré.

—Si mi amor.

Abro la caja del arbolito y lo pongo en la esquina de la sala. Anne saca las cajas con pelotitas para decorar; hay rojas tradicionales con destellos dorados y otras blancas, con diseño de unicornio. Anne me ayuda a colocarlas, no llevamos un orden y aunque suene tonto, son estos detalles los que me hacen sentir libre; poder decorar a mi antojo, sin regirme por la elegancia o ese tipo de cosas.

Terminamos de poner las luces cuando llega Martha. Nos saluda y saca la estrella de una de las bolsas. Se la da a mi hija y yo la subo en brazos para que pueda colocarla, no queda muy bien así que cuando no mira, la acomodo.

Pasamos la tarde decorando, compré todo tipo de cosas, desde campanas, colgantes, muñecos y muchas, muchas luces.

Antes la navidad era una de esas fechas en las que solía aburrirme y honestamente, la odiaba. Cenas llenas de apariencia, criticas y rigidez. Pero desde que Anne llegó es diferente. Todo tiene más color.

Cuando terminamos, puedo sentir el espíritu navideño. La carita de felicidad de mi hija me llena y puedo sonreír satisfecha.

❅❅❅

Estoy despierta desde temprano, me levanté para ponerle los regalos a Anne bajo el árbol. También le compré regalos a Martha y sí, me hice mi propio regalo.