Capítulo dedicado a Nicole con E ❤ Gracias por la llamada de seis horas 😅 Eres mi Yin, nena🥰
Dejé a John a cargo y me escabullí para estar con Sebastián. No lo he visto desde el cumpleaños de Anne hace unos días porque he estado envuelta con los preparativos para la cena de acción de gracias. Como cada año, vamos a celebrarlo en casa y debo tener todo impecable para que mi madre no se la pase recriminándome durante la cena.
En cuanto pongo un pie en el departamento de Sebastián; se para delante de mí, ahueca mi trasero con ambas manos y presiona su pelvis; su dureza, contra mí, al mismo tiempo en que me besa. Un beso cargado de intensidad. Exigente... como quien reclama lo que es suyo.
Rompo el beso, abrumada, pero él no me deja estar y agarrando mis piernas; me levanta, vuelve a besarme y me lleva hasta su habitación.
Continuamos besándonos, tocándonos y la temperatura va en aumento. Sin tiempo que perder, comienzo a quitarle la ropa con su ayuda y en cuestión de segundos lo tengo desnudo frente a mí.
No deja de embelesarme su atractivo, sus tatuajes... Todo él.
Muerdo mi labio, coqueta y bajo su mirada hambrienta, deslizo lentamente el cierre de mi vestido y dejo que caiga a mis pies.
Sus ojos brillan con lujuria al verme con la lencería que compré especialmente para él, del mismo color del vestido que usé en la fiesta.
Se lanza a por mi boca y sin dejar de besarme, me hace caminar de espaldas hasta que nos topamos con la pared.
Se arrodilla y me da una sonrisa traviesa. Mi pulso se acelera.
—Justo así quería estar cuando me enviaste esa foto—sus dedos se deslizan desde mi tobillo, lentamente hasta llegar a mi cadera en una tierna caricia.
Separo mis piernas un poco, para darle acceso, pero el agarra una y la coloca sobre su hombro. Lame la parte interna de mi muslo y arqueo mi espalda.
Mi sexo ruega por su atención y él lo sabe, la humedad entremedio de mis piernas lo hace evidente... Aun así, se toma el tiempo y alarga esta deliciosa tortura, besando y dejando pequeñas mordidas alrededor que erizan mi piel.
Agarro su cabeza y enredo mis manos en su pelo, suplicante.
—Ya sabes lo que tienes que hacer, preciosa —dice con la voz ronca, mirándome fijamente a los ojos.
Llevo mi mano justo ahí, agarro mi braga y la aparto; tal como decía su mensaje aquel día.
Desliza su lengua por mis pliegues y me da una mordida suave en el monte venus. Echo mi cabeza hacia atrás y gimo. Me besa como hace nada besaba mi boca y cuando menos lo espero, introduce su lengua en mi interior y me folla así.
¡Joder! Estoy temblando.
Sus dedos rodean mi sexo e impaciente, tiro del agarre que tengo en su pelo en una clara demanda. Consigo lo que quiero, Sebastián presiona dos dedos en mi clítoris y me hace soltar un grito cuando lo palmea. Una. Dos. Tres palmadas... Sin detener el movimiento de su lengua en mi entrada.
ESTÁS LEYENDO
En los brazos de otro [COMPLETA]
RomanceNo era nuestro momento, lo sabíamos... Estar juntos no era lo correcto. Pero, ¿Qué pasa cuando el deseo es más fuerte que la razón? Hay cierto placer en lo prohibido...