42- Seguimos

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El juez nos dio un receso

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El juez nos dio un receso.

Salgo de la sala sin mirar a nadie, Mark va a mi lado. Nos sentamos en unas bancas que hay fuera y me extiende un botellín con agua. Apenas le doy un sorbo.

—No todo está perdido—dice Mark sentándose a mi lado.

Me rio, pero sin humor, sino una risa cargada de frustración e ironía.

—Así como vamos ya ni siquiera sé si se puede poner peor.

A diferencia de otras veces; no tengo lágrimas, no siento ganas de llorar y no estoy temblado. Solamente... Estoy. Puede que sea resignación, no lo sé. Es como si todo se hubiera pausado dentro de mí, como si mi cuerpo no supiera cómo reaccionar ante toda esta mierda.

—Escúchame bien, Dahlia—habla Mark, sujetando mis hombros y mirándome fijamente—. Te aseguro que todo va a salir bien. No va a ser fácil y sí, puede que se ponga aún peor... Pero saldremos victoriosos y obtendrás la custodia.

—¿Cómo es que estás tan seguro?

Sonríe.

—Aún tengo algunas cartas con las que jugar.


***


De vuelta en la sala, el juez le da la palabra a Mark y este me deja con la boca abierta en cuanto llama nada más y nada menos que a Lía a testificar.

—También quiere hundir al hijo de puta—susurra en mi oído, antes de acercarse a ella que está el estrado.

Después de hacer el mismo juramento, Mark comienza con sus preguntas.

—Señorita Lía Stevens, puede decirnos ¿Qué relación tiene con el señor Tillman?

—Fui la niñera de su hija por dos años.

—Niñera... —murmura Mark, paseándose lentamente de un lado a otro—. ¿Cómo lo conoció?

—Me llamaron desde una agencia de niñeras para la entrevista, quedé contratada en cuanto terminó.

—¿Hizo algo más aparte de cuidar a Anne durante esos dos años?

Me mira con cierta pena en sus ojos.

—También fui... su amante.

La habitación se llena de murmullos y sorpresa, incluso algunos flashes saltan.

Benjamín está furioso, puedo ver las venas marcándose en su cuello y aprieta el vaso de agua frente a él con fuerza.

Por mí parte, esto logra darme un poco de esperanzas.

—¿Cómo empezó todo eso?

Ella encoge sus hombros y mira a Ben.

—Al principio detalles, comentarios inofensivos dónde parecía que se preocupaba por mí.

En los brazos de otro [COMPLETA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora