CAIO
—Caio, por favor no hagas eso. Suelta el arma —no presté atención a lo que Melissa me estaba diciendo, sólo quería suplir mi necesidad, necesitaba el dinero y robar era más fácil.
Continué con el arma apuntando a la pareja y Melissa se abalanzó sobre mí, intentando coger la pistola; estábamos con las manos aferradas a ella y cuando Melissa toco la pistola, oímos el primer disparo, ella se asustó y antes de que soltara el arma, se disparó nuevamente.
Melissa me miró muy asustada. Yo acababa de matar a dos personas inocentes, que no tenían nada que ver con mis problemas.
Ella corrió hacia ellos y yo simplemente huí. Tenía mucho miedo, en ningún momento, pensé en Mel o en lo que le pasaría, solo me dirigí a casa.
Llegué allí desesperado y cuestionándome qué había hecho. Cuando la conmoción pasó, subí a mi habitación, metí algo de ropa en la mochila y dejé una nota pidiendo que no me buscaran, a menos que ocurriera algo muy grave. La primera persona que me vino a la mente fue Maya, mi hermana era la única que me podía ayudar.
Me escondí por años viendo a Melissa pagar por algo que no hizo. Ella tenía fe en que yo me entregaría, pero no lo hice.
Cuando miro atrás y recuerdo la vida que llevaba, me avergüenzo de haber sido tan egoísta.
Recordar ese día aun me enfada. No era ni un tercio del hombre que debería haber sido. Melissa sólo tenía 18 años y destruí todos sus sueños cuando dejé que sus huellas quedaran en el arma. Ella sólo intentaba evitar que cometiera aquella atrocidad.
Todo comenzó cuando me involucré con las drogas, fue la primera tontería que hice. Todo para vengarme de mi padre y demostrar que podía enfrentarme a él y a sus mentiras. Descubrí que él tenía otra familia; la otra esposa tenía un nombre reconocido en otro país, y ni siquiera, consideraba la posibilidad de que estuviera siendo engañada.
Cuando descubrí eso, me enfadé y quería golpearlo de todas las formas posibles. Entonces empezaron las agresiones verbales y cuando estaba a punto de convertirse en física, conocí a Maya, ella es la persona más dulce y valiente que he tenido el placer de conocer.
Nos convertimos en mejores amigos. En ese momento no tuve el valor de contarle que éramos hermanos, que nuestro padre engañaba a nuestras madres. Yo sólo quería disfrutar de su amistad.
Cuando empecé a involucrarme en todo lo malo, lo oculté a mis padres, siempre inventaba una excusa o una discusión con mi progenitor.
Estaba furioso con él y perplejo con mi madre, lo que ayudaba a alimentar mi necesidad de adicción. Era en mis adicciones que buscaba consuelo.
Maya empezó a hablarme de Jesús y vivía dándome consejos, decidí seguirle el juego y fui sorprendido de cómo ella ya lo sabía. Quedé inmóvil por algunos minutos y casi sucumbí al deseo de conocerlo a Él. Pero en aquel momento estaba ciego y, ni siquiera, el sermón de mi hermana me hizo ver en lo que me había convertido.
Continué durante un tiempo alimentando esta adicción, fue entonces cuando todo ocurrió.
¡Mi padre fue asesinado, y el culpable era yo! Los tipos que suministraban las drogas fueron a cobrar mis deudas y como él no tenía noticias mías, se llevó varios disparos. Mi madre me llamó, y volví con miedo a mi antigua ciudad; fui bendecido de poder pedirle perdón a él.
Nuestra reconciliación fue triste, ya que él me pidió perdón y me perdonó, falleciendo luego. Hace un año, me culparía y lamentaría sentado en la mesa de un bar, supliendo mis vicios, o incluso con mujeres. Hoy conozco la verdad y, por lo menos, soy libre de la culpa que tenía por la muerte de mi padre. Ahora, sólo necesito reunir el valor para hablar con Melissa.
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Un Largo Viaje
RomanceTraducción de la historia en portugués titulada: "Uma Longa Jornada". Autora: Janiele Gomes. La vida de Melissa dio un giro cuando fue condenada por algo que no cometió. Después de cinco años, ella recibe su libertad y decide reemprender su vida, lo...