♡; XXIX

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La mamá de Jihoon llegó a las cinco de la mañana a la casa, estaba agotada de trabajar doble turno en el hospital, pero era un favor que debía pagar, así que no pudo negarse ante tal pedido. Al entrar a la casa, se sorprendió de ver a Seungcheol en el sofá con Jihoon durmiendo sobre de él, ¿a caso vieron películas toda la noche y terminaron durmiéndose juntos? Miró la televisión y esta estaba apagada, no creía que hayan puesto el temporizador para que se apagara, pero estaba pensando en más explicaciones para lo que estaba viendo y ninguna de ellas era que su hijo y Seungcheol eran novios o que se gustaban.

Imaginaba mil escenarios mientras iba a su habitación, tal vez Jihoon intentó escapar en la noche y Seungcheol lo impidió forzándolo a quedarse hasta que terminaron quedándose dormidos. Tal vez realmente estaban viendo la televisión y se quedaron dormidos, hubo un apagón en la colonia y cuando regresó la luz, la televisión no se encendió. Tal vez Jihoon le había insistido a Seungcheol que se drogaran y terminaron quedándose dormidos luego de que los efectos pasaran, o antes, porque era más lógico para ella pensar que eso había pasado.

Pero lo que nunca imaginó y lo que realmente pasó es que luego de que se fueran a dormir, los dos daban vueltas en su lugar, Jihoon en la cama y Seungcheol en el sofá, pensando en que estaban tan cerca, pero a la vez tan lejos. Habían acordado que no dormirían juntos para no levantar sospechas, pero una hora después de acostarse, Jihoon se levantó de la cama y fue al sofá, recostándose sobre el pecho de Seungcheol.

—Hey, ¿qué pasa?

—Duérmete— le dijo el menor sin dar explicación.

Seungcheol sonrió y comenzó a acariciar sus cabellos hasta que los dos quedaron dormidos.

A las siete de la mañana la señora Lee comenzó a escuchar ruidos en la cocina, todavía tenía más horas para dormir y descansar, pero quería ver a su hijo antes de que se fuera a clases, así que salió de la habitación, caminó silenciosamente por el pasillo hasta llegar a la cocina, donde se quedó en la puerta y los observó.

—Sí, tengo dotes musicales, ¿por qué te sorprendes?— dijo Jihoon mientras alcanzaba el cereal de la alacena, Seungcheol estaba apoyado en el mesón viéndolo, esperando a que Jihoon preparara sus desayunos.

—Porque no lo mencionaste antes.

—No preguntaste antes— se encogió de hombros antes de abrir un cajón y sacar las cucharas.

—Te he preguntado tus hobbies antes y no lo mencionaste.

—Bueno, lo olvidé, no hagas un drama por ello— dijo y sirvió el cereal.

—¿Qué haces?— preguntó poniendo su mano sobre la de Jihoon para detenerlo.

—Preparar el desayuno— obvió.

—Pero primero va la leche y luego va el cereal.

—No... primero el cereal, luego la leche.

Los dos se miraron como si estuvieran enfadados, pero Seungcheol se inclinó y besó sus labios rápidamente, Jihoon sonrió y ahora fue él quien se paraba de puntitas para dejar un beso. La mamá de Jihoon se sorprendió por lo que estaba viendo, pero aún no decía nada.

—Yo prepararé mi desayuno— dijo Seungcheol y tomó la leche para servirla, mientras Jihoon continuaba poniéndole cereal a su tazón, luego cambiaron de producto y los dos estaban contentos por su forma de preparar el cereal.

Dieron la vuelta para ir al comedor a desayunar, pero se quedaron quietos y sorprendidos al ver a la señora Lee.

—¿Qué es lo que acabo de ver?— preguntó ella con seriedad.

—Lo sé, Seungcheol no sabe preparar cereal con leche— dijo Jihoon esperando que no haya visto el beso.

Su mamá se quedó en silencio unos segundos antes de decir —¿desde cuándo está pasando?

—¿Te refieres a: desde cuándo se prepara mal el cereal? Porque yo creo que toda su vida lo ha hecho mal— pronunció y recibió una mala mirada del mayor.

—Jihoon— su madre cambió su tono de voz a un suave regaño.

—Bien, desde la primera vez que vino— confesó el menor.

—Su hijo me gusta— fue la confesión de Seungcheol.

—¿Por eso te ofreciste a cuidarlo?— ese tono serio y neutral que no reflejaba si estaba molesta o no, los hacía ponerse nerviosos.

El pelinegro asintió en silencio por la pregunta —por eso le dije que no era necesario el dinero, puedo devolvérselo si prefiere— dijo y bajó la cabeza por la severa mirada que recibió.

—La historia es graciosa, ¿sabes?— habló Jihoon por el silencio incómodo que hubo luego de aquello —resulta que nos gustamos desde hace casi tres años, pero se confesó esa primera vez que vino ¿puedes creerlo?— preguntó con una sonrisa nerviosa, pero su mamá ni se inmutó, tenía esa mirada que le decía que estaba en serios problemas, pero también parecía que simplemente no le importaba lo que estaba pasando —¿te molesta que nos gustemos?— volvió a hablar al no obtener ni una reacción.

—¿Así que tu comportamiento ha mejorado, porque te gusta Seungcheol?— seguía sin revelar sus verdaderas emociones.

Jihoon asintió, aunque el cambio más drástico fue gracias a Seungkwan.

—Okay.

—¿"Okay"? ¿No vas a decir más? ¿No vas a cuestionarme si yo lo convencí a esto o si lo llevé al lado oscuro en el que estoy? ¿No vas a sermonearme y decirme que no debería tener novio hasta los treinta años? ¿No vas a regañarnos porque mientras ustedes estaban fuera de casa nosotros nos enamorábamos?— y sí, hablaba del sexo, pero esperaba que su mamá no lo interpretara de esa forma.

—Esperaba que Seungcheol te trajera algo bueno, y te has portado mejor de lo que lo has hecho en los últimos años, así que estoy contenta de que se gusten.

Los dos menores se miraron, no estaban seguros de mostrar su felicidad por ello, pero la señora Lee finalmente parecía estar contenta, así que se sonrieron.

—¿Seungcheol va a continuar cuidándome?— preguntó el menor antes de que fueran al comedor.

Seungcheol ya estaba comiendo de sus cereales, no le gustaba que el maíz se ablandara demasiado, así que debía comerlo ya; levantó su mirada hacia la señora Lee con la misma duda mientras masticaba suavemente.

—Creí que te suicidarías por tener un niñero... ah no espera, primero te marginan y luego te suicidas— dijo con una sonrisa burlona.

—¡Mamá!— se quejó con molestia —no me avergüences frente a él— susurró, pero fue escuchado más por Seungcheol que por su mamá, así que el mayor terminó riendo, aunque no entendía de dónde había salido eso.

La señora Lee rió también —contigo todo es vergüenza— negó sin remedio —pero sí, podrá seguir viniendo a vigilarte, pero si te portas mal, no estudias bien, vuelves a bajar las notas, te escapas o te vuelven a atrapar haciendo bromas o vandalismo en la escuela, Seungcheol no vendrá.

—Bien, lo acepto.

[♥]

Mi niñero Seungcheol [JiCheol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora