Esta vez Seungcheol si fue capaz de disfrutar su orgasmo (no como la última vez que tuvieron sexo real y fueron interrumpidos) y alargarlo lo más que podía con suaves embestidas; suspiró y llevó sus labios a los de Jihoon para besarlos con tranquilidad y amor, a pesar de que necesitaban recuperar su respiración, se besaron hasta que Seungcheol salió del interior del bajito y se recostó junto a él en la cama.
Los dos respiraban pesadamente, tratando de recuperar todo el aire, se acomodaron en la cama (Jihoon entre los brazos del mayor) sin decir nada, sólo disfrutando de la tranquilidad del momento. Seungcheol acariciaba la espalda de Jihoon con suavidad, habían tenido suficiente para no tener una segunda ronda esa noche, pero no tuvo problemas en comenzar a dejar besos en el rostro del de cabellos morados antes de dejar dos besos cortos en sus labios y mirarlo nuevamente.
—Tienes que vestirte— dijo Jihoon con una ligera sonrisa, su cabeza estaba subre el pecho de Seungcheol, así que miró hacia arriba para mirarlo directo a los ojos.
—¿Por qué?— hizo un puchero que Jihoon no pudo evitar besar.
—Porque dormirás en la sala.
—Pero yo quiero dormir contigo— nuevamente sus labios se unieron y lo abrazó con fuerza.
El de cabellos morados dejó escapar una suave risita —no podemos, si mi mamá llega temprano de su turno y nos encuentra juntos, dejarás de ser mi niñero.
—Pensé que odiabas que se diga que soy tu niñero— lo miró con una enorme sonrisa pícara.
—Agh tú entiendes— rodó los ojos y luego sonrió.
Seungcheol rió a carcajadas pero se detuvo cuando sus estómagos gruñeron de hambre —no hemos cenado— mencionó.
—Veamos qué hay en la cocina.
Se levantaron de la cama, no sin antes enrollarse entre besos un poco más, y se vistieron para buscar algo de comer, se miraban con coquetería sin decir nada y salieron de la habitación. Había para preparar ramen instantáneo, así que no dudaron en cocinarlo, se tomaron el tiempo de conversar, de seguir conociéndose más a fondo de manera mutua, o simplemente platicando de lo que habían hecho en su día.
Era la primera vez (en las cuatro ocasiones que Seungcheol había ido) que tenían la oportunidad de conversar luego del sexo. Para Seungcheol, el chico rudo, malhumorado y sarcástico del que estaba enamorado había desaparecido, sólo estaba un chico alegre, hablantín y bastante coqueto, era como si Jihoon tuviese trastorno de personalidad y ahora hablaba con el "Jihoon bueno", pero en realidad esa era la verdadera personalidad del menor y sólo con sus amigos la mostraba, aunque con él, había comenzado a mostrarla desde hace algunas semanas.
Por otro lado, Jihoon disfrutaba de los coqueteos e insinuaciones que Seungcheol le daba, era jodidamente sexy con sólo estar ahí frente a él y no podía evitar amar, cada vez más, cada cosa del mayor. Cuando se hizo bastante tarde, la conversación se tornó un tanto pervertida y obscena; estaban en la sala, sentados en el sofá viendo la televisión, pero uno mencionó algo pervertido y el otro continúo con ello y de pronto todo se les escapó de las manos... menos sus penes, literalmente, pues cada uno estaba sosteniendo el miembro del contrario mientras en sus bocas jugaban sus lenguas.
No tenían la intención de volver a follar, sólo querían divertirse un rato antes de dormir, y tener un orgasmo provocado por la masturbación que el contrario brindaba, fue la mejor diversión que encontraron. Sus pantalones y bóxeres estaban a medio bajar para que tuviesen la libertad de mover sus manos a sus antojos, Seungcheol era quien más movía su mano, de una forma rápida y evitando tocar la cabeza del pene, mientras que Jihoon estaba haciendo lo contrario, estimulaba más el glande que cualquier otra parte del miembro.
Las caderas de Seungcheol desesperaron por lo bien que se sentía, en ocasiones Jihoon bajaba la mano por toda la extensión y luego volvía a subirla para seguir haciendo círculos en la abertura de la cabeza. El pelinegro terminó enloqueciendo y separó sus labios del contrario para gemir por el orgasmo que había tenido, mojando la mano de Jihoon.
—Agh Jihoon~ eres bueno, muy bueno— dijo con los ojos cerrados, pues no se apartó demasiado del bajito, dejando que sus labios rozaran.
Jihoon sonrió también con los ojos cerrados, tomó el labio inferior de Seungcheol, tiró de él y luego habló —me alegra que te guste, ahora sigue moviendo tu mano que falto yo.
Seungcheol rió y continuó masturbándolo, pues se había detenido al conseguir su orgasmo; creyó que al menor le gustaría probar de un oral, la ocasión pasada no tuvo oportunidad de hacer con él lo mismo, así que se inclinó y separó los labios tomando gustoso del miembro. Succionó el glande con intensidad, haciendo que Jihoon gimiriera y una de sus manos se aferrara a sus cabellos. Su cabeza se movía de abajo hacia arriba, tratando de tragar todo, pero al no conseguirlo, tuvo que usar su mano para cubrir el poco restante.
De vez en cuando dejaba escapar el pene de su boca y lo tomaba en sus manos usando la misma técnica que Jihoon usó para hacerlo llegar al orgmaso, insistió en el glande acariciándolo con suavidad, de vez en cuando bajando su mano por la extensión y luego subiéndola repetidas veces antes de volver a la cabeza. Antes de dejar que se corriera, volvió a introducir el pene en su boca y succionó un poco antes de comenzar a mover la cabeza de abajo hacia arriba, cada vez con más rapidez.
Jihoon sintió un cosquilleó acumularse en su vientre bajo y luego sintió una corriente eléctrica que terminó en su pene expulsando su semen directo en la garganta de Seungcheol; gimió suavemente el nombre de Seungcheol, quien continuó chupando cada gota de su esencia. Al separar Seungcheol los labios del miembro, se miraron con una gran sonrisa y Jihoon introdujo su lengua en la boca de Seungcheol, saboreando de su propia esencia en la boca contraria.
Suspiraron y se separaron para mirarse, tenían enormes sonrisas de enamorados en sus rostros y eso los hacía sentirse sobre una suave y cómoda nube de amor.
El menor se puso de pie, colocando bien su ropa y dijo —iré a limpiarme.
—Te acompaño— dijo haciendo lo mismo.
—¿Por qué no esperas aquí a que termine?— lo detuvo poniendo una mano en su pecho mientras este terminaba de subir sus pantalones.
Seungcheol levantó la mirada y lo miró a los ojos —¿te da pena que te vea limpiándote? He chupado tu pene y metido mis dedos en tu trasero— recalcó.
Jihoon tragó en seco con un poco de nerviosismo —todavía tengo pudor, ¿sabes?
El pelinegro rió a carcajadas —de acuerdo, te espero.
—Gracias— dijo y le dio un beso rápido antes de irse.
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Mi niñero Seungcheol [JiCheol]
FanfictionLa preparatoria es un lugar salvaje, donde hasta el más mínimo error te pone hasta el final de la "cadena alimenticia". Jihoon no es de los primeros en esa cadena, pero al menos está en un lugar donde nadie se mete con él. Sin embargo, su mamá se em...