♡; VIII

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SeungCheol no se libró de las mil preguntas sobre por qué estaba en aquella mesa con aquellos chicos, pero en cuanto se toparon con JeongHan antes de que pudiera responder, él quedó en segundo plano. Estaban preocupados por su amigo, no les importaba con quien cogía o no, pero se trataba de un profesor y si Soonyoung (un chico del equipo de basquetbol y amigo cercano, lo que agradecían) los había descubierto, quién sabe cuántos más lo habían hecho o si en un futuro lo harían.

JeongHan estaba afligido, su plan no era que sus amigos se enteraran, pero ahí estaban, cuestionándolo. Comenzaba a odiar el momento en el que olvidó poner el seguro en la oficina, no era la primera vez que lo hacían en la escuela, así que ya debía tener la costumbre de poner el seguro al cerrar la puerta, pero simplemente fallaron esta vez.

Llevaban casi dos semanas sin poder tener intimidad, Joshua estaba ocupado preparando exámenes y Jeonghan estaba estudiando para ellos, así que en cuanto la semana estresante terminó, el menor buscó al profesor en la hora del descanso para tener un poco de acción. Tocó la puerta y entró en cuanto recibió el permiso, se sonrieron con coquetería, sabiendo a qué se debía la visita del alumno; en ese momento a Jeonghan se le cayó unas cuantas monedas del bolsillo al sacar su mano de él y se inclinó a recogerlas, cerró la puerta y persiguió la última moneda, alcanzándola antes de que rodara hacia abajo de un mueble, y ese fue su error.

—Ya terminaron los exámenes— mencionó el menor mientras se acercaba al mayor.

—Lo sé, estoy calificándolos.

—¿Crees tener un poco de tiempo?— caminó rodeando el escritorio y se sentó sobre de él, haciendo a un lado los miles de papeles que habían sobre la mesa.

—Creo tener un poco de tiempo— le sonrió y se levantó de su silla, comenzando a desabrochar sus pantalones.

Para cuando Jeonghan estaba desnudo de la cintura para abajo, sentado sobre la mesa, con las piernas abiertas y con el miembro del profesor en su interior, tratando de callar sus gemidos y abrazando al mayor, la puerta fue tocada y sin darles oportunidad de separarse, Soonyoung entró al lugar. Los tres abrieron los ojos en sorpresa y Jeonghan buscó cómo separarse del adulto antes de que su amigo se fuera, pero Soonyoung sólo hizo una reverencia en disculpa y salió de la oficina. Sus corazones estaban acelerados mientras se vestían con prisa.

—Yo me haré cargo— dijo rápidamente el menor al terminar de acomodar su ropa —es mi amigo, le pediré que no diga nada.

Joshua lo miró con preocupación.

—Nadie sabrá de esto, te lo prometo— dijo y besó sus labios antes de abandonar la oficina e ir por su amigo.

Para cuando logró encontrarlo, este ya estaba hablando con Seungcheol, Mingyu y Seungkwan en el pasillo; nadie habría sabido nada si Soonyoung no hubiera andado caminando por los pasillos con una cara de espanto, como si hubiese visto un fantasma, un alíen o un monstro. Seungkwan fue tan insistente en saber qué le pasaba, que terminó contándole, así que ahora Jeonghan tuvo que hacerles prometer a los cuatro que no dirían nada, pero ya no eran los únicos en saberlo.

—¿Desde cuando lo hacen? Por favor, dime que todo ha sido legal desde el principio— Seungkwan insistió en esa pregunta luego de sermonearlo un poco.

El mayor suspiro —llevamos desde el primer año coqueteándonos, pero el sexo comenzó cuando me hice mayor de edad, ¿crees que él quiere una demanda de mis padres? Todo ha sido consensual, y yo comencé las provocaciones, así que esta bien.

—No está bien Jeonghan, es un profesor, es casi veinte años mayor que tú, ¿a caso no tiene familia?

—¿Su perro cuenta?— intentó bromear, pero Seungkwan tenía una mirada enfadada que lo hizo bajar la cabeza y seguir jugando con sus dedos nerviosamente.

Hubo un breve silencio, ya todos habían dicho lo que opinaban, o al menos Seungkwan lo hizo por todos, así que llegó ese momento en el que se quedaron callados, pensando en las mil cosas que podrían suceder y que acaban de suceder; hasta que el silencio se vio interrumpido por Soonyoung.

—¿De verdad estabas en la mesa de los raritos?— preguntó mirando a SeungCheol, ahora sí le hubiese gustado no estar con Seokmin para ver eso.

SeungCheol levantó la mirada del suelo, estaban parados en un pasillo, pegados a los casilleros de JeongHan y Mingyu —¿por qué tanto alboroto por ello?

—Jamás habíamos tocado esa asquerosa mesa— dijo Seungkwan con molestia al recordar a Jihoon escupiéndole, sí, cada uno tiene su versión de la historia.

—Estoy trabajando en un proyecto con Jihoon— se encogió de hombro.

—¿Nos cambiaron de pareja en la clase de química?— preguntó Mingyu con preocupación, normalmente SeungCheol hacia las tareas y él era la cara bonita que presentaba todo.

—No dije que era escolar.

—Ya, te gusta el rarito— intuyó Seungkwan rápidamente y rodó los ojos.

—¿Qué? ¿Qué te hace pensar eso?— frunció el ceño ocultando su nerviosismo.

—Llevas desde el primer año observándolo, ya era hora que le hablaras— se cruzó de brazos y desvió la mirada.

—Eres muy obvio— completó JeongHan.

—¿Están diciendo que se dieron cuenta desde el principio?— preguntó y vio a los cuatro asentir —¿por qué nunca dijeron algo o me animaron a acercarme a él?

—Porque es un chico raro, no va contigo, además te insulta y te empuja cada que te ve en el pasillo; ¿supiste que saboteó el auto de sus padres para que llegaran tarde al trabajo? ¿Quién hace eso?— se quejó el menor.

—El mismo que saboteó el auto del profesor Park para que viniera a clases de color verde por una semana— comentó con gracia Soonyoung.

—Sí, sé lo que hace y lo que me hace...

—Pero te gusta, lo sabemos— interrumpió el menor —sólo sé cuidadoso, si sabe tus sentimientos y se burla de ti, no vengas llorando.

—Eso significa que puedes hacerlo— dijo JeongHan, conocía a su mejor amigo.

SeungCheol los miró con mala cara y rodó los ojos —sólo déjenme hacer lo que quiera, no intervengan— dijo y dio la vuelta para alejarse.

Habría querido mantener el secreto por más tiempo, pero no sabía que sus amigos ya sabían de su atracción por el bajito, aún así será divertido intentar tener encuentros con él, sería el momento ideal para que Lee Jihoon pague todos los insultos y todos los empujones que le ha dado. Si le preguntan por qué ha dejado por tanto tiempo que Jihoon lo trate de esa manera, cuando un jugador tan fuerte y más robusto que su agresor como él podría defenderse y hacerlo poner en su lugar, él mentiría, pero la respuesta verdadera sería: «me mira con intensidad y coquetería cuando me ve directo a los ojos al enfrentarme, y cuando me empuja menea el trasero diciéndome "vamos grandote, manoséame", lo que incita mis fantasías sobre de él».

Odiaba los días cuando mas quería ver a Jihoon, porque resultaban ser los días en los que menos lo veía, no sabía si Jihoon estaba ocultándose apropósito, o si solo era coincidencia, o tal vez, al igual que él, Jihoon estaba buscándolo en los lugares que más frecuentaba SeungCheol, cuando él buscaba en los lugares donde más frecuenta Jihoon. Como sea, ese día terminó igual que como comenzó: sin ver a Jihoon, al menos había tenido la oportunidad de verlo en el descanso.

[♥]

Mi niñero Seungcheol [JiCheol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora