♡; VII

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El lunes en la escuela miraban por todos lados (al menos nadie los miraba de forma inusual o juzgándolos como ellos creyeron), tratando de encontrarse en medio del pasillo, pero justo ese día sus horarios no coincidían y comenzaban a odiar que sus casilleros estuviesen lejos. Para la hora del almuerzo, Jihoon estaba solo en una mesa casi vacía de la cafetería, muchos no querían entrometerse con los chicos rebeldes de la escuela, así que esa mesa siempre estaba disponible para ellos; Wonwoo y Minghao tenían horarios distintos al suyo, así que Jihoon casi siempre era el primero en llegar a la mesa y ahuyentar a todo el mundo del lugar. Estaba tranquilo comiendo de la insípida comida de la cafetería cuando una charola fue asentada junto a él y, un chico que jamás se había sentado en esa mesa, se sentó junto a él.

—¿Qué haces?— le preguntó mirándolo con el ceño fruncido.

—Luego de lo del sábado pensé que no te molestaría que me sentara aquí— respondió SeungCheol destapando su bebida.

—¿Estás loco? Todos van a sospechar, aléjate— dijo y movió su charola lejos del mayor, colocó su hombro sobre la mesa, poniendo su cabeza en su mano y haciendo una especie de muralla.

—¿Sospechar de qué? ¿De que fui tu niñero?— susurró cerca de su oído a lo que Jihoon sobre reaccionó, mirándolo feo —¿dónde está mi bóxer? ¿Lo encontraste?— cambió de tema al recibir esa mirada fulminante, sin dejar que lo regañara o amenazara.

—No lo sé, no lo busqué— mintió y regresó a hacer su muralla humana, no iba a decirle que planeaba quedarse con él por un tiempo. No es que fuese un acosador o algo parecido, pero quería tener un recuerdo de la noche más perfecta que ha tenido en demasiado tiempo.

—Búscalo, voy a necesitarlo.

—¿A caso no tienes más?— preguntó sin moverse.

—Los tengo, pero si tengo uno menos, significa que debo lavar ropa un día antes— dijo casualmente y comenzó a comer de su hamburguesa, no era la más deliciosa, pero era mejor que el resto de la comida.

Jihoon sonrió ante eso y negó rodando los ojos, pero su sonrisa se esfumó cuando Wonwoo llegó a la mesa y se sentó casi frente a él.

—¿Y éste que hace aquí? La mesa de los populares está por allá— mencionó aunque realmente no le importaba que estuviera ahí, pero quería evitar la presencia de los demás jugadores, si veían que su capitán estaba en otra mesa, varios lo seguirían sin dudarlo.

—Éste, tiene un nombre— reclamó SeungCheol.

—Como sea, vete de aquí.

—¿Y si no quiero?

—¿Quieres que te lluevan huevos al abrir tu casillero?— preguntó con una mirada retante.

—¿Quieres recibir un reporte por vandalismo?— usó el mismo tono retador.

Jihoon sólo estaba ahí, observando a cada uno, nunca había visto a SeungCheol ponerse tan retador con alguno de ellos, normalmente eran Mingyu, Jun y Seungkwan quienes se ardían fácilmente y el capitán era quien los alejaba de los problemas.

—No sería el primero que recibiría, no me da miedo.

SeungCheol sonrió de lado —¿y qué tal el castigo de ser entrenado por Kim Mingyu, además de lavar su uniforme, limpiar sus tenis... básicamente ser su esclavo por un mes?

—No tienes el poder de hacerlo— dijo con la mirada seria con su entrecejo ligeramente fruncido, ocultando su nerviosismo.

—Señor director, creo que Jeon Wonwoo necesita una lección, un reporte ya no le hace daño, una suspensión le gusta más, ¿por qué no castigarlo con algo realmente retador?— pronunció tranquilamente —oh, claro que sí SeungCheol, mi jugador estrella y alumno favorito al que le haría caso sin dudar— dijo con una voz más grave, tratando de imitar el acento del director.

Wonwoo apretó los dientes y empuñó su mano sobre la mesa, miraba a SeungCheol con furia, pero la risa de Jihoon lo desconcentró y miró a su amigo esperando una respuesta.

—Oh dios, dame los cinco— dijo entre risas y levantó la mano abierta hacia SeungCheol, quien hizo chocar sus manos, sonriendo con orgullo —Wonwoo te dejaron sin cartas, es mejor que lo dejes.

—¿Vas a ponerte de su lado?— se cruzó de brazos y se reclinó hacia atrás en la silla.

—No estoy de ningún lado, pero debes admitir que Seungcheol tiene poder para joderte más de lo que su presencia en esta mesa puede hacer, así que déjalo.

En ese momento Mingyu llegó rápidamente a la mesa, tomó asiento de prisa junto a Wonwoo y asentó sus antebrazos en la mesa para recargarse sobre de esta —no vas a creer el problema en el que se metió JeongHan— expresó con emoción y luego miró a su alrededor, dándose cuenta de que esa no era su mesa y que Wonwoo y Jihoon lo miraban con mala cara —¿qué haces aquí?— le preguntó a su amigo.

—¿Importa? ¿Qué hizo JeongHan?— preguntó llevando su hamburguesa a sus labios para darle otra mordida.

—No voy a decirlo frente a ellos.

—Ni que nos afectara— habló Wonwoo comenzando a comer de su espagueti, hizo un gesto de desagrado, le hacía falta sal y sabía demasiado a tomate —además seguro Seungkwan ya se lo contó a todo mundo.

Mingyu chasqueó la lengua, el mayor tenía razón, así que procedió a hablar —Soonyoung lo encontró teniendo sexo con el profesor Hong en su oficina.

—¡¿Les acabas de decir?!— gritó detrás de Mingyu. El moreno cerró los ojos por miedo, Seungkwan siempre era intimidante —quedamos que esto iba a quedar entre nosotros— murmuró entre dientes, sentándose en la mesa junto al más alto.

—De todas formas ibas a decírselo a alguien más.

—¡Claro que no idiota! ¿Crees que quiero ver cómo expulsan a JeongHan por meterse con un profesor?— preguntó retóricamente y le dio zape en la cabeza a Mingyu, tratando de hablar lo más bajo posible, aunque de todas formas el lugar parecía un mercado por tantas personas hablando, así que nadie los escuchaba —estás peor que Soonyoung y su lengua floja. Y ustedes— los apuntó —cuidadito le digan a alguien de esto o sufrirán las consecuencias el resto de la preparatoria.

—¿Desde cuando nos volvimos presa fácil para que todo mundo nos amenace?— preguntó Wonwoo con enfado.

Jihoon se encogió de hombros terminando de comer, no sabía que el chisme entre los jugadores de basquetbol y las porristas era tan bueno, no es que le gustara el chisme, pero debía admitir que entre ellos se reservaban lo mejor.

Minghao llegó a la mesa con Chan, otro pequeño rebelde que hacía de sus travesuras, era nuevo en el área al ser de primer año, pero lo hacía porque estaba completamente enamorado de Minghao y el chino comenzaba a tener sentimientos por él, así que les pidió que lo aceptaran en el pequeño grupo de malhumorados y rebeldes chicos. Todos se quedaron callados, podía sentirse la tensión por el enfado de Seungkwan, así que Minghao preguntó qué sucedía, una cosa era que hubiese tensión entre todos los presentes (que sería lo normal) y otra era que estuviesen reunidos en la misma mesa; nadie dijo nada, pero pudieron calmarlo cuando Jihoon le dijo que luego le contaría, haciéndole señas a Seungkwan de que no diría nada sobre ese asunto.

Jihoon creyó que los dos jugadores y el porrista se irían de la mesa, pero ya que SeungCheol no se levantaba de ella, los otros dos no lo harían. Llevó a sus labios su bebida, pero terminó escupiendo todo el líquido cuando sintió la mano de SeungCheol apretar su muslo por debajo de la mesa. Seungkwan fue el primero en quejarse a pesar de que sólo le había caído unas cuantas gotas, pero quien se llevó todo fue Mingyu al estar justo enfrente a él, quien apenas reaccionó para cerrar los ojos con desagrado; mientras Wonwoo, Minghao y Chan reían a carcajadas, junto a SeungCheol quien trataba de ocultar su risa, Seungkwan huyó del lugar, seguido de Mingyu, quien se levantó para ir a secar su rostro y luego cambiarse.

—Nos vemos precioso— murmuró SeungCheol cerca de Jihoon, con tanto escándalo nadie más que Jihoon había escuchado aquello, y luego se marchó detrás de sus amigos.

—¡Excelente manera de echarlos!— dijo divertido Wonwoo, sin poder parar de reír a pesar de que a él también le había caído un poco de la Coca Cola.

[♥]

Mi niñero Seungcheol [JiCheol]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora