Capítulo 3 - parte 2

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[ 2016, Octubre, 11 ]

A unos 10 minutos de terminar las clases, Kanae junto con sus amigos se dirige a casa de Yuki. Para la mayoría es el recorrido normal dentro de todo, pero Kanae no conoce cerca de esos lugares, es la primera vez que se pasea por allí.

Se encuentra un tanto emocionada, a pesar de que sabe que va para estudiar, por hecho de que vaya a pasar el rato con sus amigos y aquél chico que llamó su atención a primera vista. Su corazón late un poco más rápido de lo habitual, y mira con detenimiento el lugar. Las casas son diferentes que de donde acostumbra caminar, más grandes, con materiales de calidad, más coloridas, pero el aire se siente más pesado, puesto que no hay muchos árboles.

El recorrido es muy corto, ya que la casa de Yuki está a tan sólo 4 cuadras de la preparatoria. Todos se quedan mirando por un momento la estatua de gato antes de pasar, no es algo que se vea todos los días en un jardín.

—No hay nadie chicos, mis padres siempre están trabajando, lo siento si esperaban conocerlos. —se rasca el cuello y ríe un poco avergonzado—. Por aquí queda mi cuarto. —señala una puerta, la cual abre y se ven unas escaleras en un pequeño pasillo, a unos metros de donde están.

—Tranquilo, los padres siempre suelen estar ocupados, no es algo extraño siendo que vivimos en Asia. —le comenta SunHee, que se muestra comprensiva con lo dicho.

Suben despacio por las escaleras y literalmente, sólo un par de baldosas hay de distancia entre la puerta. Afortunadamente, abre hacia dentro. Se topan con otra "estructura extraña" teniendo en cuenta el diseño del resto de la casa. Un pasillo de mas o menos un metro de ancho y del largo de toda la habitación, con una puerta corrediza estilo japonés tradicional. En este pequeño espacio, está acostado el gatito del chico de cabellos castaños. Tiene el pelo blanco y largo, con unos detalles en negro en su cuello. Sus ojos son celestes aguamarina.

—Él es mi pequeño Natsu. —se acerca a él y le acaricia la cabeza, mientras que el gato enarca su espalda y ronronea, pasando por las piernas de todos a saludar.

—Qué lindo~ —Jun lo levanta y le hace chocar suavemente la cabeza contra la suya, a modo de juego, mirándolo de frente—. Hola Natsu, soy tu nuevo dueño~.

—¡Hey! No lo escuches Natsu. —frunce un poco el ceño Yuki.

El resto de los chicos se ríen en aquél apretado espacio. Kanae deja sus zapatos allí, se decide por abrir la puerta lentamente, y pasa primero, sentándose en el suelo, pues lo ve bastante limpio. Los demás la siguen, también dejando sus zapatos, incluyendo el chico de ojos grises, que cierra la entrada al final.

—No tiene porqué estar en el suelo, señorita Mitsugashi, aquí hay una mesa también. —le señala en frente de la cama, una mesa con una lámpara y suficientes sillas para todos.

—Ahora que lo pienso, es gigante tu habitación Yuki. —le comenta Yamato, mirando a los alrededores.

—Oh... sí. Es que mis padres decidieron usar la de abajo, no sé porqué, si ellos son dos. Lo feo de tener una habitación tan grande, además de que por mi propia culpa me cuesta más limpiar —señala el suelo de madera— es muy solitario. —ríe, mientras va dejando su bolso en una de las sillas.

En cuanto él acomoda sus cosas, el grupo también va haciendo lo mismo, además de ir sacando los apuntes y demás. Mitsuru, que estuvo callada desde que llegó, sigue con la misma expresión que tuvo en todo el camino: una amplia sonrisa. Se ve que también está emocionada.

Los asientos quedaron dispuestos de la siguiente manera: Mitsuru está en una punta, a su lado izquierdo están en fila Kanae, Jun y Yuki, y al lado derecho SunHee, MinHyuk y Yamato.

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