Capítulo 10 - parte 2

59 43 68
                                    

Ríen divertidas las tres y se van a echar un vistazo en el chat

—⟨⟨ Hola, buenas tardes a todos. Estuve pensando que... Hemos pasado un tiempo algo tenso, en varias ocasiones recientemente, y me gustaría que podamos hablar entre todos. A modo de disculpa, quisiera invitarlos a mi casa, y yo pagaré lo que quieran comprar para comer ⟩⟩ —se trata de un mensaje del chico de ojos grises.

—Chicas, ¿Ustedes quieren ir? Yo me divierto en su casa. De las veces que fui, aunque sean pocas, la paso bonito. —ríe Kanae, pensando en jugar con él nuevamente o ver anime.

—Yo sí, aprovecharía para hablar más con Yamato sin pensar que lo molesto o distraigo de sus prácticas. —le menciona, mientras se pone una mano en el mentón.

—Yo también quiero ir, no la pasé feo la vez pasada. —sonríe naturalmente, de oreja a oreja con los ojos cerrados.

—Entonces le pongamos que sí. —dice la niña de ojos violetas, mientras teclea en el celular—. ⟨⟨ Hola Yuki, yo sí quiero ir, sería bueno si nos dijeras la hora también, más que nada para quienes vean el mensaje luego. ⟩⟩

—⟨⟨ Oh, señorita Mitsugashi. Creo que una vez que todos respondan sería mejor que decidamos la hora, sin ofender. ⟩⟩

—⟨⟨ Yo también iré ⟩⟩ —responde la chica de cabellos más claros.

—⟨⟨ Me divertí la vez pasada, así que también quisiera ir ⟩⟩ —les responde la pelirroja.

—⟨⟨ Bueno, faltan los chicos, ustedes respondieron mucho más rápido de lo que me esperaba ^^ ⟩⟩


En casa de los Yami, una hora después de que Jun llegase, el chat del grupo en el celular mencionado aún está sin abrirse. La razón es simple, apenas llegó quiso tomar una siesta. Ante unos sonidos extraños en las afueras que llegan hacia su habitación, se despierta.

Con una expresión somnolienta y a la vez algo molesta, camina hasta el pasillo traslúcido para darse una idea de qué podría ser. Y aún se escuchan: pisadas fuertes que parecen acercarse a su hogar. El chico de ojos rojos sacude su cabeza para despertarse lo más rápido posible, y corre hacia la entrada, cerrando la puerta con una llave. Enciende una de sus manos en electricidad, y opta por una posición defensiva.

—¿Será un ladrón, o un resentido de las familias? —se pregunta, caminando con cautela por donde se escuchan más los pasos bruscos.

Al pequeño demonio siempre le habían encargado vigilar la casa por el hecho de que, específicamente su familia, no tienen una casa por allí y otra en su ciudad; como se sabe por haber sido exiliados. Los demonios siempre tienden a vivir juntos en diferentes lugares poco frecuentados, en el caso de Tokio, tienen el bosque Esmeralda. Y algunos tienen casas cerca de los humanos aparte de la otra, justamente para cumplir su labor en la Tierra. Sin embargo, ellos mismos tampoco viven en paz completamente entre la especie, puesto que tienen ciertas diferencias como cualquier especie.

La familia Yami es bien conocida por haber ignorado las típicas reglas de procrear con alguien de una raza diferente. Los "resentidos de las familias", en el pasado enviaban muy a menudo demonios a tratar de destruir o saquear la casa de los Yami, pero Jun, siendo un híbrido "peligroso" y claramente poderoso, estuvo encargado de defender el lugar todo el tiempo mientras sus padres trabajaran. En la actualidad como no ocurría hace bastante, le dieron permiso para ir a la Preparatoria Nisenai.

—Demonios... —tanto la expresión como literalmente—. Ojalá mis padres no se enteren, quiero seguir yendo a la escuela. —dice para sí con un tono muy serio.

Nisenai FantasyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora