[ 2017, Junio, 17 ]
Son las 2 a.m., y los chicos ya se encuentran todos en salud. Durante el transcurso de las horas fueron levantándose y aseándose, siendo así Jun el último en salir del baño. Como si estuviese acostumbrado al frío, sale únicamente con una toalla cubriendo desde su cadera hacia abajo.
—Voy a poner a lavar todo en el lavarropas. —dice el chico más alto, ya con un color natural en su cuerpo y su voz grave.
—Por favor. —le encarga el ángel, mientras él continúa sanando y reponiendo las energías de todos.
No puede comenzar a sanarse él mismo porque es con quien más esfuerzo gasta, algo característico de su especie; así como tampoco puede reponer su propia stamina, sino que debe esperar a recuperarse. De igual manera, son los que más rápido pueden conseguir energía sin ayuda, sumado a que tienen mucha por naturaleza.
—¿Qué ropa debería ponerme? —se acerca el niño de ojos rojos a Yuki, mirándolo con curiosidad.
—Sólo debes usarla hasta que nuestra ropa de peleas se limpie. No es necesario que escojas algo como si fueras a salir. —le responde el chico de ojos grises sin verlo, continúa ayudando a MinHyuk.
—¿Estás molesto conmigo por lo que sucedió? —arquea ambas cejas y baja la mirada—. No lo hice a propósito...
—La señorita Mitsugashi mencionó que sabías que ella no te hizo daño. Por una parte te creo porque parecía que no querías cuando gritabas, pero de la otra... es simplemente extraño. ¿Cómo es que sabías eso? —aún sin voltear, le pregunta con un tono de hablar muy frío para ser que se dirige a él.
—Te diré lo que pasó... —aclara la garganta.
Como si estuviesen atentos a la conversación, todos miran a Jun cuando menciona lo último. A excepción de Kanae, que está durmiendo en el sofá. Literalmente luego de bañarse se sentó y quedó así.
—Me sentía como encerrado en mi propia cabeza, sin poder decir nada ni moverme como quería, pero podía ver todo y escuchar todo... Como esos sueños donde no puedes decidir qué hacer, —niega con la cabeza y alza los brazos a la altura de sus hombros, mostrando las palmas— trataba de separarme y decir, "¡No quiero hacerles daño! ¡No quiero pelear!"... Yo quería que sólo se fueran para que no les pase nada... Aunque sino hubiese sido por ustedes, hubiera matado a gente inocente... —esconde la cabeza entre sus rodillas y se abraza las piernas—. Lamento mucho todo el desastre que causé.
Lo miran con sorpresa, ninguno imaginaba algo similar muy seguramente. Sin embargo, contra todas las expectativas, Yuki no parece más comprensivo después de oír aquello. Continúa con una expresión seria. Su rostro, al igual que el de la hechicera, tiene ya unas grandes bolsas bajo los ojos, pero aún así no se lo ve cabecear. Está muy concentrado.
—Yuki, creo que ya es suficiente. Deberías descansar. —le comenta MinHyuk, con una expresión preocupada.
—Aún no termino, con ninguno. Si tan sólo no estuviera así... ya podría haberlos ayudado a todos. —dice con una voz aireada, como si hiciese fuerza para mantener su habilidad.
—Pero no podrás hacerlo si no descansas. Deberías dormir un rato en la cama. —le pone una mano en el hombro. El rubio le aconseja con cariño.
—Aún no. No podría dormir si me siento culpable. —frunce el entrecejo, sin mirar a ninguna parte.
—¿Culpable de qué? No es tu responsabilidad que nosotros estemos "de la forma más perfecta posible". Ni siquiera de forma natural nos sentimos bien físicamente todos los días. —arquea una ceja, viéndolo confundido.
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Nisenai Fantasy
FantasyKanae es una chica muy curiosa a quien le gusta mucho leer y escribir. Está obsesionada con un libro que existe desde la misma época que La Biblia, "La Utopía de Zaraín", donde se cuentan hechos que no están registrados en el otro, que es más popula...