Serie Chicas guerreras I.
⚽️ ¿Podrá él ser la luz que brille en su oscuridad? ⚽️
Venus es una futbolista de éxito. Delantera del equipo de fútbol femenino de la universidad, está muy unida a su familia y amigos. Aunque no todo es de color rosa en su...
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—No veas el caos que se ha desatado en Internet cuando has anunciado que estás saliendo con Venus —comentó Connor nada más verme. Habíamos quedado como siempre a medio camino. Jordan, que era su vecino, estaba a su lado.
—El noventa por ciento de los comentarios negativos vienen de las chicas que se han sentido atacadas porque no las has elegido a ellas —expuso Jordan.
Resoplé.
—Eso es lo que está mal en esta sociedad. Cuando dejemos de ver a las mujeres como objetos, cuando ellas dejen de verse como rivales, habremos progresado. No le veo el sentido de enfadarse por que haya encontrado a la otra pieza de mi puzzle.
Mis amigos me dieron unas palmaditas en el hombro.
—Solo de verte me da diabetes.
—Yo estoy por vomitar arcoíris —objetó Jordan.
Los miré con los ojos entrecerrados.
—Hablaremos cuando estéis tan pillados por una chica como lo estoy yo.
Había pasado más de un mes desde que había empezado toda aquella locura de aventura amorosa y cada día que pasaba estaba más seguro de que había dado con un brillante en bruto. Habíamos ido al cine, la había llevado a comer o cenar fuera, habíamos creado mucho contenido para sus redes... Tampoco era la clase de chico que quería pasar todo el tiempo que pudiera con su pareja; era de los que opinaban que había que darse un tiempo de separación también: salir con los amigos, estar con la familia o en solitario. No era bueno ser dependiente.
Llegamos al campus veinte minutos después. Pese a que podría ahorrarme la caminata yendo en coche, solo lo usaba cuando hacía mal tiempo. La temporada fría y de lluvias estaba llegando a su fin, aunque aún nos quedaba un mes de viento helado y tormentas.
Al pensar en las tormentas me fue imposible no pensar en Venus. Rememoré Año Nuevo, el baile y, después, cómo todo se fue al garete. La tormenta y todo lo que descubrí a continuación. Visto desde ahora, fue un gran paso para nuestra historia; fue la primera vez que confió en mí, que me dejó entrar en su mundo.
Nada más llegar al campus, todo fueron miraditas indiscretas y llenas de curiosidad y cuchicheos allá por donde fuera. Lo peor fueron los susurros para nada sutiles y ese silencio ensordecedor que enmudeció el aula cuando entré a primera hora. Venus ya había llegado; estaba sentada junto a Destiny haciendo caso omiso de lo que ocurría a su alrededor.
O eso estaba haciendo hasta que llegué y, como si tuviera un sensor que detectara mi presencia, volvió la vista hacia atrás, buscó mi mirada y esbozó una tímida sonrisa.
Recordé lo preocupada y enfadada que había sonado esa misma mañana, lo imponente que se sentía por haber salido mal parada. No podía imaginar la clase de insultos que habría podido recibir. ¿Cómo se había enterado la gente del nombre de su cuenta? Sí que había crecido un poco en el tiempo que llevaba manejándola, pero había sido una burrada la de seguidores que había adquirido de la noche a la mañana.
