Había días en los que Zoe no se centraba del todo, no podía.
Y estuviese donde estuviese siempre esos pensamientos le quitaban unos minutos de concentración.
Es que no lo podía evitar.
¡La pelinegra de los cojones la tenía casi al borde!
La había visto rondando a su rubia como quien no quería la cosa. Veía que salía a dar la vuelta por los pasillos donde justo Kharem estaba teniendo clases.
Escuchó que una vez tuvo que sustituir a uno de los profesores de inglés y sí, en la sección de la rubia.
Ella también decidió merodear ese día por el pasillo de esa sección.
Guardó cierta distancia para no ser tan obvia pues estaba segura de que sí la Argentina la encontraba ahí sabría de sobra sus razones y no dudaría en mofarse de la patetica situación.
Llegó segundos antes de terminar la clase y la vio salir junto a un grupo de estudiantes entre ellos la rubia.
La pelinegra se mantenía seria entre todo el bullicio de alumnos que la atacaban a preguntas.
Kharem sin prestar mucha atención pudo pasar entre el alboroto de estudiantes, pero un repentino agarre la detuvo de golpe.
Y el corazón de la morena pareció detenerse con esa escena también.
La rubia se volvió para encontrarse con la mirada intensa de la Argentina, desde lejos pudo notar que la mayor ignoraba a los demás para centrarse sólo en la menor.
Quiso ir hasta allá y quitar su mano de su rubia.
¡¿QUE COÑO TENÍA QUE ESTARLA TOCANDO?!
Vio que su boca se movió y la rubia consiguió soltarse del agarre sutilmente y asentir rápidamente para marcharse rápido en sentido contrario.
Decidió esperar un poco más y notó como Adriana acompañaba a Kharem con su mirada, como si quisiera ir detrás.
Y juró por Dios que si lo hacía ella iría mucho más rápido para detenerla, pero eso no pasó.
No supo si lo imaginó o si verdaderamente la mayor sonrió como tonta mirando a Kharem.
Tal vez sí lo imaginó porque cuando volvió a centrarse sin prestar atención a sus pensamientos la vio concentrada de camino a su oficina.
Cuando quiso esconderse sus miradas cruzaron y se sintió como idiota al dejar que la mayor la encontrará cual adolescente espiandola.
Adriana ladeó su cabeza extrañada de encontrarla - ¿Qué haces vos acá? - Preguntó con seriedad. Zoe no supo qué contestar y sólo se mantuvo en silencio.
La mayor levantó sus cejas como esperando a que dijese algo y después su rostro cambió a uno con más astucia, como si ya la hubiese descubierto - Le haré saber a Huerta que debe darte más cosas para hacer - Empezó con frialdad pero sus ojos eran una burla palpable -, pues te da tiempo de husmear en los pasillos y todo - Soltó ese comentario corto punzante y Zoe no dijo ni una palabra - Ve a tu puesto de trabajo, ahí es donde debes mantenerte querida - Finalizó mirándola con desprecio.
Zoe apretó su mandíbula pero no caería envuelta en su juego.
Tenía tantas cosas para decirle.
¡Por su puesto que las tenía!
Pero no lo iba a hacer, menos cuando la había encontrado con la guardia tan baja.
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Rompecabezas (Puzzle life) Continuación...
Teen FictionLa gente suele decir que en la vida nada es seguro, a veces la vida misma te demuestra que es así. Es un viaje al que te subes con muchas expectativas, en el que ganas muchas experiencias, buenas o malas pero siempre queda algún tipo de aprendizaje...