Rompecabezas (Puzzle life) Continuación...

Capitulo 41.

Este vendría siendo el capítulo 83.

— ¡Miguel! — Gritó Zoe atrayendo la atención del chico de ojos grises.

— ¡Hola! — Saludó él al ver a Zoe — ¿Qué tal?

— Bien— Respondió ella sonriente — y ¿tú? — Preguntó educada.

— Muy bien, gracias.

— ¿Tienes un minuto? — Preguntó con cuidado y él asintió — Necesito conversar algo contigo, si no tienes problemas claro— Dijo Zoe con algo de vergüenza.

— Claro. Podemos hablar, no pasa nada — Dijo él mirándola un poco confundido — ¿Qué pasa? — Preguntó mientras se sentaba en una de las mesas de la cafetería junto a la chica mayor.

— Es sobre Kharem — Dijo inmediatamente Zoe sin mirarlo a los ojos.

Miguel asintió lentamente teniendo una idea de qué podrían hablar, Kharem le había conversado algo sobre la actitud de la mayor.

— Nunca me contaste — Dijo él mirando a la rubia sentarse en su cama — ¿Que pasó en la fiesta de Judy? — Preguntó interesado desde su escritorio mientras transcribia alguna clase en su computadora — ¿Bailaron juntas? — Cuestionó divertido.

— Sabes que mi puntaje máximo para el baile es 3 — Respondió ella sin realmente responder.

Miguel rió un poco y desvío su mirada del ordenador para mirarla con interés — Bueno da igual, cuéntame — Insistió.

— No hay nada que contar solecito — Dijo ella sonando derrotada.

— Pero ¿nada, nada? — Preguntó él con interés de saber lo que había pasado. Un curioso de primera.

— Bueno, Miguel el curioso — Bromeó ella simulando estar agobiada con el extremo interés del chico y él soltó una carcajada.

— Algo tuvo que haber pasado — Dijo el con seguridad, como si hubiese estado en el lugar con ellas — Un avance, algo.

Kharem resopló y lo miró con cara de pocos amigos.

Él celebró internamente, sabía lo que significaba esa mirada; estaba por conseguir que le contara lo que sea que había pasado esa noche.

— Hablamos — Dijo ella sin más y sin mirarlo siquiera, su mirada estaba en su teléfono revisando Instagram despreocupadamente.

— Y ¿de qué? — Preguntó interesado.

— De Adriana ¿puedes creerlo? — Preguntó entre divertida e incrédula. No podía creer que aún aquello le pasara factura.

Miguel rápidamente dirigió su mirada hacia ella y frunció el ceño extrañado — Explícame, no entiendo — pidió y volvió a fijarse en su trabajo.

— Ella lo sabe — Dijo la rubia con voz apagada y tenía los ojos grises nuevamente sobre ella —, lo de Adriana. Lo sabe.

— ¿Cómo es que lo sabe? — Preguntó preocupado dejando de teclear, pues se había concentrado de verdad en el relato.

— La otra vez Zoe y yo tuvimos un momento muy particular, donde casi nos besamos y por jugada del destino nos interrumpió Adriana — Explicó ella y el la miró sorprendido — En fin — Continuó ella haciendo caso omiso cuando él se quejó de no saber del casi beso con la europea —, Adriana me estaba buscando porque se enteró del incidente del hospital y tuvimos una discusión — Explicó recordando el momento —, claro Zoe ya no estaba ahí cuando discutimos — Aclaró antes de que su amigo preguntara — O eso creí.