La gente suele decir que en la vida nada es seguro, a veces la vida misma te demuestra que es así. Es un viaje al que te subes con muchas expectativas, en el que ganas muchas experiencias, buenas o malas pero siempre queda algún tipo de aprendizaje...
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En pocas horas Kharem había acumulado doce llamadas perdidas de parte de Adriana en su teléfono, cuando bajó del taxi que tomó directo a su casa, la llamada número trece entró, sintió su celular vibrar en su bolsillo y próximamente el ring tone inundando la casa vacía con su melodía.
Fue rápidamente a su habitación, no podía entender aun lo que había pasado, no cabía en su cabeza alguna razón lógica para esa reacción. Estaba totalmente impresionada. Sus muñecas aun dolían, una tenia las marcas de las uñas bien marcadas, por un momento pensó que romperían su piel, pero aunque no fue así, dichas marcas eran bastante notables, mas aun porque se estaban tornando de un color rosa casi rojo.
¿Tan importante eran esos pendientes? Se preguntó a sí misma. ¿En realidad, había necesidad de reaccionar de esa forma conmigo? Volvió a preguntarse y las lágrimas empezaron a caer. Su teléfono empezó a sonar y de inmediato reconoció el ring tune de "Me elevas" una canción de Judy en su versión remix. Era su hermana quien llamaba, Kharem respiró hondo y dejó pasar la llamada, porque sabía que al escuchar la voz de Judy empezaría a llorar de tal manera, que haría saltar cualquier alarma de la cantante.
Judy volvió a llamar minutos después y esta vez sí atendió.
—: ¡Corazón mío! Saludó la cantante. —: ¿Donde andas?
—: En casa. Respondió de la manera más serena que pudo. —: ¿Por qué?
—: Llevare comida china... espera, ¿Por qué estás ahí, Adriana está contigo? Preguntó y Kharem se puso nerviosa.
Sabía que si hablaba demás Judy notaria que algo pasaba. Su hermana la conocía muy bien. Tampoco podía contarle con exacto detalle lo que había sucedido con Adriana. Judy saldría corriendo detrás de la mujer de cabello negro para tratar de defenderla y tal vez se comportaría peor de lo que lo hizo la profesora con ella.
—: Adriana... Empezó a explicar un tanto insegura. —: Se acaba de ir, sólo estoy yo aquí.
—: ¿No iban a salir hoy? Recuerdo que estabas muy emocionada. Comentó Judy.
—: Si, pero al final no hicimos nada. Sólo estuvimos en su apartamento.
—: Esta bien, en veinte minutos llego y me cuentas que es lo que te pasa. Dijo cambiando su tono de voz a uno más serio.
—: ¿Qué pasa de qué? Preguntó Kharem, poniéndose alerta.
—: No me engañas ¿sabes?
—: ¿Qué? No sé de qué hablas Judy.
—: ¿Estás bien? ¿Pasó algo?
—: No, todo bien. Comentó rápidamente. —: Hablamos cuando llegues. No se habla por teléfono mientras se conduce. Cortó ágilmente evadiendo cualquier otro comentario de su hermana mayor.
