La gente suele decir que en la vida nada es seguro, a veces la vida misma te demuestra que es así. Es un viaje al que te subes con muchas expectativas, en el que ganas muchas experiencias, buenas o malas pero siempre queda algún tipo de aprendizaje...
Un tanto desconcertada Kharem salió de la cama para tomar una ducha y así empezar con sus actividades diarias.
Su cuerpo estaba algo agitado y acalorado, se dio cuenta que en su cuello había un pequeño hilo de sudor, sentía como si sus mejillas fueran a explotar, su respiración era entrecortada y constantemente sentía un cosquilleo, que recorría su cuerpo entero. Cosquilleo que llegaba hasta su entrepierna, donde presionó levemente al estar debajo de las gotas de agua fría.
Kharem no podía creer que había soñado algo así.
Mientras cepillaba sus dientes se preguntaba ciertas cosas, que para ella no tenia explicación alguna.
"¿Qué hacia ella en sus sueños?" Se preguntó primero y frunció el ceño levemente. "¿Por qué se sentía así al pensarla semidesnuda como en su sueño?" Se hizo la segunda pregunta y sacudió un poco su cabeza, tomando un poco de agua para terminar de sacar lo que había dejado la crema dental fuera de su boca, cuando estaba cepillando sus dientes.
Pero las preguntas principales eran "¿Por qué estaba casi desnuda? ¿Era una especie de señal acaso?"
Una señal de que sí le gustaba Zoe ¿tal vez demasiado?
Pero eso no era algo nuevo para ella, pues ya sabía que en efecto la morena le gustaba.
Aunque Kharem no estaba segura si era un simple gusto, algo que no iría mas allá de nada o si era algo que no dudaría en hacer si tuviera una oportunidad.
¿Sería que eso era lo que trataba su sueño? La rubia no lo sabía muy bien.
Por otro lado estaba Adriana quien también había aparecido, pero había actuado de mala manera.
La joven deportista estaba consciente de que la mujer de cabello negro no se había portado del todo bien últimamente, pero no había rastros de actitudes tales como las de su sueño o ¿sí?
Kharem terminó de arreglar sus libros dentro de su bolso, y despejó su cabeza de todas esas preguntas que estaban yendo y viniendo constantemente en su cabeza. De todas maneras los sueños no siempre significan algo... ¿verdad?
Cuando estuvo lista para ir a la escuela, salió en su bicicleta como de costumbre.
Las horas pasaron como si nada, entre clase y clase. Aún no podía dejar de pensar en su sueño. Rápidamente salió de sus nubes de pensamientos, cuando su profesor de matemáticas llamó su atención, haciéndole una pregunta.
La rubia lo miró sorprendida y él levantó sus cejas, esperando la respuesta de su estudiante.
—: ¿Sabe la respuesta Arráez? Preguntó él y Kharem negó de inmediato. —: ¿Al menos sabe qué le pregunté? Cuestionó nuevamente hacia ella y encogiéndose de hombros, con una mueca de pena Kharem volvió a negar ante la pregunta, mientras escuchaba unas que otras risas de sus compañeros. —: Como les decía, la respuesta es... continuó explicando aquel hombre, que a diferencia de la mayoría de los profesores, era un poco más joven; Kharem podía asegurar que él y Adriana eran los más jóvenes y sin embargo eran mayores en comparación con ella.
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