Es pasada de la media noche cuando volvemos a casa, me duelen los pies de tanto caminar miro las escaleras con recelo no quiero subirlas me mataran los pies más de lo que ya están miro a Vladimir que sigue mis pasos.
-¿Te importa dormir en el piso?-
-¿Por qué?- pregunta con extrañeza.
-Por que estoy segura que si subo las escaleras me quedaré sin pies-
-Eso se puede arreglar-
Antes de lo procese me toma en brazos, grito por la sorpresa mientras enrollo mis brazos alrededor de su cuello él se ríe a mi reacción sube con facilidad las escaleras conmigo en sus brazos pensé que iba a bajarme una vez que estuviéramos en el pasillo pero continúa el recorrido, una vez que llegamos a la habitación me deja en la cama siento como mi cuerpo se relaja sintiendo como el sueño junto con el cansancio empiezan a llegar siento como Vladimir me quita los tenis.
-¿Qué estás haciendo?- pregunto en un murmullo.
-Tú relájate no te preocupes- se cierne sobre mí, para depositar un beso en mi frente- descansa kitten- con eso me dejo llevar en un profundo sueño.
El sonido del despertador me despierta, me tallo los ojos para quitarme el resto del sueño me estiro pero siento un peso en mi cadera miro hacia un lado para encontrarme el cuerpo de Vladimir aún lado tiene el torso desnudo, tiene el rostro sereno parece en un profundo sueño trato de levantarme pero aprieta su agarre y me pega más su cuerpo mientras suelta un gruñido siento su erección matutina clavada en mi trasero, sigo intentando salir de la cama.
-Quédate quieta- gruñe en mi oído en voz baja.
-No puedo, tengo que ir a trabajar-
-Quedémonos en la cama-
-Me encantaría pero tengo un imperio que mantener-
Con eso me suelta en cuanto me levanto siento un azote en mi trasero, lo miro con las cejas arqueadas el simplemente me sonríe mientras pone sus brazos detrás de su cabeza los rayos del sol que entran por las ventanas iluminan su cuerpo trago saliva duramente al ver mi reacción sonríe con arrogancia, rápidamente me dirijo hacia el baño para prepararme me miro en el espejo tengo las mejillas sonrojadas.
¿Soy yo o hace calor?
No sé cuánto voy a aguantar para no tirarme encima de él y así nunca salir de la habitación, entonces se me ocurre una idea para probar su resistencia, salgo del baño envuelta en una toalla después de una ducha veo como sus ojos se dirigen hacia mis piernas traga saliva duramente.
-¿Qué haces?- pregunta con voz cargada de deseo.
-Me voy a vestir- digo con simpleza- ¿por qué?-
-Por nada-
Me dirijo hacia el vestidor que queda justo enfrente de la cama, dejo caer la toalla mostrando mi desnudez escucho como suelta un gruñido ignorándolo me dirijo hacia el cajón para tomar un conjunto de lencería provocativo escojo uno negro de encaje con suma lentitud primero las bragas, sujetador, liguero, por último las medias cuando termino de subir ambas medias y ajustarlas a los broches del liguero subo la mirada hacia el espejo para encontrarme con unos ojos azules que me devoran, toma mi cintura para acercarme a su cuerpo con brusquedad suelto un jadeo sintiendo su erección más grande clavándose en mis nalgas, una de sus manos toma mi cabello para inclinar mi cabeza hacia atrás con fuerza pero no la suficiente para hacerme daño captura mi boca en la suya suelto un jadeo de sorpresa cuando su otra mano baja hasta mi sexo juega con mi clítoris siento como mis piernas se ponen débiles suelto un gemido cuando uno de sus dedos se pierde en mi interior, sigue jugando conmigo mientras su boca se pierde en mi cuello cuando estoy cerca del orgasmo se detiene se separa de mí lo miro frunciendo el ceño él simplemente sonríe arrogantemente.
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Amarte de Nuevo
RomanceSaga Flores en la Mafia #2 ¿Qué pasa cuando cometes un error? Un error que te costó lo que mas amabas Para Vivianne Bianchi el haber cometido aquel error, le costó mas de lo que quiere admitir ahora tiene que afrontarse a las consecuencias de sus...