Amarte de Nuevo

Capítulo 36

Vivianne

Día 3

Entro al almacén, veo que mi tío y hermano ya bajaron a Francesco de la pecera miro el resultado sus heridas están realmente horribles, sus piernas están rojizas parece como si hubiera estado bajo el sol durante horas debido al agua con cal y ni se diga de la sequedad de su piel ahora, cuelga del techo todavía pero veo que está de espaldas mientras que Enzo toma un látigo con púas, entonces se lo que va hacer, suelta una risa siniestra cuando prueba la resistencia me mira un par de segundos entonces asiento con la cabeza para que comience.

-Voy a cobrarme cada uno de esos golpes basura-

El sonido del látigo corta el aire, estrellándose en la espalda de Francesco suelta un grito de dolor cuando las púas se clavan en su piel, mi hermano tira con fuerza desgarrando parte de su piel rápidamente la sangre empieza a salir por su espalda hasta el piso, pero eso no lo detiene sigue golpeándolo una y otra vez hasta que se cansa y los gritos de dolor se convierten en quejidos tenues, en total fueron doscientos latigazos por que yo misma los conté su espalda está destrozada incluso alcanzo a ver un poco de hueso de su columna vertebral y la sangre escurre por todo el piso pero es solo el principio de lo que le harán, mi tío les hace seña a sus hombres para que lo bajen, frunzo el ceño.

-¿Qué planes tienen ustedes dos?-

Mi hermano se frota las manos como si fuera un villano y mi tío simplemente sonríe.

-Algo más divertido-

-Define diversión- digo arqueando una ceja-espero que sea bueno el espectáculo, traje palomitas y golosinas- digo mostrando la bolsa.

-Será bastante divertido, hermanita-

-¿Habrá más sangre?-

-Mucha- responden al unísono.

-Nuestra familia es rara, ninguno de nosotros tiene los cables completos- digo mientras tomo asiento en mi lugar habitual- pero dense prisa que tengo una cita en un par de horas con mi hombre-

Veo que varios hombres traen una rueda gigante, que simula el tiro al blanco colocan a Francesco en la rueda ajustando sus manos y tobillos dejándolo totalmente expuesto en una X, trata de salirse pero sabe que es inútil ya no tiene fuerzas para hacerlo veo que mi hermano saca varios cuchillos y los coloca en la mesa, entonces caigo en cuenta de lo que van a hacer, tomo un puñado de palomitas y las llevo a mi boca.

-Procuren darle en donde no corra mucha sangre, suficiente tiene con su espalda pero lo necesito vivo todavía para lo que voy a hacerle- digo, ambos asienten a mi petición.

-Giren la rueda con fuerza y no paren hasta que escuche sus súplicas-

Mi tío toma un cuchillo lo mira unos segundos antes de levantar su brazo y lanzarlo entonces el grito de dolor de Francesco se escucha en todo el lugar veo que el cuchillo aterrizó en su hombro pero la rueda sigue girando salpicando la sangre que sale de la herida luego es el turno de Enzo toma un cuchillo más pequeño sin más preámbulos lo lanza veo que roza el costado de la escoria sacándole otro grito de dolor se siguen turnando hasta que se acaban los cuchillos, eran unos quince en total algunos quedaron en la madera pero otros se incrustaron en el cuerpo de Francesco tiene dos en ambos hombros, otro en la pantorrilla, uno en la rodilla rota, otro cerca de la axila izquierda y tres en los muslos veo que mi tío levanta el último para lanzarlo.

-Espera- le digo- yo lo haré-

-Te habías tardado hermanita- dice Enzo, hace ademán mientras me acerco a ellos- es todo tuyo-

Tomo el cuchillo que me da lo analizo un par de segundos paso mi dedo por la punta de la hoja, miro a la escoria sus ojos muestran el verdadero terror ese mismo que yo viví en mis años de infierno con él tomo el cuchillo por el mango entonces levanto el brazo.