Capítulo 31

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Subo de nuevo al apartamento una vez que me garantizo que mi hermano esté bien y después de haber acordado lo anterior entro al apartamento encontrándome con todos en la sala, paso de largo sintiendo la mirada penetrante de mi hermana se que quiere saber acerca de lo que le dijo Enzo, entro a la cocina saco una botella de whisky de una alacena me sirvo un vaso y me lo tomo de un trago preparándome mentalmente para lo que voy a decir y revelar, sirvo otro trago en el vaso miro a mi hermana directamente a los ojos.

-Lo que te dijo Enzo es cierto, fue él quien dio con tu existencia primero-

-¿Cómo?-

-No losé, es algo que nunca me ha querido decir y honestamente nuestra prioridad en ese entonces, era evitar que Francesco diera contigo-

-¿Por qué?- dice medio irritada- no me malentiendas, me alegra que esa basura no me haya reconocido pero no puedo evitar pensar que las cosas pudieron haber sido distintas y me dices que por culpa de tu hermano no fue así, sabes el infierno que pasé estando en Grecia-

Las palabras de mi hermana son duras, pero no necesita culpar a Enzo por esto entonces exploto.

-¡¿Crees que fue fácil para nosotros!?- grito, todos se quedan sorprendidos ante mi arranque-¡No fuiste la única que pasó por un infierno! ¡Nosotros también sufrimos si no es que más, tanto Enzo como yo estamos jodidos en más de una forma! ¡No le voy a negar el apoyo a mi hermano por el simple hecho de que pienses que por culpa nuestra hayas estado jodida!- entonces Rea también explota.

-¡¿Entonces dime?! ¡Dame una jodida razón para no desconfiar del hombre que ha sido aliado de Francesco durante toda su vida y que para colmo le ocultó mi existencia a ese hombre!-

-¡Por qué él más de una vez pagó los rotos por mi! ¡Dímelo tú! ¡¿Hubieras preferido vivir en una casa donde todos los días te golpeaban con látigo o un cinturón en la espalda por qué a tu padre se le pegaba la gana?! ¡¿O que te dejaba encerrada en un sótano durante días enteros sin comer y sin agua!? ¡Dime! ¡¿Hubieras preferido vivir eso!?-

Ella retrocede de la impresión ante mi confesión, creo que nadie se imaginaba todo lo que sucedía de puertas adentro en la mansión de Francesco, él siempre se encargaba de dar una buena impresión para que nadie sospechara de la mierda de padre que era, mi respiración es errática.

-Vivianne...-

-¡No! ¡Estoy cansada! ¡En ese tiempo mi único soporte era Enzo!- tomo una respiración para calmarme, recargo mis manos en la isla siento como los ojos se me cristalizan al recordar aquellos momentos en esa casa- nadie conoce a Francesco cómo lo hacemos Enzo y yo ustedes ni siquiera han visto su verdadera cara, había días en los que se desquitaba conmigo me llevaba al sótano y me golpeaba desde un cinturón hasta un látigo en la espalda, se detenía cuando yo me desmayaba del dolor y me dejaba encerrada en el sótano más de una semana colgada del techo con las heridas abiertas, sin comer, sin beber nada, más de una vez Enzo iba a escondidas por las noches a dejarme un poco de agua o comida y curaba mis heridas, hasta que un día Francesco lo descubrió y le hizo lo mismo que a mí pero me obligó a mirar cada golpe que le daba, veía como la piel de mi hermano se abría y su sangre empezaba a salir de su espalda y a llenar el piso, sus gritos de dolor, los míos pidiéndole a Francesco que se detuviera- un escalofrío me recorre al recordarlo- desde entonces nos daba palizas a ambos, cuando Enzo o yo hacíamos algo mal nos daba palizas, nos golpeaba en la espalda, hasta...- trago saliva duramente mientras miro fijamente la pared- hasta que llegas a un punto en el que ya no sientes dolor, en las últimas palizas yo me reía porque no sentía dolor incluso incitaba a Francesco a que me golpeara más fuerte, Enzo una vez le dijo que golpeaba como niña recuerdo su carcajada cuando la escoria empezó a darle más fuerte en la espalda, mi hermano y yo nos volvimos en sádicos y masoquistas el dolor nos daba placer, así como nos daba placer infringir dolor- miro a los presentes que están asombrados a mi relato-¿saben por qué tengo el tatuaje en la espalda?, para cubrir las cicatrices que me dejaron tantos latigazos he parado tantas veces en el hospital que ya perdí la cuenta- miro a mi hermana que tiene los ojos cristalizados- ahora te pregunto, ¿realmente hubieras deseado que Francesco te haya reconocido como su hija?, no habría hecho ninguna diferencia Enzo y yo nos vimos obligados a madurar a nuestra corta edad cuando nos enteramos que existías estuvimos tentados a decirle pero nos dimos cuenta que lo mejor era protegerte, que nosotros viviéramos un infierno sí eso garantizaba que estuvieras bien que fueras feliz jamás se nos cruzó por la cabeza que tu también pasarías por tu propio infierno, nuestro interés siempre fue protegerte mírate ahora, ¿dónde estarías ahora si te hubieras criado con nosotros?, tu pudiste liberarte de tus demonios pero a mi hermano y a mí nos jodieron hasta más no poder, mi sadismo no tiene limites y trato de calmarme para que no salga a la luz porque lo que le hice a esa chica es solo la cuarta parte de hasta dónde puedo llegar, porque de hacerlo realmente te espantarías-

Amarte de NuevoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora