Capítulo 34

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Antes de que me ponga a trabajar en los daños de lo que le hizo Francesco a mi imperio y la sesión de tortura, necesitaba hacer una parada primero.

El cementerio

Camino entre las lápidas, tratando de no pisarlas no quiero que por la noche un espíritu molesta me visite sigo caminando siguiendo las instrucciones de Lía, Vladimir quiso acompañarme pero le dije que necesitaba un momento a solas, después de caminar unos metros más llego a la lápida de Angelé hago una reverencia para después hincarme dejo las rosas blancas en su tumba, leo la inscripción.


Angelé Kwan

1992-2021

Amada hermana y amiga

Larga vida al dragón negro

Paso mi mano por la lápida, mis ojos se llenan de lágrimas al recordar los sucesos y sobre todo que ella ya no está conmigo, cuando deberíamos estar festejando que nuestro plan fue todo un éxito.

-Lo hemos hecho- digo tragando el nudo de mi garganta- hemos recuperado nuestro imperio- una pequeña sonrisa sale de mis labios- deberías ver a tu hermana desempeñando su papel de jefa, más de una persona ha dado su lealtad hacia ella y a tu memoria, estoy segura que donde sea que estés la estás viendo y te enorgulleces de ella así como yo lo hago- entonces las lágrimas que había tratado de retener salen y un sollozo sale de mi garganta- no tienes idea de cuanta falta me haces, cada día espero que aparezcas por mi puerta para darme tus sermones o cuando me llamas italiana solo para molestarme, sé que no es mi culpa pero no evitarlo que el sentimiento me llene y sé que me golpearias hasta que entendiera que no lo es- suelto una risa mezclada entre llanto y risa- fuiste la primera persona que me apoyó y que me ayudó a salir adelante con mi mierda de no ser por ti...- tomo una respiración profunda- de no ser por ti no estaría donde estoy tu me impulsaste a luchar y luchaste a mi lado cuando nadie más lo hizo y siempre estaré agradecida con la vida que te pusiera en mi camino aunque fuera por poco tiempo- limpio mis lagrimas, para ponerme de pie- trataré de visitarte lo más que pueda y no te preocupes por Lía cuidaré de ella, así como tú cuidarás de nosotras- con eso me regreso para salir del cementerio.

Llego a la casa de seguridad o más bien de repuesto debido a que la mía está hecha un desastre literalmente no sé cuánto tiempo llevarán las reparaciones pero ya puedo sentir la punzada de dolor en mi cabeza, entro a la sala encontrándome con mi familia charlando animadamente pero cuando me ven entrar guardan silencio, mi tío es el primero en preguntar.

-¿Cómo te sientes hija?-

-Estoy bien- le doy una ligera sonrisa- un poco difícil pero nada que no pueda manejar-

-Sabes que tienes todo nuestro apoyo- dice mi hermana.

-Lo sé y gracias-

-Hay alguien esperándote en tu estudio- dice esta vez Vladimir, lo miro sin entender- es el abogado de Angelé-

-¿Sabes que quiere?-

-No, pidió específicamente hablar contigo-

Asiento con la cabeza.

-Iré a ver que quiere, ustedes sigan con la charla-

Entro a mi estudio, encontrándome con un hombre trajeado de unos cuarenta si no es que más se pone de pie mientras extiende su mano la cual acepto.

-Buenos días soy Cheng Lí, abogado de la señora Kwan-

-Mucho gusto, Vivianne Bianchi- digo mientras tomo asiento- dígame, ¿en qué puedo servirle?-

Amarte de NuevoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora