Capítulo 6

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Lágrimas de una princesa


(Luna)

Con mi dedo trazando la pequeña cicatriz de la palma de mi mano viendo por la ventana. Estaba en clase de química, la verdad no me gusta tanto pero hay que fingir que sí pra sacar buenas notas.

— ¡¡Señorita Zalme está prestando usted atención!! — dijo en tono autoritario, la maestra de ciencias que yo le calculo por ahí de unos cuarenta y cinco años.

— Si maestra. Primero tenemos que sacar la sustancia antes para exparcirlo en el químico — dije ocultando mi nerviosismo Porque sinceramente no estaba poniendo atención.

Esta mañana me había levantado con mal humor, de hecho hasta se me olvidó bañarme sólo me puse el uniforme.

Me dolían los párpados por tanta luz que atravesaba la ventana, esta vez sólo me tomé una taza de café cargado con una manzana.

Por la mañana no ví a Victoria ni tampoco a Gabriel, seguramente están ocupados haciendo sus trabajos, quiero pensar eso.

El timbre se escuchó a lo lejos tan ruidoso como siempre anunciado la hora del almuerzo. Me pare de mi asiento metiendo los cuadernos a mi mochila.

— Recuerden traer químicos o flores silvestres para nuestra siguiente clase — Dijo la maestra dando las indicaciones.

Salí del aula pensando donde podría conseguir los químicos necesarios o las flores, y entonces se me vino a la mente.

De seguro en el bosque podría conseguir las flores,o tal vez.
Encontrar la casa abandonada que tantas personas aseguran ver.

Era buena idea ir por las flores y tal vez pasar a ver lo que supuestamente dicen, mis pensamientos fueron interrumpidos al olfatear un aroma muy peculiar era...
Era.

Chanel N 5 ° la única persona que usaría eso era. Me giré sobre mis talones para encarar a la niña con aquel olor demasiado fuerte, y cuando vi quen era casi me echo a carcajiarme.

— ¡Gabriel! Por que rayos hueles a Victoria — Dije con gran asombro por que no me esperara que fuera el.

— Que no te gusta mi olor. Oye te ves como el conde Drácula, que te paso ¿ estás drogada? — Dijo entre burlas con una gran sonrisa en la cara.

Jaja, que gracioso imbecil — dije con claro sarcasmo y no lo voy a corregir por que de verdad me veo fatal.
— Ahora me explicas porque hueles a Chanel — que le habría pasado para que oliera tan fuerte a ese perfume, parece que se echó todo el frasco encima.

— Cierto, es Victoria, me lo lanzó y estrelló contra la pared, creo que esta enojada o algo así, pero de verdad, verdad nesesita ayuda — Lo último hizo que mi entrecejo se hundiera, ayuda para que, ella jamás pediría ayudaz ella tiene el orgullo por las nubes.

— Vamos — Rápidamente me puse en marcha rumbo a su habitación donde seguramente estaría. Gabriel venía atrás de mi a paso medio, de verdad olía fuerte.

— Esta fuerte — Dije en un susurro para mi que me causó gracia.

— Te escuché conde Drácula — Alcance a escucharlo, ¡demonios! tan mal me veo.

Habitación 5, la de victoria se podría escuchar pequeños sollozos y eso me hizo preocuparme más, ella no es tan sentimental que dijamos, si, aveces dice que me quiere, muy raramente...

Pero ¿tan mal estará para que llore?.

Di dos golpecitos a la puerta - se puede - Dije con voz preocupada y si, lo estaba.

ENFERMOS [Hasta el lado oscuro tiene colores]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora