Capítulo 8 / Narrador

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Trata a las personas cómo quieres que te traten.

(El karma existe perras )

Karma


(Narrador)

Una niña obsesionada con sacar buenas notas en los exámenes, noches estudiando en su habitación ha oscuras con una sola lámpara, ha pesar de los conflictos que tenía su familia no le importaba. Para ella su principal objetivo era ser la primera en todo, ella malamente le pasaba de todo en la escuela, se burlaban de ella en forma exagerada.
Todavía se acuerda la ves que la golpearon en aquel baño de la escuela, ella era pequeña para que la trataran así.

Hacer las tareas era su única forma de salir de la realidad, aparte por que no tenía amigos, sus cumpleaños se la pasaba sola. Su madre casi siempre estaba en hospitales por sus quimioterapias y su padrastro le regalaba cosas innecesaria solo para dar a entender que si le importaba, pero sabemos que no.

Le lanzaban botes de plástico o envolturas y solo ella trataba de desaparecer las ganas de llorar.
Noche tras noche se veía al espejo llorando sin cesar, preguntándose ¿porqué?...

Sus chistes de su físico le estaban costando su amor propio.

Todavía se acuerda de aquel día que llego a la su casa llorando en silencio, se encerró en el baño de su cuarto quitándose la ropa quedando en ropa interior, se toco su cuerpo parte por parte, específicamente su estómago. Ella no entendía que tenía de malo, si solo era un poco de llenito por los lado que sobre salían.
Y lloró por que no sabían que era lo malo, lloro por frustración.

Sentada en la tasa del baño con cabezaabajo, con sus manos en la cintura apachurrandola, si ninguno montivo voltio la cabeza mirando fijamente la cosa puntiaguda y brillante que sobresalía en una esquina, con bordes filosos.

Una navaja. ¿Que hacen las navajas? Cortan. Los cuchillos también cortan. Y ¿Que cortan? Carne.
Carne.
Cuerpo.
Sangre.

Sin ninguna razón la agarro entre sus manos viéndola con curiosidad, un movimiento brusco apenas si fue un roce con su dedo, una pequeña muy, muy pequeña gota de sangre se alcanzó a ver. Que pasaría si.

El metal frio se hizo contacto con la piel blanda de su abdomen, sin pensarlo dos veses la punta se hizo contacto, mordiendo la Palma se su mano aguantando el ardor, una línea de ese líquido tan brilloso se deslizaba, después se hizo tres, cuatro, cinco. No entendió por que lo estaba haciendo, se llevó las manos a esa sona impregnada de sangre espesa encajando sé las uñas como si estuviera escarbando, ardor, dolor, sentimientos sentía en ese momento.
Su dedo se movió hacia la herida más grande, sin ningún cuidado empezó ha undir su dedo, al momento de sentir dolor reacciono ante su acto, sus manos empapadas, sus piernas escurran líquido, la tasa estaba resbalosa, jadeo al ver el desastre que había provocado.

Se incorporó sintiendo como se estiraba la piel de su estómago haciendo brotar más. Debajo de la regadera corrido agua fría, viendo el color que corría por la coladera, por suerte nadie entro al baño, sin duda fue una locura escalofriante. Una locura que volvería a realizar.

Otro día en la escuela, otro día de constantes insultos, ese día la jalaron del cabello y azontandola contra la pared blanca de el baño, que al poco tiempo se manchó de un color negrorojiso.
— Eres un asco — Sin poder evitarlo comezón a llorar. — ¡Uy! Ya va a llorar y que vas a hacer. Correr con mami

Regresando a casa fue directa mente a su baño, agarrando sus tijeras de la escuela, un mechón rubio callo al lavabo, otro, otro y otro más. Ese día tuvo que dar explicaciones de mas pero le daba igual.
Por las noches se atormentaba con las voces con insultos, llorando, mojando la almohada, rasguñandose la cara y cuerpo con desesperación. Se jalaba el poco cabello que tenía gritándole a la almuada.

ENFERMOS [Hasta el lado oscuro tiene colores]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora