ENFERMOS [Hasta el lado oscuro tiene colores]

Capítulo 17

No confiar en nadie es nuestra única opción.

No confiar ni en tus propias palabras.

No estamos solos.

(Luna)

"Monstruos, así los llamaban, rostros rasgados, ojos grandes, y algunos tenían la capacidad de inoptisarte hasta morir."

"Shh, no hables, no respires, no los mires, por que te encontrarán y te consumirán, no se detendrán por piedad. Ellos no nos humanos."

"La belleza oscura es la más poética, almas en pena se escuchan a media noche, gritos arrulladores, caras manchadas de rechazo, pero son más hermosos que la muerte."

Leer estas leyendas y los escritos me parecían de otro mundo, algunos me llegaron a perturbar y otros, simplemente turbios.
Era asombroso como había información, pero lo que me intrigó, es que. Casi toda la información era subliminal.
Ya me había leído "relatos y leyendas de Villa oscura", no se si creer lo que dicen los escritos, talvez sean inventados, nada es seguro a estas alturas.

El siguiente libro lo sostuve en mis manos, al momento de abrirlo y lista para buscar información mi boca se formó en una gran O, ¿qué?, totalmente plasmada me quedé vagando sin ninguna explicación.

Nada.

No había absolutamente nada, toda las páginas se encontraban en un blanco total, pasé página por página, tratando de buscar una simple letra o rayón.
Pero como si todo se detuviera surgió un pensamiento, mejor dicho, una frase algo curiosa.

Y me hizo recordar a mi hermana, de la nada, la figura de mi hermana apareció del otro lado de la biblioteca, siempre portando su vestido, sus ojos me veían fijos, su mirada era como la sonrisa de la curiosidad, esa que te ve hasta el alma.
Su cabeza se movió lentamente hacia la derecha haciendo caer un poco de su cabello.

Y, entendí.

Mi vista bajó al libro abierto mostrado sus hojas vacías.

Otra perspectiva.

Otra perspectiva, perspectiva, perspectiva, era lo mismo verlo de diferente forma, era lo mismo. ¿No?

Subí ni vista para encontrarla con la de ni hermana pero ya no estaba, había desaparecido, desaparecido, desaparecido, invisible.

Rápido la perspectiva hizo efecto.

Tina invisible, como si todo dira vueltas, unas ganas de vomitar se hicieron presentes, teníamos lo necesario.
Pero los pensamientos negativos se hicieron presente.

Si este libro contenía información no visible para todo público. ¿Valdría la pena?.

Al demonio, me paré de un brinco haciendo respingar a los dos chicos con la mirada perdida.

— Vámonos, palticaremos en mi habitación, aquí no me da buena vibra — Y era sierto, la vibra de esta lugar se estaba poniendo pesada.