Capítulo 13

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Sin esos locos amigos, no tendríamos locos recuerdos.



Rompecabezas

(Luna)

Carajo...

Pero como se me ocurre dejar a dos inestables personas, esto está muy pero muy mal.

El corazón de Victoria me retumba en mi pecho mientras que el mío está palpitando lentamente por lo que veo, paso mi mano por la espalda de mi amiga tratando de tranquilizarla.
De repente dejo de llorar y acomodó su postura normal.

—  ¿Estás bien? —

"Claro que está bien idota, no la vez"

Bueno es lo único que se me ocurrió...

—  Si. Estoy bien, no me pasó nada — Se acomodó la falda y su camiseta, respiró tres veces y no se como tuvo el valor para poner cara de que no pasó nada.

Bien. Ya no la voy a molestar, si ella dice que está bien, lo está y punto.
Ahora el puto problema es que hay un maldito cuerpo muerto.

"Ni que fuera la primera vez"

De la nada Gabriel empezó a hiper ventilarse, se apoyó con sus rodillas mientras se aventaba aire con su mano.

— ¿Que carajos hiciste Gabriel? — Bien ya me imagino las noticias en la televisión. Un chico mató a sangre fría y tiene a dos chicas como testigo. Bien otra vez estamos jodidos.

— ¿Como nos vamos a deshacer del cuerpo?, alguien sabe algo. Que lo diga ahora que me estoy asustando — Sorprendentemente no había rastro de lágrimas en su cara, solo repugnación al cuerpo.
— Digo, no quiero decir que si alguien ya había matado antes... o si —

— No es la primera vez — Al parecer ya tenía las fuerzas suficientes para levantarse, recordando lo que dijo no me causó tanta impresión.

— No te culpo, yo también — La chica rubia se posicionó al lado de el, quedando a la misma altura.
Ellos me miraron tratando de sacar una respuesta a la ocasión.

Mi mirada está concentrada en las esquinas de la cancha buscando cámaras de seguridad y para mi impresión no había ninguna.

Tenemos ventaja.

— Tiré a un niño por un barranco, normal ¿no? — Eso fue sierto, no lo hice con mis manos. Bueno si, pero no tan atroz como puñetazos, aparte, tenía ocho años y ese niño me molestaba.
Bien teníamos claro que no estamos bien mentalmente.

— Le encaje un lápiz a una chica en la secundaria, me la encontré en un callejón y aproveché la oportunidad — Tal vez ella si tenía sus razones, quiero pensar eso.

— Queda claro que nosotros no estamos bien. Regresando a la situación, ¿¡Que carajos vamos a hacer!?, y si alguien nos ve, yo no quiero estar en la lista de asesinos — Empezó alterarse el chico con las manos manchadas de rojo.

— Todos están en la biblioteca y no hay cámaras de seguridad, eso nos ayuda. No hay que tardarnos otro minuto más si no la sangre se volverá espesa y es más difícil — Los dos me veía incrédula, como si yo fuese el que mató al chico.

Corremos un gran riesgo en que nos atrapen, pero los amigos nunca se dejan solos, no se traicionan, en las buenas y en las malas.

— Bien esto vamos hacer — Me miraron muy atenta a mis indicaciones como si yo fuera la especialista. — Victoria, tendrás que ir por una bolsa de basura negra, Gabriel, tu irás junto con Victoria a la conserjería por unos guantes de látex y un bote de cloro para la sangre. Y un trapiador — No se como puede procesar cada minúsculo detalle, pero algo se, es que no quiere terminar en la cárcel.

ENFERMOS [Hasta el lado oscuro tiene colores]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora