Capítulo 22

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El sol está radiante, solo es un día normal, no hay porqué asustarse.


Un dia normal.

(Luna)

Estaba en un cuarto, no, en un sótano, solo el foco del cuarto alumbraba un poco, pero de una forma verdosa, al parecer el foco estaba viejo.
Pero eso no era lo importante, usaba un traje negro, mis manos estaban rojas, no impregnadas de sangre si no de haber jalado una cuerda.

Espera. ¿Como sabía que había jalado una cuerda?.

No me quise mover, se escuchaba unos ruidos detrás de mi pero por alguna extraña razón no me asustaba, porque sabía quien era.
Me volteé lentamente, y lo que vi fue a una chica, estaba sacado algo de un baúl, no le veía la cara, pero algo en mi la conocía.

¿Hola? — Dije en dirección a la chica.

Hola — Me contestó, como si fuera algo normal.
No dije nada más, me quedé viendo como sacaba cosas del baúl.

De la nada ella se levantó y sacó una catana de su espalda, se puso en posición de defensa, a penas iba a preguntar que pasaba cuando se volteó y me gritó.

Corre.

La respiración se me cortó y fue cuando desperté de aquel sueño, me encontraba empapada de sudor.
Me llevé la mano a mi pecho y repetía una y otra vez que era un sueño.

(...)

Todo se veía muy normal, los estudiantes iban de allá para acá, todo tenía su ritmo, solo eramos los tres quienes estábamos al tanto de la situación.
Eramos los tres quienes sabíamos de este juego.

Ya avían pasado dos días desde aquel encuentro con Tatiana, la grabación que tomó Victoria fue guardada en una pequeña caja de madera, que esta oculta debajo de mi cama, también ahí en caja se encuentra los expedientes y la carpeta.
Para ser más clara, se encontraba todo lo sospechoso, para que al final tengamos evidencia.

Solo faltaba una cosa fundamental para a completar nuestra recolección, fotos y imágenes, eso era lo importante, la grabación no iba servir de nada si no teníamos fotos.

Todo estaba muy tranquilo, bueno, si se podría decir así, habían dado libre estas últimas semanas, ya que viene Halloween, pues todos querían asistir a la feria, a mi me daba igual.

Me sentía extraña, era un dia normal, el sol salió para dar calidez a este pueblo húmedo, todo se veía radiante.

Mire al cielo y estaba despejado, solo se veía algunas nubes en forma de borreguito, esto, es muy tranquilo.

Me encontraba sentada en una banquita afuera del internado, todos estaban en el campo asiendo algunas actividades, era día libre así que no usaban uniforme.

ENFERMOS [Hasta el lado oscuro tiene colores]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora