Y PENSAR QUE ELLOS... SON MIS HERMANOS (FINALIZADA)

ODISEA

"Y ahora, ¿qué hago?" pensé.

- Ma...¡Masaomi!- grité, algo cortada.

Oí un montón de pasos corriendo hacia mi habitación.

- ¿Qué ha pasado? ¿Estás bien?- todos mis hermanos entraron en tromba a mi habitación. No tiraron la puerta porque estaba abierta, si n o, lo hubiesen hecho sin problema.

- Estoy bien, tranquilos- todos suspiraron, aliviados- es solo que...tengo un pequeño problema.

- ¿Qué ocurre?- preguntó Subaru.

- Bueno...Louis no está y...bueno...ya sabéis que él...- suspiré- necesito ayuda para bañarme y vestirme.

Todos mis hermanos se pusieron colorados y yo agaché la cabeza.

- Olvidadlo, no pasa nada, ya intentaré hacerlo yo sola.

- Yo me ofrezco a quitarte la ropa y enjabonarte- Fuuto se acercó a mí y yo me puse más nerviosa de lo que ya estaba.

- ¡No la toques!- Yuusuke lo empujó y se puso delante de mí.

- No es el momento- dijo Hikaru.

- Es verdad- Ukyo carraspeó- tenemos que hacer algo para ayudarla.

- ¡Yo me baño con Onee-chan!- gritó Wataru.

- Podemos hacer la prueba- Masaomi se agachó- Wataru, tienes que tratar bien a Ale.

- ¡Sí!

- Supongo que por intentarlo...- dije yo.

- Ven, te llevaré- Natsume me tendió las manos, pero Subaru lo apartó.

- Yo lo haré- me miró- ¿te importa?

- No...no, en absoluto- y me levantó de la silla.

Mientras me llevaba al baño, no podía evitar sentirme extraña. Me sentía cómoda en sus brazos, arropada y cálida, así que no pude evitar recostar mi cabeza sobre su pecho.

- ¿Es...estás bien?- me preguntó, rojo.

- Sí. Eres cálido- dije, sin pensar- quiero decir...- no sabía ni qué decir- lo siento.

- No...no te preocupes.

Llegamos al baño y Wataru apareció, correteando desnudo.

- ¡Onee-chan, vamos!

- ¡Wataru!- los demás hermanos llegaron detrás de él.

- No pasa nada- me reí- ya voy, Wataru-chan.

Los demás cerraron la puerta, serios.

- Entonces...te dejo- y sin darme tiempo a decir nada más, Subaru salió corriendo del baño.

Intenté quitarme la blusa, pero con una mano y una escayola cubriéndome parte del pecho el otro brazo por completo, se me hizo imposible, y no quería pensar en la parte de abajo, sin poder mantenerme en pie y, evidentemente, no se lo podía pedir a Wataru.

- Vaya por Dios- suspiré- ¿hay alguien ahí?

- ¿Estás bien, Onee-chan?- Wataru vino corriendo- te estoy esperando.

- Wataru, ¿puedes avisar a uno de nuestros hermanos para que venga? Pero solo a uno.

- Voy.

Se fue y en un minuto volvió a aparecer con Yuusuke.

- Etto...¿estás bien?- me dijo, mirando para otro lado, avergonzado.

- Yuu...Yuusuke-kun- agaché la cabeza- me...¿me puedes ayudar?