NO MÁS ENFERMEDAD, POR FAVOR

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Masaomi y Louis se fueron para dejarme descansar, pero esa soledad duró poco, ya que entró Natsume.

Mi corazón se aceleró al verlo.

-Oe, ¿cómo te encuentras?- preguntó, sentándose en la cama.

-Mejor, arigato- le sonreí- me ha dicho Masaomi-san que has sido tú el que ha traído las medicinas.

-Sí, asi es- se sonrojó.

-Goumenasai, no quería causarte molestias- me disculpé.

-¿Qué? Para nada. ¿Sabes lo preocupado que estaba? Tenía tanto miedo de que te pasara algo grave...

-Natsume-san...

NARRA NATSUME

-Natsume-san...

Me di cuenta de que estaba dejando verme débil ante ella.

-Bueno, pero me alegro de que estés bien- le dije, poniéndome serio- te dejo descansar. Sayonara.

-Sayorara...- me dijo en susurro.

Cuando me dispuse a salir, me paró su voz.

-Natsume-san...-dijo- Arigato.

Le sonreí y asentí con la cabeza.

Salí, cerré la puerta detrás de mí y me apoyé en ella.

"Me alegro de que esté bien... esa niña... no sé que habría hecho si le hubiese pasado algo"

NARRA YUUSUKE

Subí para ver a Ale, y me encontré a Natsume en la puerta.

-Natsu-nii, ¿ocurre algo?- le pregunté.

-No, estaba viendo como se encontraba ella. Ya me voy, mañana tengo una reunión y debo prepararme.

-Bueno, hasta luego entonces.

Se fue y yo pasé a la habitación de Ale.

-¿Cómo te encuentras?- le pregunté, desde la puerta.

-Mejor, arigato- me sonrió.

-Esto... Ale... con respecto a lo de antes...

-¿El beso?

-Sí, ese beso...

-Oe, no te preocupes...- se puso roja.

-Pero cuando tú...

-¿Cuando yo qué?- se asustó- ¿qué he hecho, Yuusuke-kun?

-Mate... ¿qué es lo último que recuerdas?- me senté a su lado.

-Que... tu... me besaste.

-Oh- no se acordaba del resto.

"Supongo que eso fue a causa de la fiebre" deduje.

-Yuusuke-kun... ¿pasa algo?

-No, tranquila.

"Te prometo que la próxima vez lograré un verdadero beso" pero más que prometerselo a ella, me lo prometí a mi mismo.

-¿Me ayudas a levantarme?

-Claro- la cogí de la cintura y la ayudé a levantarse.

NARRA ALE

Bajamos al salón y nos encontramos con todos nuestros hermanos.

-Imouto-chan, ¿está bien que bajes?- me preguntó Kaname.

-Sí, no te preocupes, ya me encuentro mejor- le sonreí.

En ese momentos sonó el teléfono.de la casa.

-¿Moshimoshi?- contestó Masaomi- sí, ella está aquí... Aja... bien, enseguida se la paso- dijo, con un español increíble.

Me tendió el teléfono.

-¿Diga?- contesté.

-Ay mami, ¿cómo estás?- era mi madre.

No hablaba con ella desde la boda de papá.

-Bien mamá, ¿qué quieres?- le contesté, bruscamente.

-Ay mami, quería pedirte perdón por como te hablé. Ya hablé con tu papá y me dijo que esos muchachos son buenos, y que no me preocupe. Y ya se que sabes cuidarte sola, pero entiendeme, una madre vela por sus hijos.

-Me alegra que Arturo te haya aclarado las ideas- reí.

-¿Por qué ha tenido que ser Arturo?- dijo, ofendida.

-Es obvio que a ti no se te pasa por la cabeza eso a no ser que hablen contigo- reí.

-Bueno, me pillaste- se rió- mami, te dejo que vamos a salir. Te quiero mucho, cuidate.

-Yo también te quero. Chao.

Colgué y no pude evitar reirme.

-¿Era tu madre?- preguntó Azusa.

-Sí- miré a Masaomi- ¿cómo es que hablas tan bien en español?

-Bueno, es una lengua muy bonita, y mamá siempre quiso que aprendiesemos, asi que ya ves.

-¿Todos aquí habláis español?

-Todos excepto esos tres de ahí- dijo, refiriéndose a Yuusuke, Fuuto y Wataru.

-¡Eh! ¡Que yo estoy aprendiendo!- se defendió Yuusuke.

-A mi no me hace falta- dijo Fuuto, con su indiferencia típica.

-A mi me va a enseñar mi onee-chan, ¿verdad, onee-chan?- me dijo Wataru, abrazandome.

-Claro- le sonreí.

Llegó el día de mi cita cin Iruko, pero no pude ir ya que seguía algo enferma.

Los días pasaron tranquilos. Me seguían dando mareos y fibres, pero nunca se lo comenté a mis hermanos, no quería preocuparles.

Llegamos a Diciembre y entramos a vacaciones.

-Onee-chan, ¿qué vas a querer de regalo?- me preguntó Wataru.

-Ya tengo el mejor regalo, no podría pedir más- le sonreí.

-Nosotros podemos decir lo mismo de ti- dijo Tsubaki, basándome la mano.

-Bueno- tosió Azusa- había pensado que este año podríamos hacer algo diferente.

-¿Por ejemplo?- preguntó Iori.

-Podríamos ir a algún sitio, no quedarnos en casa.

-¿De vacaciones?- dije, ilusionada.

-Sí, algo así.

-¡Estupendo!- grité- ¿a dónde?

-A la casa de la montaña.

-¿Tenéis una casa en la montaña?

-Tenemos una casa en la montaña- dijo Tsunaki, sentándose a mi lado.

-Decidido, nos vamos de viaje- proclamó Masaomi.

-Qué ganas, ¿verdad, Ale-chan? Lo vamos a pasar muy bien- me dijo Tsubaki al oído.

Eso me puso nerviosa.

"Por favor, no quiero enfermar otra vez"

Y PENSAR QUE ELLOS... SON MIS HERMANOS (FINALIZADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora