DILEMA

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Kaname se acercó a mi, me agarró de la cintura y me abrazó.

-Aishiteru- me susurró al oído.

Mi corazón empezó a latir con más y más fuerza y mi cuerpo se debilitaba poco a poco.

-Kaname-san...

-¡KANAME!- gritó alguien justo cuando sus labios estaban a unos pocos milímetros de los míos.

Alguien me agarró de los hombros y me echó para atrás mientras que Ukyo le daba un puñetazo al monje.

-¿Daijobu?- me dijo Yuusuke.

-S...sí- aunque realmente me.encontraba mareada- ¿dónde están los demás?

-En la colina, no se han enterado.

-No les digas nada, por favor.

-No te preocupes.

Cuando volví a mirar, vi como Kaname y Ukyo discutían.

-¡¿Qué demonios te pasa?!- le gritaba el mayor.

-No estaba haciendo nada malo.

-¿Te parece poco intentar besarla?

Me acerqué corriendo hacia los hermanos.

-Ukyo, no pasa nada, de verdad.

-Ale...

-De verdad, no importa, no estoy enfadada.

-Goumenasai imouto-chan...

-Daijobu Kaname-san, todo está bien. Vamos con los demás.

Los tres estaban bastante serios.

-Ey, ¿dónde estabáis?- preguntó Tsubaki.

-No me encontraba muy bien, así que se han quedado ayudándome- mentí.

-¿Ya estás mejor?- preguntó Natsume.

-S...sí- volví a mentir.

Louis se colocó a mi lado y me agarró la mano.

-¿Todo bien?

-Un movido comienzo de año.

Todos volvimosa casa relativamente pronto.

En el momento en que entramos el teléfono empezó a sonar.

-¿Moshimoshi?- contesté.

-¡Feliz año!- gritaron mi padre y Miwa.

-Igualmente- contesté.

-Te noto desanimada tesoro- dijo Miwa.

-Esque estoy muy cansada.

-Hemos intentado llamar antes, pero pensamos que estabais viendo los fuegos.

-Sí, acabamos de llegar.

-Cielo, tu madre, Sergio y Arturo te mandan saludes y que te llamarán en cuanto puedan- me dijo mi padre.

-Vale. Os paso con los chicos, yo me voy a acostar ya. Oyasumi.

Le pasé el teléfono a Masaomi y me.fui a mi habitación.

Me puse el pijama y me senté en la cama.

Tenía mil sentimientos encontrados y en ese momento no quería estar sola.

-¿Puedo pasar?- dijo Yuusuke abriendo la puerta.

-Adelante.

-Oye...¿de verdad está todo bien?

-Yo...- y no lo pude aguantar más. Mi voz se quebró y mis ojos se empañaron de lágrimas.

-Oe oe...- se puso nervioso.

-Goumenasai- me disculpé.

-No...yo...- me abrazó.

Lloré como nunca en los brazos de uno de los chicos que me habían confesado sus sentimientos.

Una vez que me calmé me separé de él, pero sus brazos me acercaron nuevamente a él.

-Goumen, date...me gusta tenerte a mi lado.

No respondí pero la verdad era que me gustaba  estar así. Sentir que tenía a alguien a mi lado en esos momentos era un sentimiento increíble.

-Arigato...- dije antes de cerrar los ojos y dormirme al lado del pelirrojo.

-Ale-chi, Yuusuke-san, despertard- dijo la voz de Louis.

Cuando abrí los ojos me enconté que estaba tumbada en la cama al lado de Yuusuke.

Él también  abrió los ojos y ambos saltamos del susto, lo cual hizo que Yuusuke se cayese de la cama.

-Yuusuke, debes ir a tu habitación antes de que nuestros hermanos te encuentren aquí- dijo Louis, sonriendo.

-S...sí- y rojo como un tomate levantó la mano para despedirse de mi y salió.

-¿Y bien?- me miró Luois.

-Se quedó conmigo anoche después del incidente con Kaname.

-Me lo contó Ukyo.

-Louis-san...no sé que hacer, ya no se que hacer. Ya no se ni como sentirme.

-Con el tiempo te vas a aclarar, sólo tienes que darte cuenta de lo que sientes por cada uno.

-No se si quiero sentir algo diferente por cada uno.

-Eso no lo decides tú.

-Cierto- suspiré- pero espero poder aclararme rápido.

Y era cierto. No sabía lo que sentía o lo que quería sentir por cada uno, pero esperaba poder resolver ese horrible dilema porque no estaba dispuesta a seguir así.

Y PENSAR QUE ELLOS... SON MIS HERMANOS (FINALIZADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora