Y PENSAR QUE ELLOS... SON MIS HERMANOS (FINALIZADA)

ESTRÉS

Volvimos a casa dos días después.

No me encontraba demasiado animada como para ir al hospital, así que llamé para cambiar la cita. Debía idear un plan para que no se enterase ninguno de los hermanos.

El lunes llegó, y con él, las clases.

-¡Ohayo!- gritó Saka, abrazándome.

-Ohayo, Saka-chan- sonreí.

-¿Ara? No tienes muy buena cara, ¿está todo bien?

-Si, no te preocupes.

Cuando llegó la hora del almuerzo, decidimos comer fuera las dos.

-Wow...pero si es Ale-swan- saludó Otani, el senpai que me había llevado a clase el primer día.

-Ohayo, Otani-senpai- respondí.

-¿Puedo comer con vosotras?

-Que molesto eres...- dijo Saka.

-Así no se le habla a un senpai...y menos a tu primo- rió.

-¿Eh? ¿Sois primos?- pregunté, sorprendida.

-Sí, pata mi desgracia- dijo Saka.

-Baaaka. Mamá me ha dicho que te diga que hoy nos recoge Tomoya.

-Tomoya es mi otro primo, el hermano de este tarado.

-Así es. Aniki es genial, tiene un coche extraordinario. Si quieres un día te damos una vuelta- me guiñó un ojo.

-Repugnante- susurró Saka.

Yo no pude parar de reír.

-Ale-swan, dame tu número para mantenernos en contacto.

-Sí- y así nos pasamos los números.

NARRA YUUSUKE

En el almuerzo siempre comía al lado de la ventana.

No vi a Ale ni a Saka por ningún lado, así que supuse que habían salido fuera, por lo que miré por la ventana.

-Bastardo...- susurré cuando vi la imagen de Otani y Ale riendo e intercambiando teléfonos.

-Yuusuke...vas a romper los palillos- me dijo Iruko.

-¿Eh?

-¿Acaso te pone celoso ver a Ale-chan con otros?

-¿Celoso? ¿Yo? Por favor...

Pero tenía razón, me estaba muriendo de celos.

El día pasó rápido y pronto tuvimos que volver a casa.

-Yuusuke-kun, ¿nos vamos?- me dijo Ale, sonriendo.

Yo no le contesté y le di la espalda.

-Oe, no se te ocurra volver a hacerme el vacía sin ninguna razón- me dijo, tirando de mi chaqueta.

-¡Yo haré lo que me de la gana!

-¡Tú...!- y antes de acabar la frase, se agarró la cabeza y se arrodillo en el suelo.

NARRA ALE

No iba a dejar que se comportase mal otra vez.

-¡Yo haré lo que me de la gana!- me gritó.

-¡Tú...!- cuando empecé a gritar, un fuerte mareo me vino a la cabeza y los oídos empezaron a pitarme, por lo que me tuve que agarrar la cabeza y arrodillarme en el suelo.

-¡Ale!- gritaron Saka, Iruko y Yuusuke colocándose a mi alrededor.

-Estoy bien, estoy bien...daijobu, no es nada- dije, levantándome.