LAS COSAS EMPIEZAN A CAMBIAR

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Al día siguiente, me desperté bastante temprano.

Cuando estaba muy emocionada por algo, solía ser la primera en levantarse y estar lista.

Me duché, me ricé el pelo y me vestí con unos vaqueros ajustados, una blusa blanca y unos tacones a juego. Me gustaba arreglarme mucho, sobre todo, los fines de semana.

Antes no era nada coqueta, pero desde que empecé a tener más relación con la gente, resulté ser la más presumida de mi grupo.

Bajé a desayunar, y vi a Ukyo sirviendo once desayunos en la enorme mesa del comedor.

-Ohayo, Ukyo-san- le saludé.

-Ohayo- me dijo, de espaldas a mí, pero en cuanto se dio la vuelta, se me quedó mirando con cara de asombro y la bandeja de cristal que llevaba en la mano se le cayó, y uno de los pedazos le cortó la mano.

-¡Ukyo-san!

NARRA UKYO

-¡Ukyo-san!- gritó Ale, cuando comenzó a correr hacia mí, mientras yo me arrodillaba, avergonzado.

Me sentía estúpido. ¿Cómo podía haber dejado caer la bandeja de esa manera? Jamás me había ocurrido algo semejante, pero cuando la vi...

-Ukyo-san, ¿te encuentras bien?- me preguntó ella, arrodillandose a mi lado y cogiendo mi mano, gesto que hizo que mI corazón se acelerase.

-Eh... sí, goumenasai. Estaba distraido y se me ha resbalado de las manos

-Tienes un corte feo. Ven, deja que te lo cure- me ayudó a levantarme y me llevó al sofá.

Fue a por el botiquín de emergencias y lo trajo para curarme la herida.

Mientras lo hacía, yo no podía dejar de mirarla.

"Que bella es. Realmente es preciosa" pensé.

-Listo, esto ya está.

-Arigato, Ale-san.

-Será mejor que no hagas nada con esta mano, no vaya a ser que se te infecte.

-Vaya, parece que sabes mucho sobre enfermería- dijo Masaomi, antes de que pudiera responder.

-Masa-nii...

-Bueno... yo siempre era la que curaba las heridas de mI hermano, asi que tengo algo se experiencia- contestó Ale.

-Es extraño que a ti te pase algo así, U-nii... ¿te encuentras realmente bien?

-Sí, no se que ha pasado esta vez.

-Bueno, procura tener más cuidado- me sonrió Masamomi con su natural sonrisa.

-Sí. Ale-san,¿podrías ir llamando a nuestros hermanos para que bajen a desayunar?- le pedí.

-Claro- contestó, antes de subir las escaleras para ir a los cuartos.

-Oe, Ukyo-nii-san, ¿qué ha pasado realmente? Puedes contarmelo, somos hermanos- me preguntó Masaomi, una vez estuvimos solos.

-No lo se... Realmente estoy confundido.

-Bueno, en cualquier caso, estoy aquí para cualquier cosa.

-Arigato, Masa-nii.

NARRA ALE

-Ale-san, ¿podrías ir llamando a nuestros hermanos para que bajen a desayunar?- me pidió Ukyo.

-Claro- y subí las escaleras para dirigirme a las habitaciones.

Fui puerta por puerta.

El primero fue Wataru.

Y PENSAR QUE ELLOS... SON MIS HERMANOS (FINALIZADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora