O YO O NADIE.

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Los días pasaron sin ningún tipo de altercado. Los chicos se portaron estupendamente conmigo, incluido Fuuto, aunque a este le costaba más.

Mi padre y Miwa pasaron unos días en casa.


-Bueno, ¿cómo han estado las cosas por aquí?- mi padre se sentó a mi lado en el sofá del gran salón mientras Miwa se rodeaba de todos los hermanos.

-Todo bien- mentí- y ya estoy mucho mejor de los mareos.

-Nos alegramos mucho, Ale-chan- dijo Miwa.

-¿Cómo es que os ha dado por venir?- dijo Hikaru, esta vez vestido de hombre.

-Veréis...- nuestros padres se levantaron y mi padre le pasó la mano por encima a Miwa- tenemos que daros una noticia.

-No me digas que os vais del país- Kaname se cruzó de brazos, nada contento con esa idea.

-No, no es eso.

-¿Acaso estás enfermo,  Pedro?- preguntó Masaomi.

-No, no, no es nada malo.

-Dejadles hablar, pesados- les regañé.

-Chicos, a lo mejor esto os sorprende un poco y puede que signifique un cambio para todos...

-Papá, ¿quieres arrancar ya?- le metí prisa porque como empezase a hablar no pararía hasta el día siguiente.

-Estoy embarazada- Miwa se tocó el vientre mientras decía  aquello con una sonrisa de oreja a oreja.

-¡¿Qué?!- todos nos levantamos de un salto.

-Estoy de doce semanas.

Yo me quedé callada, asimilando la noticia.

-¿Y nos lo dices ahora?- se notaba que Fuuto estaba molesto.

-Nos enteramos la semana pasada, tu madre no había tenido síntomas.

-¿Y la menstruación?- Masaomi estaba perplejo.

-Sabes que siempre he sido muy irregular con eso, hijo- Miwa se veía molesta- parece que no os alegra la noticia.

-Claro que sí mamá, no digas tonterías- Kaname se acercó a ella y la abrazó- solo nos ha pillado desprevenidos.

-Ayer fuimos a una ecografía y ya hasta sabemos qué va a ser.

"No digas lo que vas a decir, por favor" pensé para mi.

-Vais a tener una nueva hermanita-mi padre abrazó a Miwa mientras decía eso.

-¡¿ENSERIO?!- todos gritaron, sorprendidos y enseguida de abalanzaron sobre nuestros padres para abrazarlos.

-¡Una niña! ¡Por fin!- Natsume abrazó a su madre- ya era hora mamá.

-Sí, después de trece niños, ya era hora de traer a una niña a la familia, era hora de que tuvierais una hermana- dijo mi padre.


"¿Y yo?" empecé a contener las lágrimas.

-Ya soy hermano mayor oficialmente- dijo Wataru.

-Ahora ya tenemos que ponernos las pilas, una niña entre tantos hombres va a estar muy bien cuidada.

-Por fin una hermana...ya estaba aburrido con tantos hombres aquí- dijo Fuuto.

"¿Y yo?" cerré los puños de rabia.


-Ale-chi, ¿estás bien?- las palabras de Louis hicieron que las voces de los demás se acallaran.

-¿No te alegra la noticia, Alejandra?- me preguntó mi padre, convencido de que iba a decir que sí.

No dije nada y, metiéndome las manos en los bolsillos, salí de allí para encerrarme en la habitación.

Cerré de un portazo, me tiré en la cama y encendí el portátil para llamar a Jaime.

-¡Hombre! ¡Estás viva!- hacía mucho que no hablaba con mi mejor amigo.

-Miwa está embarazada.

-¡No jodas! Y es niña...¿verdad?

-¿Me lees la mente o qué?

-No, es solo que te conozco y no pondrías esa cara nunca por una noticia tan buena como esa a no ser que pasara algo.

-Después de todo lo que he pasado, las cosas estaban empezando a irme bien y ahora esto...

-Ale, vas a tener una hermana, deberías alegrarte.

-Es una niña, ¿sabes qué significa eso? Significa que mi padre ya tiene otra excusa para ignorarme, significa que esa niña es realmente parte de esta familia y que yo soy solo un pegote, significa que a Miwa ya no le hago falta como hija porque ya va a tener una muñequita para ella sola.

-Entiendo que nunca hayas tenido la atención que te merecías y nunca te has quejado por eso Ale, pero esa niña no tiene la culpa.

-No, la culpa la tienen ellos, ¿qué hacen teniendo hijos a estas alturas de la vida? Mis padres siempre han pasado de mi y ahora que por fin estaba recibiendo un poco de atención pasa esto...

-Eso se llaman celos de hermana. No quieres dejar de ser el centro de atención.

-Una sola vez lo he sido...y mira lo que me ha durado- estaba empezando a desvariar.

-Ale...piensa mejor las cosas, esta no eres tú.

-¿Sabes qué? Déjalo, creía que me ibas a apoyar un poco, pero veo que no. Hablamos otro día- le colgué sin darle tiempo a decir nada.


Pasé la tarde encerrada sin que nadie subiera a preguntarme cómo estaba.

Era verdad que estaba siento egoísta, pero yo quería mi atención, la atención que tantos años me había faltado y ahora una personita que ni había nacido me la iba a quitar.


Los días pasaron sin que nadie me preguntase nada, todos daban por hecho que me alegraba tanto como ellos, salvo Louis.


-La noticia no te alegra mucho, ¿no es así?

-No quiero una hermana Louis, así sólo quedará claro que soy un pegote en esta familia.

-Óyeme bien Ale, nadie es un pegote aquí, ¿entendido?

-Tú no lo entiendes- me fui.

No quería hablar con nadie y, por lo visto, nadie estaba interesado en hablar conmigo.


La indiferencia de mis hermanos me dolía muchísimo y más después de las estúpidas palabras que todos me habían dicho en su día.

Después de darme cuenta, tomé una decisión bastante drástica, así cogí el móvil y marqué un número.

-¿Otani?


Y PENSAR QUE ELLOS... SON MIS HERMANOS (FINALIZADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora