PASAJERO

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Cuando vi la cara de Iori, mis ojos se abrieron como platos.
Tenía una expresión tan enfadada que, si lo viese una persona desconocida, daría mucho miedo.

-Iori...¿qué haces aquí?- preguntó Yuusuke, tan perplejo como yo.
-¿Te crees que nos hace gracia que te la lleves y te las quedes para ti solo?- dijo entonces Fuuto, que apareció con el resto de los hermanos a su espalda.
-¿Cómo dices?- me enfadó el hecho de que hablase de mi como un objeto.
-Nos la llevamos a casa- Tsubaki me agarró de la muñeca sin que yo pudiese reaccionar.
-No quiero que tú la toques- Iori se giró y, para asombro de todos los espectadores, le propinó un puñetazo a su hermano con tal fuerza que lo tiró al suelo e hizo que su nariz sangrase.
-¡Tsubaki-san!- grité, horrorizada.
-¿Qué crees que haces?- Azusa miró a Iori y lo empujó.

Así comenzó una pelea entre mis hermanos.

-Basta- no podía gritar. Me sentía muy cansada- basta...- mi vista se nublaba.
Sentí mi cuerpo caer como un peso muerto y como unas manos fuertes me sujetaban.

-¡Ale!- la voz de Otani fue lo último que oí antes de quedar inconsciente.

NARRA NATSUME

Todos empezamos a golpearnos entre nosotros sin darnos cuenta de lo que pasaba al rededor.

-¡Ale!- gritó un chico.

Yo me detuve y miré como sujetaba a nuestra hermana, inconsciente, entre sus brazos.

-¡Oe!- grite para que mis hermanos parasen y así lo hicieron.
-¡Ale!- gritaron todos al ver la escena.

Salimos corriendo hacia donde estaba ella.

-Yo la llevaré- me ofrecí.
-No, yo- dijo Subaru, mirándome desafiante.
-¿No creéis que ya habéis hecho bastante?- nos dijo Saka con una mirada llena de rabia antes de salir con el otro muchacho hacia el hospital.

Una vez estuvimos allí, ingresaron a Ale de inmediato.

-Estaréis contentos- nos dijo Saka, que venía de hablar con el doctor, acompañada por el muchacho, el tal Otani.
-¿Cómo está?- preguntó Yuusuke.
-¿Cómo quieres que esté?- suspiró- hace unos días vinimos al médico y le dijeron que todos esos mareos y malestares eran a causa del estrés. Le recomendaron reposo ya que, en su caso, al verse afectada una parte cerebral, podría ser algo serio un exceso de estrés...y desde luego no sois los mas adecuados para mencionar a la hora de ayudarla a relajarse.

Todos nos quedamos callados al por esas palabras.

-¿Cuándo...?- empezó a decir Ukyo.
-Cuando quedó conmigo. No quería deciros nada para no preocuparos. Es así de tonta- suspiró Saka- y vosotros- nos señaló a los siete hermanos mayores- ¿nos os da vergüenza hacer estas cosas? Que lo hagan los adolescentes no entiendo, aún no les llega sangre a la cabeza, pero vosotros, que ya sois unos viejos...me sorprende este comportamiento, en especial de vosotros dos- miró a Masaomi y a Ukyo.
-Toda la culpa es de Iori- acusó Yuusuke.
-Yo...- no sabía que decir el acusado.
-La culpa es de todos. De vosotros por ir a la fiesta y tuya por seguirles el rollo- dijo de repente Louis.

Nunca lo había visto tan serio.

-Parece que no os importan en absoluto los sentimientos de Ale, solo pensáis en los vuestros. Me decepcionais mucho- volvió a decir nuestro hermano.

Yo no dije nada. Todas esas palabras me afectaron mas que cuando me dijeron que mi padre había muerto.
Entonces yo solo tenían 13 años y, aunque si me dolió, no me afectó tanto el hecho de saber que crecería sin padre ya que gracias a mamá, nunca nos faltó nada, pero esto...esto me llegó tanto al alma que no podía ni levantar la cabeza.
Pensar que ella estaba tirada en una cama por nuestra culpa...y por la expresión de mis hermanos, supuse que pensaban exactamente lo mismo que yo.

Y PENSAR QUE ELLOS... SON MIS HERMANOS (FINALIZADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora