IMPARABLE

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La ceremonia acabó y las felicitaciones no cesaban.

-Esperad, por favor, falta una última cosa por hacer antes de continuar- dijo Miwa en alto- Ale, ven.

La compañé hasta el altar y vi que había una carpeta marrón.

-Por favor, abrela.

La abrí y vi que era un documento de identificación.

En él yo debía firmar para aceptar mi cambio de apellido.

-Miwa-san...- estaba temblando.

-Adelante- me sonrió.

Entonces cogí un bolígrafo y firmé con el nombre de Asahina Alejandra.

A partir de ese momento me convertí en miembro oficial de la familia Asahina.

-Ya eres parte de esta familia, preciosa- me dijo Miwa, dándome un abrazo.

Yo la abracé aun más fuerte.

-Arigato... arigato- aunque por mucho que lo repietiese, jamás llegaría a agradecerle realmente todo lo que eso significaba para mí.

-Bueno, vamos todos a la fiesta- dijo mi padre, abrazandonos a mí y a Miwa.

Fui al coche con los reciente casado sin poder saludar a mis hermanos.

Cuando llegamos, mi móvil empezó a sonar.

-¿Moshimoshi?

-¡Qué mochimochi ni que nada!- gritó mi madre por el otro lado de la línea- ¡me haces el favor y coges el primer vuelo hacia España!

-¿Qué dices?

-¡¿Qué es eso de estar viviendo tú sola con trece hombres?!

-Son mis hermanos.

-¡Son hombres! ¡¿En qué estabas pensando?¡

-Mamá, son mis hermanos, llevo una semana viviendo con ellos y no ha pasado nada, relájate.

-¡Encima! ¡¿Por qué demonios me tengo que enterar a estas alturas?! ¡¿Y si te hubiese pasado algo?!

-Mamá... ¡déjame vivir mi vida en paz!

Y dicho esto, colgué, para acto seguido, escuchar que me volvía a llamar.

-!Déjame en paz!

-Ale, tranquila- me dijo Arturo.

-Oh, Arturo... Lo siento.

-No te preocupes por tu madre, yo hablaré con ella. Disfruta de tu nueva vida y no pienses en nada más.

-Gracias, Arturo- y me colgó.

Sentía rabia e impotencia. Mi madre tenía un don especial para arruinarme las cosas importantes. Suerte que estaba Arturo.

Respiré hondo y me calmé. Iba a disfrutar de la fiesta costase lo que costase.

-Oe- me llamó Subaru.

-¿Eh?

-Ven.

Le seguí hasta los jardines del hotel donde se estaba celebrando la boda y encontré a todos mis hermanos reunidos.

-¿Ocurre algo, chicos?- pregunté, preocupada.

-Has firmado el papel dónde testifica que llevarás nuestro apellido, ¿verdad?- me preguntó Azusa.

-Sí, así es.

-Pues eso quiero decir que ya eres oficialmente una Asahina- dijo Tsubaki.

Y PENSAR QUE ELLOS... SON MIS HERMANOS (FINALIZADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora