Pasaron dos días y ya estábamos listos para irnos.
Había tres coches en la puerta, uno de Natsume, otro de Masaomi y otro de Kaname.
-Bien, Imouto-chan, ¿en cuál irás tú?- me preguntó Kaname.
-No se, en el que me digáis- sonreí.
-Onee-chan, tú conmigo- dijo Wararu.
-Wataru, deja de ser tan pesado y déjala respirar un poco- le regañó Masaomi.
-Bueno, total, vamos a ir al mismo lado, acomodemonos y ya nos vemos allí- dijo Louis.
Al final, acabamos yendo en el coche de Natsume, él de conductor, yo de copiloto y Tsubaki y Louis detrás.
-Que ganas tengo de llegar- dijo Tsubaki, acercándose a mi oído- vamos a pasarlo muy bien- me susurró.
Yo me puse nerviosa y mi corazón se aceleró.
"Tranquila, tranquila" pensé
Tardamos un par de horas en llegar, pero mereció la pena.
Llegamos a una cabañita escondida en un pequeño bosque, junto a un hermoso río de cristal.
-¡Increible!- dije, impresionada.
-¿Te gusta?- me preguntó Masaomi.
-Mucho, es precioso. Nunca había visto nada igual.
-¿Nunca has salido de viaje a una casa rural?
-No, nunca.
-Entonces nos alegramos de haber podido darte ese gusto- me sonrió.
-Oe, vamos a ir entrando las maletas para aparcar los coches detrás- nos interrumpió Natsume.
-Sí, voy- dije, dirigiéndome al maletero del coche de Natsume.
A parte de las maletas, teníamos que llevar la comida que habíamos comprado para la casa.
-Voy entrando, no quiero coger un resfriado- dijo Fuuto, sin llevar nada en las manos.
-Eh- le llamé.
-¿Qué quieres?- se dio la vuelta.
Yo agarré sus manos y le puse su maleta y una bolsa grande de comida.
-Aquí ayudamos todos, ¿entendido?- le dije, desafiante.
-Tú...- me miró mal y luego se dirigió a paso lento hacia la cabaña.
Una vez todos dentro, ayudé a Ukyo a organizar la comida.
-Siento que tengas que trabajar en tus vacaciones- se disculpó.
-Oh, vamos, no es nada. Me alegra mucho poder ayudar- le sonreí.
-Bien, pues esto ya está- dijo- puedes ir a tu cuarto a organizar tus cosas.
-Etto... arigato, demo...
-El último del pasillo a la izquierda.
-Arigato- y salí hacia allá.
Mi maleta ya estaba allí.
Era una habitación simple y no muy grande, pero muy acogedora.
Tenía una cama pequeña, una mesilla de noche con tres cajones, un pequeño escritorios, un armario de madera y una pequeña estantería encima de la cama.
-¿Te gusta?- me dijo la voz de Tsubaki.
-¿Eh?- me asusté- sí, ya lo creo.
-Es algo pequeña... si alguna vez.sientes miedo, puedes venir a dormir conmigo.
Esas palabras me pillaron por sorpresa, así que al principio no supe que contestar.
"Tranquila, tranquila, que no vea que estás nerviosa"
-Asrigato demo... dudo mucho que eso vaya a pasar.
-Bueno, la esperanza es lo último que se pierde.
Cuado iba a decir algo, mi vista se volvió borrosa y mi cabeza comenzó a dolerme.
"Otra vez no... delante de él no"
-Ale, ¿estás bien?- me preguntó, preocupado.
-Sí, esque no he desayunado y estoy un poco fatigada.
-Mal hecho. Espera, te traeré algo- salió corriendo hacia la cocina.
Estaba harta de esos mareos, pero no me había atrevido a ir al médico para no preocupar a los hermanos.
Tsubaki volvió con un vaso de leche y unas galletas.
-Toma, comete esto- me las dio.
-Arigato- le sonreí.
-No deberías ayunar, es malo.
-Goume... esque con la emoción se me olvidó.
-¡Onee-chan!- gritó Wataru, a quien se escuchaba correr por el pasillo- ¡onee-chan!
-Dime Wataru-chan.
-¡Vamos a dar un paseo! ¡Vamos, vamos!
-Wataru, tu onee-chan no.se encuentra bien, no puede salir.
-¿Estás enferma, onee-chan?
-No, ya estoy muy bien. Vamos a dar ese paseo- sonreí.
-¡Bien! ¡Los hermanos de paseo!- gritó el niño- ¡vamos de paseo!
Yo me reí.
-A veces es muy pesado- dijo Tsubaki.
-Es muy entusiasta, eso está bien, que disfrute de su infancia.
En un cuarto de hora todos estábamos en la sala principal.
-Bien, vamos- dijo Masaomi.
Fuimos a un parque y todos nos pusimos a jugar.
Parecíamos niños pequeños.
Al principio empecé a jugar yo.con Wataru, pero luego se me unió Tsubaki, y tras insistir mucho a los demás, todos empezamos a jugar.
Después de pasar la tarde allí, llegó la hora de volver a cenar.
-Se nos ha olvidado comprar café- dijo Ukyo.
-Hay un pueblo aquí al lado, podemos comprarlo allí- dijo Masaomi.
-Yo voy- me ofrecí.
-Yo te acompaño, no vaya a ser que nuestra imouto-chan se pierda- dijo Tsubaki.
Vi como los demás hermanos no ponían buena cara.
-Etto... bueno... me voy adelantando- dije, intimidada.
Tsubaki me alcanzó.
Compramos el café y unos dulces.
De vuelta a casa, tuve la mala suerte de pasar al lado de una fuente y de que esta mojase mi abrigo.
-Oh, vaya...- me lo quité y me lo coloqué en la mano.
Tsubaki me lo quitó y me puso el suyo.
Este gesto hizo que mi corazón se acelerase.
"Acabaré en el hospital por un infarto"
-A...arigato- dije, bajando la mirada para ocultar mi rostro sonrojado
El agarró delicadamente mi barbilla e hizo que levantase la mirada.
-No puedo permitir que cojas un resfriado- y dicho esto, se acercó a mí y posó sus labios sobre los míos.
Fue un beso dulce y largo que hizo que me paralizara.
"¡Pero quítate! ¡¿Otra vez?! !¿Por qué no te apartas?!" pensé, pero en ese momento no supe la respuesta a esa constante pregunta que varias veces me había hecho.
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Y PENSAR QUE ELLOS... SON MIS HERMANOS (FINALIZADA)
RomanceNovela inspirada en la serie anime Brothers Conflict. Ale es víctima de una familia rota. Cuando su padre anuncia su matrimonio con una mujer japonesa, Ale no duda en acompañar a su padre hasta Japón, ya que no quiere dejarle sólo en un país que sea...