Ya no hay nada

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Se, que siempre pido disculpas por la demora en subir capítulos y de corazón espero que me disculpen, como lectora se cual es la sensación de ver una historia incompleta pero recuerden que siempre les comente que la historia tendría un final si o si. Espero que disfruten el capitulo tanto como yo y como consejo si son sensibles tengan pañuelitos.


Pov Anthony

Edward me dejó con Alex, él debía salvar a mamá y yo a Emma. Los ojos de Alex con un rojo profundo me miraban de forma determinada, casi podía saber lo que pensaba con sólo mirar en el fondo de sus ojos.

No podía fallar, el fallar significaba que Emma muriera, que yo muriera. Debía tranquilizarme, concentrarme y por solo una única vez en mi vida no dejarme llevar por mis impulsos. No abalanzarme a él como el animal que a veces salía de mi, ser metódico, analizar, escuchar, pensar y luego actuar.

Me deje guiar por mis sentidos, pero no por los primitivos, si no por los que servían.

Al concentrarme, podía escuchar el corazón de Emma, la respiración perfecta e innecesaria de mi enemigo en frente, podía ver cada hoja moverse, cada gota de rocío rodar por las hojas y escuchar con fuerza el mar no muy lejos.

-Voy a disfrutar tanto esto, hasta donde sé te curas bastante rápido. ¿pero que tanto? ¿se sanaría un hueso antes de volver a romperlo?

-¿Usualmente hablas tanto cuando quieres matar a alguien? ¿Tengo que escuchar tu monólogo de súper villano o algo así?- sonrió.

-Sabes, tu novia cuelga de un árbol y no te veo moverte

-No soy idiota, sé que quieres que haga eso.

-Bueno si tu no te mueves, lo hago yo. Aun no pruebo la sangre de esa chica, y huele muy apetitosa, no tanto como la de tu madre pero sí bastante.

Cambió de lugar como si se moviera con el aire y hasta un idiota sabría lo que iba a hacer, salí disparado detrás de él, sus pasos eran tan rápidos que casi no dejaba huellas en la tierra pero yo lo era mas. Antes que siquiera lograra tocar el árbol donde Emma se encontraba me abalance sobre él y lo derribe arrastrándolo varios metros, un humano no hubiera sobrevivido a un arrastre de ese tipo, deje su cara aplastada en la negruzca tierra, en un abrir y cerrar de ojos cambiamos de posición parándonos y quedando de frente pero a una muy corta distancia. Estiró sus brazos e intentó cortar mi respiración con sus manos, lo logró, solo por unos segundos y unos segundo totalmente inútiles ya que la falta de aire no era algo que me pudiera afectar a corto plazo. Desde nuestro último encuentro muchas cosas habían cambiado, yo sabía de lo que era capaz, sabía cuales eran los límites de mi cuerpo y mis debilidades y él no, él era ignorante en cuanto a mis capacidades.

Zafé sus manos pero anticipo mi movimiento y me sujetó ambos brazos tirando hacia él y depositando una patada en mi estomago, ese golpe me mandó a volar lejos y aprovechó ese brecha para encaminar nuevamente su paso hacia la copa del árbol donde Emma se encontraba. Logró trepar uno de los árboles y sin pensarlo mucho logré derribar el árbol pero se escapó al colindante.

Su viaje sobre los árboles se convirtió en una persecución donde él se movía y yo talaba el bosque. A este ritmo esto podía seguir por mucho tiempo por lo que decidí subir, sabía que perdería cualquier ventaja pero cada vez se acercaba más a Emma y los árboles escaseaban en el sector.

Podía ver como miraba a Emma sabía que la deseaba, sus ojos rojos pero sedientos gritaban por hacerle daño y ella se percato de eso acelerando su corazón, cosa que no ayudaba ya que inundaba el bosque con su repiqueteo.

Después de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora