Salvado

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Les dije que al final de la semana iba a tener el capitulo, la verdad es que para este estaba bastante inspirada. Espero de todo corazón lo disfruten mucho y esperen el siguiente. Besos y abrazos


Pov Edward

20.842, 20.843, 20.844, 20.845, 20.846.... Llevaba mucho tiempo contando el caer de las gotas de un poco de nieve que se derretía fuera de mi refugio. Desde el día en que maté a ese humano nada volvió a ser lo mismo, sabía que era un asesino desalmado pero lo que hice rebaso todos los límites de inhumanidad. No tuve más fuerzas ni motivación para levantarme de trozo de madera que simulaba una cama, ni siquiera había movido el cuerpo del bastardo violador, yacía junto a los huesos del reno del que alguna vez me alimenté. No había vuelto a salir, por ende, no había vuelto a cazar, solo me alimentaba de vez en cuando de las ratas que ya había por el reno y de las demás que llegaron por el cadáver en putrefacción del hombre, ya me había acostumbrado al olor a muerte del ambiente. No me pensaba mover de acá hasta que tuviera que enfrentar a Victoria o incluso si ella venia por mí y mi Isabella estaba ya en su descanso eterno no me molestaría en moverme.

30.459, 30.460, 30.461.... Y seguía y seguía en mi nueva diversión, contar gotas del hielo derretido. En el fondo, muy en el fondo era relajante, aunque he de admitir que al inicio el sonido de las gotas al caer me parecía desesperante, pero claro como ya había decidido no moverme opte por contarlas y unirme a ellas en vez de luchar en contra.

Me pasaba días y noches enteras en la misma posición, ahora estaba acostado de espalda con la cabeza ladeada contando gotas, no cambiaba de posición por incomodidad o por agarrotamiento de mis músculos, si no para sentirme con algo de vida de vez en cuando. Pasaron horas. 50.162, 50.163, 50.164, 50.165.

-No sabía que los vampiros se podían aburrir de tal manera. - Esa voz, no era primera vez que la escuchaba en mi mente. - Podrías hacer algo divertido de verdad y leer un libro.

-Si tuviera uno te aseguro que lo haría ¿Qué me recomiendas?

- Dudo Edward que yo pueda recomendarte un libro.

- ¿Por qué dices eso? tu eres muy inteligente.

- No dudo de mi inteligencia, pero... Lo más probable que todo lo que yo leí, tú ya lo has leído.

- Bueno entonces dime ¿Qué leerías tu ahora?

- En momentos así yo leería Cumbres Borrascosas, pero ya me has dicho que no es uno de tus favoritos.

- Si es por ti, lo atesoraré como un feligrés a una biblia.

- Entonces vuelve y lo leemos juntos.

- Sabes que es peligroso.

- Deja que yo decida eso.

-Amor mío eres muy inteligente, pero no muy cuerda.

- Eso es porque somos iguales.

-No, yo soy un monstruo y tu un ángel.

-Entonces en algún momento nos volveremos a encontrar.

- ¿Lo crees?

-Obvio, cuando sea el momento indicado volverás a mi Edward y yo Isabella Swan volveré a ti porque siempre hay un punto donde el día y la noche se juntan.

-En el crepúsculo.

-O en el amanecer, Te amo.

- Yo también te amo Bella... - Pero ya no escuché más su voz. Juro que ha habido momentos donde la he visto caminar por la habitación, nunca he podido ver su rostro, pero si sus hombros, y su cabello a veces hasta sus pies. Me estoy volviendo loco, todo lo que faltaba en este mundo, un vampiro demente. El problema de estas conversaciones con Bella era que me dejaban más deprimido de lo que ya estaba ¿El motivo? era que ella nunca alcanzaba a decir nada cuando le contestaba que si la amaba. Creo que en el fondo y hasta mi subconsciente sabe que ella se convenció completamente la mentira de que no la amaba. Pero que idiota soy un maldito, monstruo, mentiroso; esos eran todos los adjetivos correctos para mí. Maldito por hacerla sufrir tanto, monstruo por mi gran lista de incidencias con humanos y mentiroso claro por lo obvio, he mentido toda mi vida, pero esa mentira... esas cuatro palabras, una frase "ya no te amo" fue la peor de todas, la peor mentira que pudo haber salido de mi boca. Sé que con eso la maté, fue como enterrar un puñal en su corazón y dejarla viva, pero era necesario ¿En qué estará? ha pasado tanto tiempo, ¿Tendrá hijos? ¿Cuántos serán? ¿Seguirá casada? ¿La tratara bien? Más le vale por su integridad física. ¿En que trabajara? pffff eran mil preguntas más que tenía en mi cabeza, sabía que ninguna de ellas se respondería

Después de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora