Después de ti

El ataque

A a todosssss mil mil un millón de disculpas yo sé que debí haber publicado hace un montón pero han ocurrido tantas cosas que se me fue imposible hacer esto. Ni siquiera he leído nada. Soy pésima pero espero que les guste este capitulo

Estaba ya amaneciendo y casi no había dormido después del grito de Anthony. Solo por insistencia de él nos quedamos dormidos juntos, como cuando era pequeño y lloraba hasta dormir.

La luz se empezó a filtrar por la ventana de la habitación, era un hecho ya no dormiría y el día sería muy largo. Decidí despertar a Anthony, después de anoche se había quedado despierto un rato, pero rápidamente lo convencí de que durmiera.

-Hijo. Despierta, hay que ir al instituto.

-No quiero. - Tapó su cara con una de las almohadas de la cama.

-Nada que no quiero, levántate.

-Mamaaa.... Anoche casi no dormí.

-Yo tampoco pero debo ir a trabajar de todos modos. - Se retiró la almohada de la cara y levantó la cabeza con los ojos entre cerrados,

-Está bien me levanto.

-Prepararé el desayuno, te veo abajo. - Baje rápidamente las escaleras y me empeñe en el desayuno, dentro de no más de quince minutos Anthony estuvo bañado y vestido en el primer piso ayudándome con la cocina.

-Ve a arreglarte, yo termino.

Y así fue. Me di una ducha no muy larga, sabía que mi hijo no demoraría demasiado con lo que faltaba. Decidí no lavarme el cabello hoy, me lo había lavado justo la noche anterior, así que lo omití. Me enfunde unos jeans, hoy debía mover una gran cantidad de cajas con libros nuevos que llegarían a la biblioteca así que debía ser lo más cómodo posible, lo complemente con unas botas hasta la rodilla de cuero con planta baja y por último un chaleco color beige. Bajé la escalera y me encontré con Anthony mirando por la ventana de la cocina con una actitud sospechosa.

- ¿Qué sucede?

- Se que Jacob dijo que no hubo nadie acá, pero todavía siento que hay gente cerca.

-Hijo sabes que Jake tiene mejores sentidos que tú.

-Lo tengo claro, tan claro como que ustedes dirían cualquier cosa para mantenerme tranquilo. - Que bien nos conocía.

-Jacob dijo que no hubo nadie acá, así que no hubo nadie acá. Mejor sentémonos a comer. - Mientras comíamos no podía evitar sentirme nerviosa con lo que había ocurrido anoche y que sabía que le mentía a Anthony. Pero era por su seguridad, no podía arriesgarme en que el solo se embarcara en una búsqueda por saber quién había entrado a la casa. Preferí cambiar el rumbo de mis pensamientos y el tema en la mesa.

- ¿Vendrá Emma a buscarte?

-Sí, como todos los días, desde que no tengo permiso de conducir.

-La perdiste por irresponsable. Dos infracciones por exceso de velocidad en una semana.

-Lo sé mamá. Fue buena idea enseñarle a manejar a Emm.

-Sí, una muy buena idea.

-Al menos con ella el auto no se empolvará.

- ¿Polvo en Forks? - Reímos juntos su risa siempre inundaba los lugares.

-Está bien... Ahogará no empolvará. - El sonido de un auto en marcha se escuchó, era su propio auto conducido por Emma su amiga, aunque yo tenía muy en claro que esa relación de amistad algún día llegaría a algo más.