El Vino de tu Copa | Baby boy~₰Mikellino °Omegaverse°

Prólogo

– ¿Daddy? – un castaño lobito omega se asomaba tras el marco de una puerta. 

– ¿Sí?

– ¿Qué bebes? siempre te veo con esa copa en la mano. – se acercó. – nunca te pregunto qué es.

– Vino

– ¿Puedo probar?

– Claro que no. – dijo con una voz más seria.

– Ok – hizo un puchero.

– ... Sobre mis piernas.

Mike no dudó en obedecer. Trolli dejó su copa en la mesita.

– Te quiero daddy.

– ¿Sí? ¿cuánto? – le puso una mano en el muslo.

El menor acercó su boca y le comenzó a besar delicadamente; pasando por sus mejillas, labios, cuello y mandíbula.
La puntilla de su lengua hizo un tímido trazo iniciando por el mentón del mayor hasta su boca.

– Mhm⁓ – gimió el castaño al sentir como una lengua ingresaba salvajemente a su boca.

Se separaron a los minutos de besuqueo.

– ¿Así que todo eso me amas? ¿no te parece poco? – reprochó. Pero él solo quería pincharlo.

– ¡Daddy tu sabes cuanto te amo! – lloriqueó.

– Jeje⁓ lo sé. – le besó de nuevo. – lo sé muy bien.

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Trolli había ido a la universidad, así que Mike estaba solo en casa. El azabache le tenía permitido ocupar dispositivos electrónicos en su ausencia para evitar que haga algún desastre y hacer que se quede tranquilo en un solo sitio.

– Hum... – buscó en Google: "cosas malas del bino".

Su novio reiría por ese terrible error ortográfico.
         

"...También conduce a la aparición de enfermedades cardiovasculares y muerte súbita. El beber más de tres copas de vino al día es letal para el cuerpo humano, pues aumenta los niveles de triglicéridos, y en consecuencia, provoca hipertensión arterial. Por lo tanto, se recomienda mesurar su ingesta diaria."
        

– ... – se quedó en shock con lo de "muerte súbita" y "letal". – ¡MI DADDY!⁓ – soltó algunas lágrimas.

Estaba convencido de que se iba a morir.
Pasó envuelto en pánico hasta que Trolli volvió a casa. Al escuchar la puerta abrir fue corriendo a abrazarle.

– Ey, ¿estás bien?

– ¡Daddy no te mueras! ¡te necesito! 

– ¿Y por qué moriría? – se agachó. – no llores, no voy a morir.

– ¡P-por el vino!

– Pff⁓, ¿el vino? ¿Qué tiene de malo?

– Muerte súbita.

– ... Creo que te quedarás sin PC por un mes.

– ¡Nooo!⁓

– Ves mucha tontería por ahí. 

– ¡Pero es una tontería real!

– A ver, vamos a ver. – lo tomó en brazos y se levantó para ir a su escritorio. – ¿Qué buscaste?

– Cosas malas del vino.

– Pero si eres un bebé. Bueno, veamos. – tecleó.

Al leer lo mismo que leyó Mike, solo pudo sonreír.

– Daddy, ¿Por qué sonríes?

– Eso es en un gran exceso, no moriré súbitamente por tomar dos copas pequeñas de vino al día. Además, no te has dado cuenta, pero no bebo los lunes. Dejo ese día para que mi cuerpo se limpie.

– P-pero hace mal...

– Previene el cáncer y la diabetes. – le acarició el pelo. – dos enfermedades que por genética soy propenso a sufrir.

– ¡Pero bebes todo el día!

– Cuando vuelvo de la universidad. Y me tardo mucho en acabar una copa, a veces solo bebo una.

– Aún así, no quiero que lo hagas más. No más, daddy. 

– Que tierno eres. – le apretó las mejillas con los dedos. – pero tu daddy no dejará de beber vino. – lo bajó de sus piernas y se levantó a servirse una copa.

Mike hizo un puchero. Seguiría insistiendo. El vino para él seguía siendo una amenaza para Trolli, ya que, es peligroso tener adicciones. Sin importar de lo que sea, una adicción no puede ser buena.