El Vino de tu Copa | Baby boy~₰Mikellino °Omegaverse°

#26

– ¿No te parece curioso? – hizo una mueca al sentir arder el alcohol sobre uno de los cortes.

– ¿Qué cosa? 

– Ves mi estado y aunque estás normal no me quieres llevar a un doctor.

– ... Crees que es porque te quiero ver mal, ¿no? Flex, tú me dejaste solo aún sabiendo mi problema, pero no me gustaría verte muerto.

– Acabo de hacer un nuevo descubrimiento; luego de un episodio estás más pacifista que la mierda. Es como si te descargaras. Van pasando los días y tienes que volver a descargarte porque andas agresivo y arisco. Luego de eso eres un santo.

– ¿E-episodio?... No, dime que yo no te hice esto. Es imposible.

– ... ¿Crees que no vi los muy pequeños raspones en las piernas de Mike?

– ¡Yo no le hice daño ni a Mike ni a ti! ¡y sus piernas están perfectas, no tienen nada!

– Mmm, como psicólogo debo cuidar tu mente también... Mírame Trolli, cálmate y sigue curándome. Hablaremos de esto con calma o podría quedar un desastre aquí. – le puso un dedo en la frente.

– Ok – suspiró pesadamente y siguió echando alcohol con un algodoncito. – obviamente esto lo hizo alguien, pero no olfateé el aroma de otros lobos en la casa, por lo que solo estamos yo y Mike ya que tú claramente no te lo ibas a hacer. Entonces el único que queda soy yo ya que Mike se descarta. Pero yo...

– Creí decirte que te calmes. Aunque también es bueno que descubras las cosas por tu cuenta, quizás sea lo más sano.

– No recuerdo casi nada de ayer en la tarde. 

– Tranquilo, Mike y yo te haremos memoria después.

– Bueno

      

     

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Estaban en la sala de estar. No se podía descifrar quien estaba más tenso, si Flex o Trolli. Porque Mike parecía bastante calmado ya. Con ver a Flex mejor se le había pasado el miedo.

– Vale. Mike por favor acércate. – pidió el peliazul. 

– Oki – se levantó y se sentó a su lado.

– Mira Trolli. – le mostró una pequeña cicatriz, apenas visible. – mis piernas están llenas de cortes largos y más profundos de lo que este corte fue. 

– ¿Qué? pero si no hay nada ahí. 

– No, no, no me trates de tonto.

– No hago eso.

– ¿No ves la cicatriz? te la estoy señalando.

– No

– Maldición, necesito que colabores.

– ¡Eso intento!

– Presta atención, aquí hay una marca de un corte. Como la de mis piernas, pero en una escala mucho menor. Esto, mi querido Trollino lamento decirte que lo hiciste tú.

– Bueno, yo no veo nada. Pero puede ser que lo rasguñé mientras lo hacíamos. Y tendría lógica ya que es cerca del muslo.

– ... 

– No me mires así yo solo intento buscar una explicación.

– Si eso quieres, ¿Por qué no mejor le preguntamos a Mike? – se giró. – ¿Cómo se te hizo eso?

– ... N-no puedo hablar de eso.

– ¿Por qué? – insistió Flex.

– No puedo, no lo haré. 

– Trolli, dile que hable.

– No

– ¿Por qué? 

– ... No sé, ¿ok?

– Solo estás haciéndome perder el tiempo.

– N-no digas eso. Te digo la verdad cuando digo que no le veo cicatrices en las piernas. 

– ... Perdón. Yo solo he visto las piernas de Mike, pero... ¿me dejas verle el vientre? ¿o la espalda?

– Ahí es donde tienes varios cortes, entonces quieres ver si es lo mismo con él. Mira, yo no le hice nada a mi Mikel, él está perfectamente bien.

– Daddy

–¿Sí?

– Sé que no quieres esto, pero... tampoco soy tonto y si debo desobedecerte para que estés mejor, lo haré.

– Para que esté mejor... ¿Cuánto has descubierto por tu cuenta? ¿ya no hace falta que te explique lo que Flex hace?

– Ya sé todo. 

– ¿Por qué estás tan serio? agh⁓ entonces eso significa que te empiezo a desagradar. Dime, ¿te hice esos cortesitos? ¿lo hice cuando estaba ebrio? ¿por eso detestas que beba? solo di la verdad, no quiero hacerte daño, aunque sea tan pequeño.

– Gracias por dejarme hablar, daddy. Aunque no te guste.

– Quiero lo mejor para ti. No te obligaré a sufrir por querer esconder mis crímenes.

– Daddy, antes de beber la séptima copa no pasa nada, como Flex dijo. Pero cuando bebes la séptima tu personalidad cambia drásticamente. Dices cosas que muchas veces no entiendo, tu mirada se vuelve fría y provocarte es muy fácil. La primera vez que te vi así no fue hace tanto, pero me dijiste que no te hablara de eso, que simplemente hiciera como si nunca hubiera pasado. Y nunca lo recuerdas cuando te pasa el efecto.

– No respondiste del todo mi pregunta.

– ... Vas a buscar cuchillos a la cocina, y... – se mordió el labio. – siempre te niegas a verlo, te bloqueas, pero... confío en que esta vez lo verás. – se levantó la blusa. – ¿los ves?

Cortes

Como los de las piernas, pero muchos

Flex estaba boquiabierto, se imaginaba algo así pero no tantos.

– Los veo. 

Por primera vez, veía lo que había hecho. Veía a Mike desnudo todos los días, y lo veía saludable, sin ni una sola herida o un pequeño signo de malestar, pero solo se engañaba porque no quería ver la verdad.